La Mujer...

jueves, 5 de abril de 2012

 

El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana. Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero en verdad creo que es ella la que me mantiene. Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña “Salvemos a las mujeres”. Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan: 1. Hábitat: La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente. 2. Alimentación correcta: Nadie vive de la brisa. La Mujer vive de cariño. Dele en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial. 3. Flores: También hacen parte del menú. La Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero. 4. Respete la naturaleza: ¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso. 5. No restrinja su vanidad: Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela. 6. El cerebro femenino no es un mito Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefieren no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una mujer. Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres. 7. No haga sombra sobre ella... Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero. 8. Acepte: Las Mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo. Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY...!

Este articulo fue escrito por el Sr. Luis Fernando Veríssimo, escritor brasileño (Porto Alegre, Rio Grande do Sul, 26 de Septiembre de 1936), para quien pido un aplauso...!!!

Las Diosas...

 


FEBRERO - la diosa Brigit y la Candelaria


del latín "februarius". Mes que evoca las antiguas fiestas dedicadas a los difuntos que duraban durante todo este mes. Se les llamaban "februaria". Adoradores igualmente de deidades femeninas, los romanos tenían en Februa, la diosa de las purificaciones, que en realidad esa denominación era un sobrenombre de la diosa Juno, la Hera griega. La celebración de ceremonias de purificación en honor de esta diosa se llamaba “fiestas februales”. De la palabra februarius se deriva la palabra febrero, con que se nombra al segundo mes del año. Cabe señalar que es el mes más corto, ya que comprende 28 días en los años comunes y 29 en los bisiestos. Se le agrega este día porque, constando el año aproximadamente de 365 días y 6 horas, al cabo de cuatro años esas horas han formado un día, que se agrega a febrero por ser el más corto.

La innovación que comentamos data de los tiempos de Julio Cesar quien ante la acumulación de tales fracciones que producía un desconcierto notable entre las fechas corrientes y no coincidía con la periodicidad de los fenómenos celestes, llamó a Sosígenes, renombrado astrónomo de Alejandría quien propuso que a cada cuatro años el día 24 de febrero, que el cómputo romano llamaba sextus kalendas marti, se repitiese, quedando así el referido mes aumentado en un día, llamado bissextilis, o sea bisiesto. La inexactitud de dicho cómputo hizo necesario con el tiempo la corrección gregoriana, llamada así por Gregorio XIII, quien fue el Papa que la decretó: esta corrección suprimió algunos años, bisiestos y restableció en su verdadero lugar la época del equinoccio de primavera.


Representación de la triple diosa celta Brigit

El mes de febrero era un importante momento de celebración para algunos pueblos de la antigüedad, asentados en territorios que comprendían, entre otros, Galicia y Celtiberia en España, las Galias y Bretaña en Francia, Irlanda, Cornualles, Escocia, Gales y Gran Bretaña en las Islas Británicas; pueblos luego conocidos todos ellos como celtas o galos. En el hemisferio norte, Febrero es el momento en el que el sol comienza de nuevo a recuperar su fuerza para calentar la tierra, los días se van haciendo más largos, las semillas germinan en el interior de la tierra y las ovejas están ya en condiciones para la lactancia de los futuros corderos. Es, en definitiva, el mes en el que despierta la fertilidad en la Naturaleza, preparándose para su explosión en la primavera. Y para hacerlo sagrado había una diosa, la diosa madre por excelencia, la Tierra, bajo la denominación de Brigantia o Brigit. A esta celebración se le la denominó Imbolc o Ambiwolka. Imbolc es, pues, uno de los cuatro principales festivales del calendario celta (precristiano), asociado con el ritual de la fertilidad, que fue adoptado como el día de Santa Brígida en el periodo cristiano, y en tiempos más recientes ha sido celebrado como el festival del fuego, uno de los 8 días festivos (4 solares y 4 lunares) o sabats de las rueda del año neopagano.

