Solo el Amor es Real...

viernes, 17 de septiembre de 2010

 


Nuestra tarea es aprender, llegar a ser divinos a través del conocimiento.
Sabemos tan pocas cosas… Gracias al conocimiento nos acercamos a Dios, y entonces podemos descansar. Después volvemos para enseñar y ayudar a los demás...

He recorrido un largo camino desde el día en que me di cuenta de que la vida
humana es algo más maravilloso y más profundo de lo que me había hecho creer
mi rigurosa formación médica.
Cuando conocí a Catherine, la paciente cuya historia se cuenta en mi primer
libro, “Muchas vidas, muchos maestros”, ya había publicado varias decenas de
trabajos científicos y adquirido reconocimiento internacional. Con ella
entré en contacto, en forma repentina y sorprendente, con lo espiritual. De
modo inexplicable, Catherine empezó a revivir lo que parecían recuerdos de
vidas anteriores. Y lo que es más, todos sus síntomas clínicos mejoraron a
través de ese proceso de regresión. Empecé a descubrir la armonía existente
entre ciencia e intuición, y mi vida también cambió.
Hoy sabemos que por sí solas, la tecnología y la ciencia son incapaces de
resolver nuestros problemas. Sólo cuando se emplean con iluminación y
sabiduría puede ayudarnos de verdad. Tenemos que encontrar el equilibrio
adecuado, y el amor es la piedra sobre la que se basa el equilibrio.
En Los mensajes de los sabios me he referido a la energía común a todas las
experiencias metafísicas: la reencarnación, la naturaleza del alma, la
curación, los dones de los médiums y, sobre todo, a la increíble sabiduría
de los Sabios, seres que parecen existir en el ‘otro lado’ de esta vida.
Las ideas y conceptos contenidos en sus mensajes son como semillas
singulares que han crecido y madurado en mi mente a lo largo de los años
hasta convertirse en preciosas flores.
Este pequeño libro está integrado por una selección de textos contenidos en
esa obra, que espero sirvan a los lectores como fuentes de reflexión e
inspiración en su búsqueda de lo realmente importante: el crecimiento
espiritual, la alegría, la paz, la vida eterna… y sobre todo, recordarles el
poder del amor, porque sólo el amor es real.
¿Qué es el amor?

El amor es la respuesta a todo.

El amor no es una abstracción,
sino una energía de verdad.
Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.
Siente el amor.
Expresa el amor.
El amor disuelve el miedo.
Cuando se siente amor no puede temerse nada.
Como todo es energía,
y el amor abarca todas las energías,
todo es amor.

Nuestros corazones conocen el camino de la
felicidad y la paz interior.
Prácticas espirituales
como la meditación y la oración
nos recuerdan lo que ya sabemos.
Cuando nos olvidamos
del mensaje de nuestro corazón
y caemos en la rutina y en los baches de la vida,
nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nuestra perspectiva está borrosa,
hemos olvidado nuestro plan de vida,
nos hemos perdido.

El remedio es sencillo.
Dedica tiempo a recordar tu divinidad,
tu naturaleza espiritual.
Recuerda por qué estás aquí.
La meditación es una forma
de despertar la memoria.

La meditación
es el arte de poner la mente en blanco
para acallar la cháchara perpetua
que normalmente llena nuestra conciencia.
En la tranquilidad de la mente silenciosa,
empezamos a ser observadores,
a tomar distancia y,
con el tiempo y la práctica,
a darnos cuenta de que existe
un nivel de conciencia superior.


Dentro de nuestras formas humanas
hay un ser espiritual.

Nuestra parte espiritual nunca muere.
Jamás perdemos a nuestros seres queridos.
En realidad,todos los seres humanos estamos
conectados…para siempre.


Cuando tenemos experiencias espirituales,
casi siempre evocamos la energía del amor.
Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada.
Es como un impulso de energía pura,
una energía que también posee atributos de gran fuerza,
como la sabiduría, la compasión,
la eternidad y la conciencia sublime.

El amor es la energía más básica y dominante que existe,
Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo.
Es el componente fundamental de la naturaleza
que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.

La energía del amor es, en potencia,
más fuerte que cualquier bomba
y más sutil que cualquier hierba.
Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar
esa energía tan básica y pura.
Cuando lo consigamos, podrá darse una curación
en todos los niveles, individualidad planetaria.

Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor.
Cuando comprendamos de verdad el concepto
de que el amor es energía que lo abarca todo
y que su impulso curativo puede transforma con rapidez
nuestros cuerpos, mentes y almas,
superaremos nuestros males y nuestros dolores..

Dios es paz. Dios es amor.
No hemos olvidado de que,
Puesto que hemos sido creados a imagen divina,
Dios esta en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y
divinidad.
Sólo hay una religión, la del amor.
Sólo puede haber una, porque sólo hay un Dios,
el Dios de todos nosotros.
Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino.
De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que
aprendamos la lección del amor.
Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos,
si vemos a la gente de otras religiones como iguales,
como almas como nosotros
que van camino del cielo, podremos
amar en un sentido auténtico, incondicional.
Todos somos lo mismo.
Todos remamos en la misma galera.
En nuestras muchas reencarnaciones,
hemos sido de todas las religiones, de todas las razas.

El alma no tiene raza, no tiene religión.
Sólo conoce el amor y la compasión.

Todos somos seres divinos.
Hace miles de años que lo sabemos,
pero nos hemos olvidado.
Y para volver a casa
tenemos que recordar el camino



Como los radios de una rueda de bicicleta,
todos los caminos indicados por las grandes religiones
llevan al mismo centro,
a la devoción y la iluminación.
No hay un camino mejor o peor que otro.

Hay grandes verdades, belleza y sabiduría
en todas las grandes tradiciones religiosas.
No es necesario que abandonemos nuestra tradición.
Al fin y al cabo, unas prefieren las rosas,
y en cambio a otros les gustan más
las flores silvestres o los girasoles.
Todas tienen su belleza propia
y Dios hace que el mismo sol las ilumine,
que la misma lluvia las alimente.
Son distintas, pero todas son especiales.

La lluvia cae sobre malas hierbas
igual que sobre las flores,
y el sol brilla en las cárceles
igual que en las iglesias.
La luz de Dios no discrimina,
y tampoco la nuestra debe hacerlo.