Este festival se asocia principalmente, como ya hemos comentado, con la llegada del periodo de lactancia de las ovejas, que se aprestan para dar a luz en primavera. Esto puede variar hasta dos semanas antes o después del comienzo de febrero. El nombre Imbolc, en la lengua irlandesa significa “en el ombligo” (i ‘ mbolg), refiriéndose a la gestación de las ovejas, y es también un término celta para ‘primavera’. Otro nombre es Oimelc, que significa “leche de ovejas”. Brigit ‘la Excelsa’ Por su parte, la diosa Brigit (en gaélico escocés Brid, en galés Brigitte, en el continente e islas Británicas, Brigantia o Brigantu, en la Galia oriental Brigindu, en Galicia Bríxida), era llamada la Excelsa, o la Alta; protegía a las mujeres jóvenes y a los rebaños, importantísimos para las sociedades ganaderas y transhumantes, y se la simbolizaba con una antorcha encendida. Sea cual sea el nombre con que se la nombre, es sin duda la Gran Diosa Madre de todo el panteón pan-celta, pues su influencia llega a todos los rincones donde haya habido tribus y clanes celtas. Es el poder de la nueva Luna y de la Primavera en la Rueda cíclica de las estaciones.

Quizás en los inicios de las expansiones celtas, fuera otro de los nombres de Dana, madre de todos los Tuatha de Danaan, aunque luego con la invasión espiritual cristiana, se desvirtuó en esta acepción para convertirse en Santa Brígida. Como una de las diosas primigenias de los celtas es hija del Buen Padre, “el Dagda”. Es considerada la suprema deidad de la fertilidad y la inspiración creativa, aunque su veneración llega también a su aspecto guerrero, cuidadora de los nacimientos y de la infancia. Es una triple diosa, aunque no posee nombres diferenciados en sus aspectos, a no ser el que forma con otras deidades en su versión como Dana. Quizá sea la misma Cailleach escocesa o la Cally Berry de los irlandeses, o la Cailleach Bolus de los galeses, o la Cailleach Corca Duibhne de los córnicos, que representa el aspecto envejecido de la Tríada. Entre los celtas de Irlanda era venerada tanto por herreros, a los que protegía con sus encantamientos y artes, como por los sanadores/as a los que asistía, ayudándoles con su protección y flujo divino en los partos. Preside la Herbolaria, conociendo como diosa todas las características que se derivan de este arte. Para los poetas, era su Musa, como “banfhile”, a quienes ofrecía inspiración, abriendo los tenues velos entre los mundos.

En lo que coinciden todas las variantes célticas es que el fuego es su representante, siendo uno de sus principales atributos. El fuego de la hoguera, el fuego del sol o el fuego del interior de la Tierra, una tríada que de nuevo representa, la generación de la vida y como alegoría de la Diosa en su máximo esplendor. El fuego sagrado era una llamada al sol, para que después del período invernal, calentara con fuerza la tierra. Con la llegada de los monjes cristianos, en las Islas Británicas se identificó a la diosa Brigit con Brígida, e Irlanda la hizo su santa patrona. Las más variadas tradiciones se tejieron en torno de Santa Brígida, que vivió -si realmente fue un personaje histórico- entre el año 450 y el 523. Su propio tío, que dicen llegó a vivir ciento ochenta años, escribió una vida de la santa, a la que, decían, la habían educado los druidas.