No hay un único camino,
una única iglesia,
una única ideología.
Sólo hay una luz.

Cuando caen las barreras,
todas las flores pueden florecer juntas
en un jardín de esplendor sin igual,
un paraíso terrenal.

Recordar que somos almas,
que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es
la clave para llegar a la alegría y a la felicidad.
En ese mar energético, toda una serie de espíritus que están para ayudarnos
nos conducen por el sendero de nuestro destino, nuestro viaje evolutivo
hacia la conciencia Divina.
No competimos con ninguna otra alma: nosotros tenemos nuestro sendero y
ellos el suyo.
No se trata de una carrera, sino de un viaje que emprendemos juntos hacia la
luz de la conciencia.
Las almas que han progresado o evolucionado más tienden una mano con amor y
compasión a las que se han quedado atrás.
La última alma que completa su trayecto no vale menos que la primera.
Todo es crecimiento y aprendizaje, un crecimiento continúo.
El cuerpo no es más que un vehículo que utilizamos mientras estamos aquí.
Lo que perdura eternamente es el alma y el espíritu.
Nuestras almas existen en una corriente de amor energético.
Nunca nos separamos realmente de nuestros seres queridos, aunque nos
sintamos alejados y faltos de amor.
Olvídate del pasado. Ya no volverá.
Aprende de él y déjalo en paz.
La gente madura y cambia constantemente.
No te aferres a una imagen ilimitada,
desconectada y negativa de
una persona en el pasado.
Mírala como es ahora.
Tu relación con los demás esta siempre viva, siempre en continuo cambio.

Cuando las religiones hablan de la naturaleza de Dios, siempre se menciona
el amor.
Eso se cumple en todas las religiones y nos une a todos.
Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y Dios está dentro de
todos.
Nuestra naturaleza básica se basa en el amor, la paz, el equilibrio y la
armonía.
Nuestra esencia innata es compasiva, cariñosa y buena.

No nos hace falta aprender qué son el amor y el equilibrio, la paz y la
compasión, el perdón y la fe.
Los conocemos desde siempre.

Anhelamos la Ilusión de seguridad,
en lugar de la seguridad de la sabiduría y el amor.
La verdadera seguridad
deriva de la paz interior
y del conocimiento de nuestra esencia auténtica,
que es espiritual.
En realidad nada puede hacernos daño,
porque somos inmortales y eternos,
porque somos seres espirituales,
no cuerpos físicos,
porque siempre hay quien nos ama y nos protege,
porque nunca estamos solos,
porque Dios
y todo un ejército de seres amorosos
nos protegen siempre,
porque todos tenemos la misma esencia.
Así, pues, no hay por qué tener miedo.
Esta verdad
es el secreto de nuestra seguridad y de nuestra alegría.


Eres un carpintero
que está construyendo su hogar espiritual.
¿Cuántos martillos hacen falta
para levantar tu hogar espiritual?

¿Qué es mejor, mil martillos o uno perfecto?
Lo que cuenta es la calidad de la casa,
no cuántos martillos tiene el carpintero.
Dedicamos demasiado tiempo
a acumular martillos
y no el suficiente
a construir nuestro hogar espiritual.


El amor lleva a la comprensión.
La comprensión lleva a la paciencia.
Y entonces se detiene el tiempo,
y todo pasa aquí y ahora.

La comprensión es lo que cura,
y a través de ella
se renueva eternamente el amor
y se manifiesta.

Al ir comprendiendo
nos deshacemos de los miedos.
Al ir deshaciéndonos de los miedos,
desaparecen los obstáculos
que nos impiden alcanzar el amor
y éste fluye con libertad
en nuestro interior y entre nosotros.

En nuestra vida terrenal,
es difícil recordar que somos almas

y no simples cuerpos físicos.
Constantemente nos distraen
las ilusiones y desilusiones de este mundo.

Nos enseñan que el dinero, el poder,
y el prestigio y las posesiones materiales
son de suma importancia
y a veces incluso el motor
de nuestras vidas.
Nos enseñan que para ser felices
tenemos que lograr que los demás
nos aprecien y nos respeten.
Estar solo, nos dicen, es ser desgraciado.

En realidad somos seres inmortales
que nunca se separan energéticamente
de los que aman.
Tenemos almas gemelas
y familias espirituales que son eternas.

Los espíritus guardianes
nos guían y nos aman siempre.
Nunca estamos solos.

Al morir no nos llevamos
las ‘cosas’ que poseemos.
Nos llevamos nuestros actos y nuestras obras,
Los frutos de la sabiduría de nuestro corazón.

Cuando despertamos a la idea
de que todos somos seres espirituales,
cambian nuestros valores.

Y por fin podemos ser felices y estar en paz.

Hay mucha belleza,
mucha verdad y amor a nuestro alrededor,
pero muy pocas veces nos tomamos las cosas
con la suficiente calma para apreciarlos,
como para darnos cuenta.

A veces hace falta
que suframos una gran pérdida
para recordar la belleza y el amor que nos rodean,
pero solemos olvidarnos pronto y caer en la rutina.
Tomemos las cosas con calma.
Gocemos de los frutos de este magnífico jardín.

Este mundo se te entrega
como un jardín de gran hermosura.
Si no gozas de sus frutos
reduces su belleza.


Ser feliz y divertirse no es malo,
ni es pecado, ni algo poco espiritual.
Al contrario: no avanzarás
hasta que aprendas a estar alegre.

Sé más espiritual.
Dedica más tiempo a rezar, a dar, a ayudar a los demás, a amar.
Hazte voluntario y expresa generosidad y amor.
Despréndete del orgullo, del ego, del egoísmo, de la rabia, de la culpa, de
la vanidad y de la ambición.
Pasa menos tiempo acumulando cosas,
preocupándote, estancado en el paso o en el futuro.
Aléjate de la violencia y los violentos.
No aceptes ninguna idea antes de contrastarla con tu sabiduría intuitiva.
¿Es algo que fomenta el desarrollo del amor, de la bondad, de la paz y de la
unidad?
¿O algo que promueve la separación, la división, el odio, el egocentrismo y
la violencia?
Eres inmortal.
Estás aquí para aprender, para saber más, para ser divino.
Lo que aprendas aquí seguirá contigo cuando mueras.
No podrás llevarte nada más.
Es así de sencillo.
El reino de los cielos está en tu interior.
Deja de buscar gurús.
En vez de eso, búscate a ti mismo.
No tardarás en encontrar a tu verdadero hogar.