Las leyendas que rodean a la que se ha llamado María de Irlanda la relacionan claramente con la diosa Brigit. Por ejemplo, se cuenta que podía ordeñar a la misma vaca cuantas veces lo necesitaba para dar de comer a los hambrientos, y nunca se agotaba la leche de las ubres del animal (se la representa con una vaca a sus pies). También cuentan que convirtió el agua en cerveza, que multiplicó el tocino para dar de comer a huéspedes inesperados y que desvió el curso de los ríos. Fundó el Monasterio de Kildare, o Cill Dara. En este lugar iniciático ardía permanentemente una antorcha, y estaba al cuidado de diecinueve vírgenes. Los hombres tenían prohibida su entrada, hasta el siglo XIII, cuando la Iglesia Católica terminó con esta situación. La evidencia del origen pagano de Brígida hizo que el Vaticano dejara como único patrono de Irlanda a San Patricio. Por otra parte y para los pueblos del norte de Europa, la fiesta de febrero es en honor de las llamadas Disir, espíritus de todas las mujeres antepasadas de cada familia. En la fiesta de Disablot, en las casas se encienden todas las luces y se prenden multitud de velas. Las Disir regresan entonces del mundo de los muertos para proteger a sus familias vivas y asegurar la continuidad de la estirpe.


Venus, Sátiro y Cupido, obra de Correggio

Pan y Fauno
En la antigua Grecia prosperó el culto de Pan. Este mítico dios de la fertilidad, mitad hombre, mitad macho cabrío, poseía un carácter fiero e impredecible que aterrorizaba a los seres humanos; de ahí el origen de la palabra ‘pánico’. Se creía que Pan cuidaba los rebaños mientras tocaba la flauta; sin embargo, se distraía con facilidad. Amó a muchas ninfas y diosas. En esculturas y en numerosas obras de arte, se le representa bien como Pan, bien como el romano Fauno o en su personalidad de Sátiro, requiriendo de amores a Afrodita-Venus, diosa del amor, en tanto que Eros-Cupido, dios del amor, revolotea sobre ellos, muy parecido a como lo hace el ‘angelito’ que se pinta en las tarjetas de los enamorados hoy día. Posteriormente, en Roma se tributó culto a una divinidad análoga llamada Fauno (Sátiro), a quien también se representaba mitad hombre, mitad macho cabrío.

En su honor se celebraban las Lupercales, fiestas orgiásticas llevadas a cabo todos los años el 15 de febrero. Durante la celebración, grupos de hombres semidesnudos corrían alrededor de una colina blandiendo látigos de piel de cabra. Las mujeres que deseaban tener hijos se quedaban de pie cerca de la ruta de los corredores para que las flagelaran, pues creían que así se tornarían fecundas. Entre otros ritos, los jóvenes ‘luperci’, vestidos con pieles de cabra, bailaban y azotaban también con palos la tierra y la vegetación, en medio de desfiles de antorchas, rituales por los que aseguraban la fertilización de la naturaleza. Esto lo hacían dos semanas después del uno de febrero, en las Calendas, cuando la diosa Juno ataviada con cuernos de cabra, escudo y lanza, recibía de manos de las vírgenes panes de centeno. Era el tiempo de la purificación que anunciaba los ritos de la fertilidad de las Lupercalia. (Véase el artículo que dedicamos a las Lupercalias, origen primitivo de la celebración de San Valentín).


La Candelaria
Como ya sucedió en otros muchos casos, el carácter profano de estas fechas fue asumido (sustituido, diríamos mejor) sin reparo alguno por la Iglesia Católica, que lo ‘sacratizó’. En la actualidad y en los primeros días de febrero, se celebra la fiesta de la Purificación de la Virgen, justo cuarenta días después del nacimiento de Cristo en el solsticio invernal. Es también una fiesta en la que la luz tiene su protagonismo y por ello, la Iglesia se apresuró a dedicarla a la Virgen en su advocación de la Candelaria. Durante la Edad Media, las gentes hacían en esos días procesiones por los caminos y campos con los cirios encendidos y previamente bendecidos en las iglesias, que adquirían poder sagrado contra el demonio y las brujas. Esta vieja costumbre, condenada en Inglaterra durante la reforma luterana, permaneció durante mucho tiempo, y las procesiones y bendiciones de las velas o candelas siguen haciéndose hoy día dentro de las iglesias.

La Candelaria es la fiesta religiosa católica que sustituyó a las Lupercalias paganas. Es una de las fiestas a la Virgen que goza de mayor veneración no sólo en toda España, sino también en muchos países de Centroamérica y Sudamérica. El nombre viene de vela o candela. Como ya se ha indicado, el 2 de febrero es la festividad de la Purificación de María. En ella se celebra la recuperación de la Virgen después del parto. Hasta no hace mucho tiempo, las mujeres, después del parto, debían esperar seis semanas antes de volver a asistir a misa o pisar una iglesia, ya que se consideraba estaban impuras. María dio a luz el 24 de diciembre; así que hasta el día 2 de febrero no recuperó su pureza virginal. Esta festividad fue instituida en el siglo V después de Cristo para que los cristianos olvidasen la Lupercalia o Fiesta de Pan, celebrada por los romanos en esas mismas fechas. Ciertamente, no lo lograron del todo, porque la diversión y los excesos que acompañaban la adoración de Pan sobrevivieron en la celebración de los Carnavales.

En relación con la coincidencia de las fiestas cristianas, recordemos que para la iglesia ortodoxa el nacimiento de Cristo se fijaba en el día seis de enero, por lo que la fiesta de la purificación correspondía a mediados de febrero. De todas formas, ahí quedan los Carnavales y el día de San Valentín como prueba inequívoca de la influencia de aquellos antiguos ritos paganos propiciadores de la fertilidad y del nacimiento de un nuevo ciclo de la vida.

Las Diosas...

 



ENERO: - DIOSA ISHTAR

Recibimos un nuevo año, y con el la esperanza de transformacion, produccion y fecundidad. Ishtar, señora de la vida, nos da la bienvenida y nos inspira a soñar, planear, colocarnos metas dejando atras lo que creemos que impide nuestro avance por el nuevo año. Este mes la diosa se manifiesta con dos caras, una que mira hacia el pasado y otra hacia el futuro, al mismo tiempo. Se representa con la luna fria llamada la Luna de renovacion de la tierra. En la antiguedad se sembraba en esta espoca el trigo como promesa de abundancia y fertilidad para el año.

Su mensaje: Iniciar, concebir, originar, crear.

del latín "Ianuarius", mes dedicado al dios Jano. Un personaje que tenía dos caras, ¡como alguno que yo conozco! (tú noooo). El nombre de Enero proviene del latín Januarius, que a su vez deriva de Janua (puerta) porque el primer mes del año es la puerta del tiempo que comienza

Las Diosas...

 


JUNIO - DIOSA JUNO

del latín "junius". Mes dedicado a la diosa Juno. Muy venerada por las chicas que iban a dar a luz y entre las mujeres casadas. Su nombre se lo disputan la diosa Juno y un altivo mancebo romano llamado Junius. Las opiniones difieren sobre el origen del nombre de este mes; unos lo creen consagrado a Junius y otros a la diosa Juno, recibida por los romanos del olimpo griego.


JUNIO Y LA DIOSA JUNO...

Recordemos el origen del nombre del mes de junio: Juno, diosa romana, que daba nombre al cuarto mes del antiguo calendario romano. Al principio, el año en Roma comenzaba en el mes de marzo (martius), mes dedicado al dios Marte.


Le seguía abril (aprilis), el "mes en que la naturaleza se abre"; mayo (maius), dedicado a la diosa Maya, según unos, o a Júpiter bajo el sobrenombre de Maius, según otros. El cuarto mes estaba dedicado a la diosa Juno, junio (iunius) y los seis meses siguientes eran, según los números, quintilis, sextilis, september, october, november y december.


Enero (ianuarius) estaba consagrado al dios Jano, y febrero (februarius), el último mes, el dedicado a las purificaciones. Al morir Julio César dieron su nombre al mes quintilis, y lo llamaron iulius (julio). Augusto (Augustus) dio su nombre al mes sextilis (agosto) para no ser menos que su antecesor.