No morimos
cuando muere nuestro cuerpo físico.
Una parte de nosotros
sigue existiendo.

Espíritu, alma, conciencia.
Es como atravesar un umbral
para entrar en otra habitación mayor,
más luminosa.

Por eso no tenemos que temer.
Siempre nos rodea el amor.
Nuestros seres queridos no nos abandonan nunca.


Todos somos almas hermosas e inmortales.
Estamos en un cuerpo durante un tiempo,
pero nuestra esencia no es ese cuerpo.

No todo el mundo
nace con el talento de un virtuoso del piano
pero, con lecciones, con práctica
y con mucho esfuerzo
podemos aprender a tocar alguna cancioncilla.
Lo mismo sucede
con el desarrollo de los procesos intuitivos.

Todos llegaremos a comprender que la sabiduría está en nuestro interior y,
al ir recordando, practicando y teniendo acceso a esa sabiduría nos
convertiremos en los mejores maestros que podamos tener.

Llegados a este punto, encontramos paz y alegría en el presente, porque de
lo que se trata es de cómo vivimos en la vida ahora, siendo espirituales,
sin fijarnos en lo que nos han enseñado que tenemos que creer.

Al ir despertando, los espíritus nos cantarán
sus canciones de amor
directamente al oído.

Sin amor y sin Dios no hay nada.

Dios no exige nuestro respeto.
Insistimos en personificar a Dios
a pesar de que sabemos
que está mucho más allá de lo que
somos capaces de conceptualizar.

Dios no tiene sexo.
Ésa es otra personificación.
Dios no tiene religión.
En el fondo de nuestro corazón todos lo sabemos.
Dios no tiene raza.

Dios lo es todo,
una energía de amor
que posee una sabiduría
y un poder incomprensibles.
Todos estamos comprendidos en Dios,
porque él esta en todos y cada uno de nosotros,
es la sustancia de nuestro ser.

Es muy humano desear signos
y mensajes inmediatos.
Sin embargo, para escuchar
hay que saber hacerlo,
y para saber
hay que dedicar tiempo a aprender.

Si lo practicas el silencio
el viaje interior,
si te das tiempo para escuchar
y crear el espacio para escuchar,
serás capaz de oír.
Serás capaz de ver los signos
y recibir los mensajes que esperas.
Al mismo tiempo,
desarrollarás el arte de la paciencia.

La paciencia y la oportunidad…
Todo llega cuando tiene que llegar.
Una vida llega cuando uno puede vivirse sin prisas,
no puede ajustarse a un calendario.

La vida no tiene final, nunca morimos.
Nunca hemos nacido de verdad.
Lo que sucede
es que pasamos por distinatas fases.
No existe un final.

Los seres humanos tenemos
muchas dimensiones
pero el tiempo no es como lo vemos,
sino que se compone de lecciones
que se van aprendiendo.

Sólo el amor es real.

El amor es una energía de increíble poder y fuerza.
Todos estamos hechos de esa energía.

El amor es algo absoluto.
El amor no termina nunca, no se detiene nunca.
La forma más pura es el amor incondicional, el que no espera nada a cambio.
Escuchemos nuestras intuiciones y no dejemos que nuestros miedos influyan en
los murmullos de nuestro corazón.
Vivamos la libertad de amar sin reprimirnos, sin reservas, sin condiciones.

No tengamos miedo.Somos inmortales, espíritus eternos, y somos siempre amados.

De hecho, somos amor.

Brian Weiss

Comenzando a Entender el Poder del Amor...Entrevista a Brian Weiss...

 


“Ser una persona espiritual, compasiva y amorosa con los demás y con uno mismo… eso sí que importa. Es lo que nos llevamos cuando pasamos al otro lado. Creo que hay un propósito tras la creación y que no existimos como resultado de una colisión caótica de moléculas”.

Gracias a la labor de investigadores como Brian Weiss, en las últimas décadas se ha producido un extraordinario interés en la reencarnación y en la terapia regresiva. En su primer libro Muchas vidas, muchos maestros (1988), este psiquiatra estadounidense abrió una puerta inesperada al sorprendente reino de la regresión a vidas pasadas, mientras que en A través del tiempo (1992) mostraba cómo emplear técnicas rápidas y seguras para sanar todo tipo de síntomas clínicos. Más recientemente, extrayendo sabiduría de los Maestros, guías espirituales que modelan nuestros destinos, este autor best-seller nos ha ofrecido una valiosa obra -Sólo el amor es real- donde revela que la fuerza esencial de la vida en el universo y la energía sanadora suprema es el amor.

Al parecer su vida profesional adoptó un nuevo giro a raíz de trabajar con una paciente que bajo hipnosis revivió supuestas vidas pasadas. ¿Podría contarnos algo en relación con ese periodo entre “la antigua forma de ver el mundo” y la “nueva”?
Sí, esta paciente tuvo un efecto muy profundo en mi vida porque yo era un científico, había escrito bastantes libros y ensayos y mi reputación académica era notoria, estaba alcanzando incluso renombre internacional en psico-farmacología. Pero cuando comencé a trabajar con Catherine la visión que tenía de la vida y la muerte cambiaron por completo. Entonces se me habría podido definir como un agnóstico. Creía en la ciencia, en la lógica, en los valores del hemisferio cerebral derecho. Esto aconteció hace 23 años y desde entonces he tratado a 3.500 pacientes más. Empecé a investigar en áreas como la reencarnación y la conciencia humana sobre las que nunca se me ocurrió que podría llegar a investigar. En fin, cambió mi sistema de valores, me di cuenta de lo que era importante y lo que no.

¿Y ahora qué es lo más importante para usted?
La forma en que me relaciono con los demás, los sentimientos sobre mí mismo, la paz interior que experimento cuando medito, la comprensión de un todo mayor. Ahora son menos importantes para mí las cosas materiales que poseo o lo que puedan pensar los demás. Ser una persona espiritual, compasiva y amorosa con los demás y con uno mismo… eso sí que importa. Es lo que nos llevamos cuando pasamos al otro lado. Creo que hay un propósito tras la creación y que no existimos como resultado de una colisión caótica de moléculas. Tampoco creo que el tiempo exista. Si todo es energía, en términos de reencarnación no importa cuántas vidas tenemos. Creo que estas vidas ocurren en realidad de forma simultánea y que seguimos viviendo cuando nuestro cuerpo muere, somos inmortales.

Experiencia Regresiva

¿Se ha sometido personalmente al proceso de regresión? ¿Cómo ha sido su experiencia?
Unas ocho o nueve con diferentes colegas y mi esposa y sé que puede ser algo muy emotivo y vívido. Alguna vez me ha ocurrido en sueños. Recuerdo una experiencia especialmente interesante durante una sesión de shiatsu. Recordé haber sido una especie de sacerdote en tiempos babilónicos, pero no tengo forma de comprobarlo. Ni siquiera regresé con un nombre, pero estaba en un zigurat y era una persona que no ayudaba a los demás, sino que se aprovechaba de ellos para su ganancia personal. En otra vida me vi como un sacerdote católico y sufrí tortura y muerte durante la inquisición en Dublín. Mi actitud era muy distinta a la anterior. Quizá fue mi mente la que creó todo el escenario, pero mirando a mi mente de forma objetiva fue algo muy diferente a como suelo soñar despierto, por ejemplo. Eran recuerdos cargados con mucha emoción, tenían una cualidad diferente. ¿Cómo voy a probar algo así en un laboratorio? Hay zonas del cerebro que se activan durante estas experiencias según comprobó el neurólogo Penfield, pero creo que hace falta investigar mucho más todavía. En Occidente todo queremos explicarlo científicamente pero también debemos ser pragmáticos y filósofos. La esencia de la ciencia es mantener una visión abierta y encuentro que la mayoría de los científicos no la tienen.

Drogras y Alucinógenos

Además de estas experiencias de regresión, ¿ha probado algunas drogas enteógenas con ánimo de explorar la conciencia?
Buena pregunta… La verdad es que nunca me atreví a pesar de haber estado investigando con ácido lisérgico mucho antes de trabajar con técnicas de regresión. Trabajaba con ratas para observar qué efectos producía en sus cerebros. Su posible influencia en la genética me disuadió. No sé si me he perdido algo, pero nunca he probado drogas alucinógenas, ni siquiera cuando estuve en Brasil. En cambio, sí he probado técnicas muy efectivas como el Hemi-Sync. De todas formas para vaciar la mente practico diariamente un sistema de meditación elaborado por mí con diferentes técnicas. Me funciona mejor por la mañana, antes de comenzar la jornada, y suelo alcanzar niveles muy profundos de relajación.

¿Continúa haciendo regresiones en la actualidad?
Nunca he dejado de investigar y sigo siendo muy crítico. No sería científico aceptar las cosas sin evaluarlas cuidadosamente. Sin embargo, ahora soy más intuitivo. Sigo atendiendo pacientes y fundamentalmente hago regresiones, pero sobre todo estudio la conciencia. Por ejemplo, ¿cómo puede alguien saber lo que está ocurriendo en un momento determinado a seis mil kilómetros de distancia? ¿Cómo establecen los médiums contacto con los espíritus de difuntos? Estudio todo esto. No digo que todo sea religión o espiritualidad, sino algo científico. Se trata de energías y habilidades que tenemos para las que todavía carecemos de explicaciones científicas, pero las tendremos muy pronto.

¿Se está refiriendo a investigación parapsicológica?
A este tipo de investigación hoy la denominamos así, pero dentro de pocos años poseerá carácter de ciencia. Se trata de la energía de la mente. Cuando hacemos un electrocardiograma o en electroencefalograma, por ejemplo, lo que estamos testando es mera energía coronaria o cerebral. La conciencia se encuentra situada a lo largo de todo el espectro. Ahora hay científicos muy serios que estudian todos estos fenómenos. Aunque todavía los situamos en el reino de la parapsicología están deslizándose en el terreno de la ciencia tradicional.

En relación con dicha “energía”, ¿ha tenido alguna experiencia que pudiera calificar de paranormal?
Bueno, no sé hasta qué punto. Hay muchas personas que afirman ver auras y colores. Hace unos años asistí a una pequeña reunión en Estados Unidos con el Dalai Lama. A su alrededor y alrededor de los otros lamas que le acompañaban vi un halo de luz dorada. Se me ocurrió decirlo y con gran sentido del humor todos se echaron a reír diciendo que sí, que tenían esa luz a su alrededor. Estuvo muy bien. También hice unos experimentos en la universidad con unos sanadores chinos para comprobar si la energía de sus manos afectaba a unos cultivos de bacterias y a personas. Funcionó. Creo que estamos empezando a comprender en qué consiste todo este mundo de las energías, el poder del amor, la compasión, etcétera.

¿Cuál cree que ha sido la contribución más importante de la terapia regresiva al campo de la psicología?
Los pacientes se benefician profundamente y en consecuencia sufren menos y gastan mucho menos porque el tiempo de tratamiento se reduce muchísimo. Aunque sólo sea por lo bien y rápidamente que funciona merece la pena ponerla en práctica y estudiarla a fondo. Es terapéutico cuando la persona sigue el proceso y lo vive con emoción, no sirve que un psíquico o un médium les diga lo que fueron en vidas pasadas. Personalmente trabajo en dos niveles. Uno es la validación de los recuerdos, es decir, los detalles históricos, nombres, etcétera. Hay casos de personas que hablan cinco idiomas que no han aprendido en esta vida. El otro nivel es el terapéutico: los pacientes se curan al margen de sus creencias en la reencarnación. Desaparecen los síntomas físicos que padecían, al igual que las fobias, sienten una profunda paz y relajación. Esto es muy notable al margen de nuestra capacidad para explicarlo de forma científica. La fenomenología está clara: la gente se cura rápidamente. A veces es suficiente con un par de sesiones, mientras que antes hacían falta un par de años o más de psicoterapia para obtener resultados. Suele haber recuerdos reprimidos con una gran carga emocional y con la técnica de la regresión afloran casi inmediatamente. Es muy potente.

Vidas Pasadas: ¿Fantasía o Realidad?