El Mes de los Matrimonios: El poeta Ovidio escribió que el mes de junio fue dedicado a la diosa Juno, protectora de la mujer, la maternidad, los matrimonios y los nacimientos. Más tarde, la diosa fue identificada con la Hera griega y esposa de Júpiter. Paradójicamente, los romanos dedicaban a esta diosa un importante festival que empezaba, no en junio, sino el día primero de marzo, es decir, en las calendas. Eran las Matronalias.


Como en estos temas no existen criterios definidos y unánimes, otros opinan que el nombre del mes tiene que ver con Junius, en honor de Junius Brutus, y hay quien sostiene que proviene de iuniores, que quiere decir jóvenes en latín, ya que junio estaba dedicado a estos. La balanza parece decantarse más por Juno, y eso porque junio es tradicionalmente el mes preferido para las bodas por los antiguos romanos debido a que seguía a mayo, el mes de las ceremonias en honor “de los muertos infelices” (las Lemuria).


JUNO: La segunda divinidad de la trinidad Capitolina es Juno, cuyo culto se encuentra en la mayor parte de los pueblos de la Italia antigua y se remonta a la más lejana antigüedad. Su asimilación a la Hera griega ha sido tanto más fácil, cuanto que las dos diosas poseían atributos comunes de los cuales se comprueba la existencia bastante antes de que la civilización griega hubiese hecho sentir su influencia en Italia. Hera era ante todo la diosa protectora de la mujer.


“Ella protege a la joven, a la novia, a la mujer casada. Su solicitud no abandona a la mujer un solo instante; la sigue hasta en los pormenores más íntimos de su vida fisiológica”. Lo mismo sucede entre los romanos. La Juno Lucina es entre ellos la diosa de la menstruación y del parto y, como se ha dicho, “la comadrona divina, asociada a todas las preocupaciones, a todas las pruebas de la mujer encinta”. En su calidad de Pronuba, Juno preside los matrimonios, y sus diferentes funciones desde este punto de vista la hacen llamar Domiduca o Iterduca (la que conduce a la novia desde la casa de sus padres a la morada de su futuro esposo).


Unxia (la que frota con perfumes la puerta de los recién casados); Cinxia (la que, cerca del lecho nupcial, desata el ceñidor de la virgen). El matrimonio sagrado, el ieros gamos de Júpiter y de Juno, estaba personificado por el de Flamen Dialis, encargado del culto de Júpiter, y de la Flaminica, sacerdotisa de Juno. El Flamen Dial no podía divorciarse y le estaba prohibido pasar la noche fuera de la morada común. Si su mujer llegaba a morir, debía enseguida renunciar a sus funciones.


En cuanto a la Flaminica, estaba obligada a llevar siempre el traje de la novia el día de su matrimonio; su cabeza estaba cubierta con un velo rojo (flammeum), y en los cabellos llevaba unas cintas a las cuales se había unido una rama de granado. Juno era también llamada Populonia, Sospita, Caprotina, Martialis, Moneta, Regina, etc. epítetos que, en su mayor parte, se relacionaban con su carácter de protectora de la mujer y del matrimonio.


* * * * * "Casi siempre la burla arguye pobreza de espíritu". -Jean de la Bruyère-

Las Diosas...

 


MAYO - DIOSA MAYA

Su nombre se debe a la apacible majestad de la diosa Maya, hija de Pleyonea y de Atlas, rey fabuloso de Mauritania, transformado en montaña por Júpiter y condenado a sostener el mundo sobre sus hombros. Mes dedicado a Maya, una de las siete hijas de los personajes mitológicos griegos Atlas y Pleyone. También algunos historiadores apuntan que era el mes dedicado a los ancianos, ya que ancianos en latín es "maiorum".