Algunos investigadores piensan que las historias que emergen durante las regresiones relativas a supuestas vidas pasadas son mera fantasía elaborada por nuestra mente inconsciente. ¿De qué argumentos dispone para refutar esto? ¿En cuántos casos de los investigados por usted ha podido verificar datos sobre vidas pasadas?
Nuestra mente es sorprendente y apenas empleamos sus poderes creativos, pero al margen de esto cada vez nos encontramos con más casos que parecen confirmar y validar la existencia de la reencarnación. Van más allá de las explicaciones. Recuerdo, por ejemplo, el caso de una mujer inglesa que recordó una vida pasada en Irlanda. Nació en los años treinta y murió en los cincuenta a raíz del parto de su quinto hijo. Los cinco niños todavía vivían y confirmaron todos los recuerdos de la infancia de su madre, tal y como ella los había recuperado durante la regresión. No se trata evidentemente del inconsciente colectivo ni nada similar. Ya contamos con cientos de casos. Cuando preguntas las personas recuerdan perfectamente que sus recuerdos son de una vida anterior. Sin duda, todo esto es muy difícil de demostrar en laboratorio. Como ahora viajo mucho lo que hago es entrenar en esta terapia a unos doscientos profesionales al año en todo el mundo. Cuantos más la practiquen más datos tendremos para una evaluación científica. Se trata de dar credibilidad a esta terapia. Aunque a veces no es fácil discernir lo que es real de lo que no lo es, lo importante en definitiva es que el paciente se cure de verdad. Es increíble que muchas personas con síntomas físicos o incluso con tumores que han sido confirmados por resonancias magnéticas o tomografías cuando se someten a una técnica de regresión se curan. Se trata de cambios fisiológicos palpables. Es una prueba clara de la conexión entre cuerpo y mente.

¿Podría resumir los mensajes más importantes que ha recibido de los Maestros?
Creo que todos tenemos contacto con la conciencia o el yo superior, da igual el nombre que utilicemos para definirlo. Pero cuando escuchamos los mensajes se observa que todos giran en torno al amor, la compasión, la ayuda a los demás, etcétera. Eso es precisamente lo que están descubriendo los científicos. A veces cuando leo a Albert Einstein o a otros científicos cuánticos me doy cuenta de que su trabajo es profundamente místico. Es siempre el mismo mensaje: hay mucho más en la vida que no vemos. Somos energía, compasión, amor y tenemos que actuar en consecuencia. Ese es el mensaje. Creo que podemos debatir cuanto haga falta sobre si la reencarnación es real o no, pero en última instancia lo que cuenta es comprender que nuestra verdadera naturaleza es espiritual. Tenemos que sanarnos individualmente y en grupos.



Brian Weiss es psiquiatra y escritor de varios libros basados en su experiencia como psiquiatra y sanador. Se graduó en la Universidad de Columbia y se licenció en la facultad de Medicina de Yale. Ha trabajado como director del Departamento de Psiquiatría del Centro Médico Mount Sinai, en Miami. Weiss dirige seminarios nacionales e internacionales, talleres experimentales y programas de formación para profesionales.

www.brianweiss.com

UnA fOrMa De vIdA...

 


Sé lo que sientes... Yo también tuve miedo y dudas... Yo también pedí que me quitaran el yugo de mi destino, desee no tener esa responsabilidad. Yo realmente tenía al mundo sobre mis hombros...
No te preocupes si no me entiendes. Yo les hablé de mi amor día y noche a mis apóstoles, escuchaban todas mis parábolas, y sin embargo estaban más preocupados en quién se sentaría a mi derecha al final de los tiempos o sobre cuántas veces se debía perdonar.
Nunca me entendieron de verdad.
No te avergüences si a veces me ignoras. Pedro, mi roca fuerte, mi sucesor, me negó...¡y tres veces!... y a pesar de ello le confié el mundo y la obra de Mi Padre...
No creas nunca que no comprenderé cada una de tus caídas, arrebatos y traiciones... Yo perdoné al que me traicionó, al que me negó, a los que me insultaron, a los que me asesinaron... ¿Qué es tu ofensa? Nada... y aunque no te parezca justo que yo te perdone siempre aunque tu sigas cayendo en lo mismo, mi misericordia supera tu concepto de justicia.
No te avergüences cuando necesites "pruebas" de mi poder. Tuve que hacer milagros para que mi gente me reconociera y me siguiera... ¡Tuve que aparecerme resucitado ante ellos paa que comprendieran y dejaran de dudar de mi con mi muerte!.
Y si no me reconoces allí ante ti, en el dolor y el llamada de los que te necesitan, que más da... nadie me reconoció como el Cristo cuando andaba entre los hombres.
No te preocupes si tienes pocos amigos, muchos dijeron ser los míos hasta el final y ya ves...
No te preocupes si tienes que reaccionar mal y amargarte a veces. Yo les pateé el trasero a esos desubicados irrespetuosos cuando invadieron el templo de Mi Padre. De vez en cuando la ira es necesaria para comprender que el amor que de Mi heredaste es infinito a pesar de tu humanidad imperfecta y que es ese amor, mi huella en ti y el sendero que te devolverá a Mí algún día.
No te sientas mal cuando te veas solo, incomprendido, rechazado, golpeado e insultado. Yo más que nadie sé lo que es éso ... y tú lo sabes.
No te sientas mal cuando te parezca inútil lo que haces, y que no avanzas mucho a pesar de todo tu esfuerzo. Yo sentí lo mismo, miedo, dolor y frustración en cada caída rumbo a mi muerte.
No te preocupes si tus sueños son muy grandes y elevados, o de que va a ser difícil lograrlos, yo morí intentando cumplir el mío.
Elegí a 12 para cambiar a miles de millones y para hacer un mundo mejor! ¡Eso sí es una locura!, y mira, ya voy dos mil años y tengo para rato. Y además llegué a ti.
Cuando duden de ti a pesar de ser honesto contigo mismo y con los demás, a pesar de ser coherente y obrar adecuadamente, ya somos dos.
Cuando te acusen de ser subversivo y te anulen sólo por ser auténtico, innovador y querer lo mejor para todos, cuando pisoteen tu sencilléz, tu ingenuidad y al niño que llevas dentro, cuando a nadie le importe tus buenos sentimientos, únete a mi club.
No te preocupes por lo débil o tonto que te haga parecer el llorar, el estar triste, el andar solo, el hablar solo, deja que pinesen lo que quieran, tú y Yo sabemos cuál es la verdad de tu alma y de tu soledad.
Si eres confiado, generoso e ingenuo o eres sujeto de tentaciones de necesidades, no te preocupes. Yo pasé por todo eso, y aunque a veces terminé sufriendo por ser auténtico y aceptar lo que soy y mis responsabilidades, ¡qué bien se siente ser siempre lo que uno es!.
No te preocupes si eres débil y tienes miedo del sufrimiento o si eres cobarde a veces, hijo mío, Yo también dudé ante la muerte. Y si caes por el peso de tu dolor, no importa. Yo caí varias veces en mi camino al Gólgota porque ya no aguantaba más.
No te preocupes si cuando quieras tomarte un "respiro" de Mí, porque sientes que te estoy cansando, mi gente me dejó a mi suerte a la hora de mi suplicio y de mi muerte.
No me quejo, pues ese fue el destino que elegí, que pedí, vivir por amor, y no me preocupo tampoco pues ambos sabemos que al final volveremos a encontrarnos, por tu propia voluntad y por mi amor a veces impaciente...
No te preocupes si sientes que no estás haciendo mucho por mi obra, los míos ni siquiera me ayudaron a cargar mi cruz en mi camino a la muerte. Pero no te avergüences, me has ayudado muchas veces , descansa si quieres.
No temas cuando con tus pecados me rechaces y me lastimes, qué mas da... me escupieron, me flagelaron, me sangraron la cabeza con espinas, me cambiaron absurdamente por un criminal y me ajusticiaron como al más vil de ellos, me golpearon, me desnudaron indignamente delante de todos y se jugaron mi ropa, se burlaron de mi sufrimiento y mi dolor, me clavaron el cuerpo en un madero, me dieron a beber hiel y me ultimaron con una lanza, ya estoy acostumbrado al dolor. ¿No te parece?.
No te preocupes. Te amo, y el amor verdadero lo soporta todo, tú lo sabes también pues lo has intentado muchas veces aunque hayas fracasado. No llores, ahora, te perdonaré y te aceptaré cuantas veces sea necesario hacerlo, aunque no entiendas mis razones ni mis sentimientos...
Muy en el fondo ambos sabemos que sí las entiendes, que me amas. No te presiones más si estás cansado de andar y de buscar. descansa en mis brazos. Yo velaré tu sueño, te abrazaré y no te despertaré aunque se me adormezcan los brazos y el regazo. Si estás triste, llora en mi hombro, lloraremos juntos y te daré la palabra que te consuele. te diré siempre lo que necesitas oir, y te prometo que te irás reconfortado y alegre.
No te preocupes si no me ves siempre que me busques. Yo estaré allí a tu lado, en lo bueno y en lo malo. Tampoco te preocupes por lo que te falte. Todo lo que me pidas te lo daré con amor, aún lo que no me pidas y necesites, todo lo tendrás, y todavía más de lo que me pidas, todo te lo daré.
No te preocupes por nada, pequeño mío, todo lo que debas tener y puedas manejar. lo tienes ya. Todo lo que debas saber y puedas aprovechar, lo sabes ya. Yo te he enseñado bien, ahora te toca a ti.

Con AMOR

JESÚS

TERAPIA BIOENERGETICA...

 




La bioenergética es un tipo de Terapia en la que se combina el trabajo corporal con el análisis psicológico.
El Cuerpo es la unidad básica de nuestra vida, la expresión de nuestra existencia. Todo lo que nos sucede esta almacenado y reflejado en nuestro cuerpo.
Uno de los primeros especialistas que comenzó a trabajar la relación entre los problemas mentales y la actitud corporal fue Wilhelm Reich, famoso psicoanalista discípulo de Freud y muy polémico en su época. Fue a partir de sus hallazgos entre los años 1929 y 1930 que se redimensiona la técnica terapéutica incluyendo aspecto que habían sido insuficientemente tratados al ubicar el estudio y la resolución de los problemas sólo dentro del marco mental. En la década del cincuenta un discípulo de Reich fundaría una nueva forma de terapia llamada Bioenergética encabezada por Alexander Lowen.
Lowen fundamenta su terapia en base a que todos somos un cuerpo, descartando de la apreciación de que tenemos un cuerpo. El cuerpo es por tanto el reflejo de nuestra historia personal e interpersonal; los trastornos emocionales o psicológicos no se manifiestan de forma aislada sino que repercuten en el cuerpo, fijándose a nivel muscular y produciendo bloques que impiden la libre circulación de energía, y como un círculo vicioso estos bloqueos energéticos afectan nuestra salud física, emocional y mental.
El trabajo con el cuerpo en Bioenergética se enfoca sobre 2 premisas básicas:
1) Toda limitación en el movimiento del cuerpo es el resultado a su vez de una dificultad emocional cuyo conflicto, no ha sido resuelto.
2) Toda restricción en la respiración natural reduce la vitalidad del cuerpo, por lo tanto estas restricciones no son voluntarias y desarrollaron como medio para sobrevivir en un medio ambiente y cultural en que se niega los valores corporales.

Por lo expuesto anteriormente debemos tener en cuenta los usos de la bioenergética:
· Moviliza la energía contenida en el cuerpo en las tensiones musculares (CATESIS SUELTA).
· Incrementa la capacidad de conocernos a nosotros mismos.
· Ayuda a la persona a recuperar su condición de libertad, encontrar el estado de gracia.
· Comprender las distintas facetas de la personalidad vinculada al cuerpo.
· Incrementa la capacidad de dar y recibir amor, de desarrollar los méritos del corazón.

Por ello el terapeuta tiene claro que lo importante en el trabajo de Bioenergética es mantenerse en el AQUÍ Y AHORA, aprender a vivir íntegramente con cuerpo, mente y espíritu.
El paciente debe arriesgarse a conocerse a sí mismo, cuestionarse sobre su personalidad y el motivo de su existencia y realizar un Cambio Radical.

Reflexionar "Si el grano no muere no nace la planta ni da sus frutos".
Autor: Lic. Carlos Héctor Tula

LA TERAPIA DE REGRESIONES...