Lluvia de mayo cae, desesperada, desbocada sobre estas tierras que antes fueron áridas, sedienta de destino, de reposo, de hogar… Cae y es su caída una fiesta concurrida, ella celebra, murmura secretos del tiempo, describe las imágenes que ha visto en los abismos de donde viene…

Sus invitados brindan por ella, el pasado presenta su ofrenda, tímido se acerca, su voz ronca, pequeño, con pasos cortos, se acerca y encuentra redención al mirar sus ojos; futuro siempre de espalda voltea hacia ella y sonríe, es imposible no sonreír frente a ella, y ella le muestra las imágenes que guarda en su bolsillo, regalos que el tiempo le dio el día de su partida; el presente la abraza, ella besa su frente y acaricia su rostro con manos frías, y él va sintiendo como sus caricias cambian su aspecto…


Danza la lluvia entre la muchedumbre que la rodea, danza con gracia, la brisa toma su mano e intenta igualar su ritmo, brisa se alimenta de su frío, bebe de él y borracha de alegrías lleva su aroma a cada rincón de estos mundos, refresca los desiertos que cuentan historias tristes de otros tiempos, le da aliento a las ruinas que agonizan en la antigüedad, brisa lleva en sus bolsillos las nuevas que bailando la lluvia susurró en su oído…


Cae lluvia que ya es mayo, aquí adentro hay desiertos sedientos que claman por ti, tierras áridas que no conocen tu aroma, que no han sido saciadas, ven con tus secretos del tiempo y muéstrame el futuro que ya no veo, ven a alumbrar las paredes de mi abismo para encontrar las imágenes de los días que están por venir… Cae lluvia que a mi alrededor los hijos del tiempo disputan mi suerte, frota sus manos el pasado conjurando hechizos que me encadenan, tiembla el presente de miedo sin saber qué hacer con mis pasos y el futuro se esconde mientras bailas los dados que llevan mis números…

Danza a mi lado, déjame respirar el aire que exhalas de boca, tócame con tu frío, ese que cura el desaliento, que congela la frustración y deshace la ira… Ven y dale aliento a mis ruinas, yo quiero construir un nuevo mundo, uno en el que tú reines, en el que la brisa libre pasee llevando tus nuevas…

Las Diosas...

 


ABRIL - la Diosa Aprilis

del latín "aperire" que significa abrir. Como sabes durante este mes se abren las flores y estalla la primavera. Hay historiadores que creen que puede estar dedicado también a "aper" un jabalí que era venerado por los romanos o que su raíz etimológica provenga de "aparas", una palabra oriental que significa "siguiente", o sea, siguiente al primer mes, ya que para los romanos, este era el segundo mes del año. De momento ... ¡ no hay más confusiones sobre ello!

El cuarto mes del año es representado por la figura de Aprilis. Abril era para los romanos el mes en que la naturaleza “se abría” llenando al paisaje de luz y esperanza. Era como si la vida despertase de un largo sueño aletargada y aterida por los fríos del invierno.

El nombre de este mes se deriva de la diosa Aprilis, la cual gobernaba las flores porque permitía que en este tiempo ellas se abrieran al mundo, expusieran sus magníficos aromas y llenaran el ambiente con sus múltiples colores. Eso quiere decir, que se trata de un mes especial para iniciar procesos, abrir las puertas hacia el progreso, tener la certeza del logro de las metas y del acceso a los objetivos trazados.

El nombre de este mes deriva de la Diosa Aprilis, la equivalencia romana de Afrodita la Diosa del amor y la muerte parece que la raíz de la palabra es "aperire" que significa abril. Esta diosa es la puerta a la vida. El mensaje de este mes es desarrollar, conocer, enriquecer y sentir placer

Son buenas actividades perseguir y aspirar: Las propiedades curativas son recuperar el equilibrio nervioso , purificar y reforzar y los hechizos de la pasión y oraciones por los muertos son los actividades adecuadas para este mes.

Colores: carmesí, verde y marrón
Árboles: aliso, sauce ( madera recomendara para realizar nuestras varitas mágicas )
Flor: margaritas
Anima:l halcón
Gema: diamante...

Sin Amor...

 


La Inteligencia,sin Amor...te vuelve perverso;el dinero sin Amor...te vuelve Avaro...el poder sin Amor...te vuelve tirano...