 




Nos habla Freud sobre la regresión en el sueño, en la alucinación, en la formación de síntomas. Nos dice que el fenómeno onírico utiliza el presente en la misma forma y con el mismo derecho que el sueño diurno . El presente es el tiempo en que el deseo es representado como realizado. Y sabemos que nosotros al visualizar estamos trabajando con estos procesos de los que nos habla el padre del psicoanálisis.
Este contenido de representaciones se va transformando en imágenes sensoriales por los que damos fe y que creemos vivir. Hay otras situaciones que se constituyen con ideas. Esto es común en el sueño, la ensoñación y en la alucinación.
La gran pregunta viene cuando comenzamos a pensar si lo que nos dicen nuestros pacientes es real o fantaseado. Aunque ello no importa mucho, ya nos advierte Freud sobre esto. Lo importante es que esa persona está convencida de que es real. A esto se lo llama "Realidad Psíquica".
Por medio de técnicas hipnóticas podemos hacer que una persona regrese en el tiempo a instancias de su propia infancia y más allá... Algunos más osados han llegado hasta el nacimiento usando una técnica de respiración específica y otros elementos para lograr la reproducción de ese momento (que para muchos ha resultado tan traumático) a este sistema Orr lo llamó Rebirthing, re-nacimiento para nuestro idioma. Stanislav Grof a su vez ha desarrollado un método que se denomina Respiración Holotrópica. Como vemos, éstas en sí son algunas de las tantas técnicas que se aprenden y ejercitan para provocar regresiones. De igual forma es bien conocido el trabajo de muchos especialistas sobre regresiones a vidas pasadas.
Este tema suscita muchas opiniones. Lo interesante es poder conocer en profundidad las técnicas para poder elaborar un juicio de valor que tenga un fundamento teórico-experiencial. Y luego, en base a esos conocimientos, elegimos nuestra forma de trabajo terapéutico.
De esta manera tenemos un conciso panorama de los conocimientos que necesitamos adquirir para poder desarrollar estos aspectos de la actividad terapéutica.
Es un tema delicado que merece un tratamiento especial, un aprendizaje concienzudo y un ejercicio ético. Por lo tanto uno debe capacitarse adecuadamente para poder accionar sobre estos temas.

Terapia de Regresiones...

La terapia de regresiones sea o no a vidas pasadas, plantea la posibilidad de reparar los conflictos que han quedado registrados en el pasado, conectándose con hechos del presente limitando la capacidad de superar las dificultades que se presenten en su vida.
Las regresiones constituyen básicamente como su nombre lo indica... regresar... desandar los pasos que uno ha ido construyendo en su vida, para poder ver y analizar las situaciones que fueron planteándose y cómo esas circunstancias particulares construyeron una red determinada de emociones, afectos, ideas, etc. Demostrándonos la forma en que registramos nuestras actividades inconscientes. El camino regrediente ya sea a nuestro pasado actual o más allá de esta vida.
En este camino del regreso hacia el pasado, el nacimiento o a vidas pasadas, pueden realizarse con diferentes técnicas, pero la herramienta por excelencia es la hipnosis.
En definitiva al regresar a un momento anterior de nuestras vidas, lo que buscamos es reconocer antaño el origen de nuestra conflictiva actual. En la mayoría de los casos cuando se soluciona el conflicto que allí aparece, pueden suceder dos cosas, o se soluciona el problema en el presente, o se conoce la causa del conflicto actual, permitiéndonos bajar la carga de tensión psíquica que produce un enquistamiento emocional.
Muchas veces hemos registrado en el pasado remoto la causa de una enfermedad psicosomática que desarrolla el paciente ante una dificultad que no puede resolver en el presente como consecuencia de aquello que lo marcó de pequeño.
Utilizando una metáfora guestáltica, podríamos decir que recuperando esa situación del pasado cerramos la Guestalt. Esto quiere decirnos que se cierra el círculo, se cierra una etapa, y a partir de allí podemos avanzar en el presente con miras al futuro.
Sólo tratando el origen de la enfermedad podemos recuperar el presente.


Autora: Lic. Monica Agras

HIPNOSIS, UN POCO DE HISTORIA...

 




Podemos situar el inicio de la historia formal de la Hipnosis en 1765 con los trabajos de Franz A. Mesmer y sus curaciones colectivas espectaculares. Mesmer proponía que las enfermedades eran consecuencia de una "aberración de la armonía orgánica" producida por la concentración inadecuada de un fluido magnético invisible que se asentaba en el cuerpo humano proveniente del sol, la luna, los planetas, la tierra, los metales y los animales. Pensaba que la curación consistía en hacer fluir el magnetismo, retirarlo de una zona del cuerpo y hacerlo llegar a otra, a través de la voluntad y la concentración mental y con ayuda de ciertos instrumentos externos: una vasija con agua a la que se añadía limaduras de hierro ("agua magnetizada") y varillas del mismo material. Mesmer preparaba un ambiente especial, a media luz, con música, para realizar ahí su tratamiento, que primero fue individual y después colectivo. Reunía a los enfermos en grupos y los curaba "magnetizándolos" con varillas sumergidas en esta agua preparada o con pases manuales que él les hacía, concentrándose mientras paseaba entre ellos. Los enfermos presentaban fenómenos somáticos provocados por la sugestión: tosían, sudaban, algunos convulsionaban y, en muchos casos, obtenían alivio a sus males. Poco a poco, de la curación se pasó al espectáculo teatral. Hoy en día, cuando oímos hablar de la hipnosis, todavía pensamos en una situación de espectáculo. La primera imagen que se nos ocurre es la de una persona poderosa que está controlando la mente de otra que, dormida, irremisiblemente la obedece porque ha perdido la conciencia y la voluntad. Esa imagen proviene de que todos nosotros, hemos estado en contacto con la hipnosis de teatro y tal vez algunos han escuchado que durante el siglo pasado y principios de éste, la hipnosis se utilizó en la medicina y la psicoterapia y se abandonó quién sabe por qué. Habrá quien piense que dejó de utilizarse por su ineficacia, otros sabrán que Freud dejó de usar la hipnosis porque sus pacientes se negaban a recordar lo que él les ordenaba o porque con ella desaparecían los síntomas y después de un tiempo volvían a aparecer, porque el conflicto que los había originado quedaba irresuelto.
Las imágenes que se describen más arriba corresponden en parte a la hipnosis clásica, con la que trabajaba Freud, en donde se proponía que el papel del hipnotizador consistía en inducir en el sujeto un estado en que estuviera receptivo a sus sugestiones, el trance. En términos generales, se dice que el trance es un "estado alterado de conciencia", identificando a ésta con la "normalidad" como si todo lo que no es conciencia fuera un "estado alterado". En los inicios de la historia formal de la hipnosis, se pensaba que el trance era un estado patológico o cuando menos implicaba tener una mente débil. En términos modernos, es un estado en que las facultades mentales críticas: "el razonamiento y la lógica están temporal y parcialmente suspendidas y la persona está imaginando y sintiendo más que pensando". Neurofisiológicamente, se define como un estado en que el sujeto está funcionando bajo el predominio de su cerebro derecho. El sueño fisiológico es otro estado alterado de conciencia, en donde se dan fenómenos similares a los del trance (alucinaciones, pérdida de la noción del tiempo, etc.) que dependen de la actividad del cerebro derecho. En la vigilia estamos bajo el predominio del cerebro izquierdo.
Si definimos a la hipnosis como una técnica para inducir un estado alterado de conciencia con algún fin determinado, habría que buscar el inicio de la historia informal de la hipnosis en los orígenes de la humanidad, de la cultura, en los ritos mágicos y religiosos o la adivinación de los sueños, en el arte de la profecía, en la medicina antigua y tradicional.
Los distintos elementos que constituyen estas prácticas, inducen al trance porque localizan la atención en sensaciones especiales: sonidos, olores, por ejemplo, que se dan dentro de un contexto particular en donde se tiene la certeza, que opera como autosugestión, de que ahí está sucediendo algo diferente.
Si regresamos a la historia formal de la hipnosis, en la hipnosis clásica se trataba de inducir un estado en que el sujeto perdiera la conciencia y el control para que éste pasara a manos del hipnotizador, con objeto de lograr que estuviera más receptivo a las sugestiones que provinieran de afuera.
Se hablaba de sujetos que eran más o menos hipnotizables (es decir que podían ser hipnotizados o no), más o menos sugestionables, y se crearon pruebas y escalas cada vez "más precisas" para medir los grados de hipnotizabilidad y de sugestionabilidad. Se inventaron más y más técnicas, que llenan los manuales de hipnosis clásica para burlar el control y la resistencia del paciente, para "profundizar" el trance y para evitar que la persona saliera de él a voluntad. Este fue el tipo de hipnosis que probó sus limitaciones.
La hipnosis moderna tiene sus antecedentes en los años treinta en Nancy, Francia. En la Escuela de Nancy (entre, cuyos exponentes destacan Liébault, Berheim y Coué) se consideraba que el estado de trance era un estado normal y no patológico como se afirmaba en la misma época en la Escuela de la Salpetriére, en Paris, donde trabajaron Freud y Charcot. En Nancy se proponía que el cambio se producía en una forma no consciente, a través de la imaginación y sin intervención de la voluntad. Se proponía también que las sugestiones operan solamente cuando encuentran en la persona que las recibe un eco interno y, en este sentido, son autosugestiones.
Congruente con los principios de Nancy, en los años cincuenta, Milton H. Erickson, psiquiatra norteamericano, desarrolló las técnicas hipnóticas clásicas dándoles un nuevo sentido e instrumentó nuevas. Incorporó todas ellas como parte de un estilo de comunicación en general y de comunicación terapéutica en particular, eliminando la formalidad y los rituales de la hipnosis clásica, de modo que se llegó a hablar de que Milton H. Erickson hacia "hipnoterapia sin trance", Sus aportaciones a la hipnosis moderna han sido fundamentales al grado que se le considera sinónimo de hipnosis ericksoniana.

HABLEMOS DE HIPNOSIS...

Cuando alguien pregunta: ¿Cuál es tu especialidad?.
Cuando respondes: Soy Hipnoterapeuta...
Surgen una serie de preguntas: ¿y eso qué es? ¿Cómo funciona la hipnosis? ¿Es verdad que te hacen hacer cosas raras? ¿?¿?¿?¿?.
Para poder desprendernos de los temores sobre algo, lo primero que debemos hacer es conocer eso que nos atemoriza, que nos parece extraño... Así es que podemos decir sin temor a equivocarnos que la hipnosis, en sí, funciona de la misma manera como aprendes y recuerdas... Funciona de la misma manera que entiendes el lenguaje. El lenguaje del inconsciente es un lenguaje que "sabe". Sabe qué necesitas, sabe cómo encontrar soluciones.
A través de la hipnosis lo que hacemos es encontrar los caminos para acceder a ese conocimiento que llevas guardado.
Cuando una concurre a un psicoterapeuta lo hace esperando que el éste nos ayude a mejorar, a aprender a manejar las situaciones para las que no estábamos preparados. El especialista en hipnosis, busca lo mismo, ayudar a quienes lo necesitan, lo hace por un camino más corto.
Antes la hipnosis estaba manejada de otra manera, desde que el Dr. Milton Erickson, incursionó en estos parajes nos entregó una herramienta mucho más pulida, más adaptada a las nuevas corrientes psicológicas, donde el hombre tiene un gran protagonismo en su tratamiento.
La nueva hipnosis, que no es tan nueva (sólo que muchos la están redescubriendo), nos permite fomentar el crecimiento, el aprendizaje, el desarrollo de las capacidades que llevamos dormidas, haciendo que seamos personas más independientes, más productivas, más sinérgicas. Lo importante es convertirse en un ser interdependiente, que maneja los parámetros de su vida, que conduce su vida. Es importante dejar de ser conducido por otros. La paradoja que se plantea es que muchas de las personas que consideran a la hipnosis como un mecanismo de manipulación de otros o de sí mismos, no advierten que su vida cotidiana está manipulada por otros a través de la opinión pública, de la publicidad, la moda, etc., sólo por nombrar algunas de las cosas que nos hacen andar al son de su melodía.
Manejemos nuestras metas, aprendamos cómo conducir nuestras capacidades para que nos brinden los mejor de sí mismas. Trabajemos con nosotros antes de poder hacerlo con los otros...
Recuerden que la mejor manera de opinar sobre algo es conocerlo, experimentarlo.


Autor: Dr. Dino Ricardo Deon