La MuJeR...y El TaO...

viernes, 1 de octubre de 2010

 







En el taoismo... el Tao se considera femenino por su
capacidad para engendrar y alumbrar las diez mil cosas. Sin perder de
vista que todos somos uno, este espacio se abre para acompañar a la
mujer en sus ciclos creativos de vida/muerte/vida, su conexión profunda
con el corazón de la Unidad y su sentir...


"La
mujer, presente en el taoismo desde sus inicios, practicó la alquimia
interna utilizando sus menstruaciones. Ésa era una de las diferencias
fundamentales entre el proceso del hombre y la mujer. Pero los diversos
textos taoístas de todas las épocas que exponían las técnicas y los
procedimientos de larga vida raramente hacían referencia a las técnicas
específicamente femeninas. Como mucho, indicaban algunas diferencias
mínimas, tales como la preeminencia de la izquierda en el hombre y la
derecha en la mujer, o de la esencia seminal en el hombre y de las
menstruaciones en la mujer.
La aparición a partir del siglo XVIII, bajo la dinastía Qing, de textos
específicos sobre alquimia femenina representó pues una gran novedad en
taoísmo. Esta literatura presentaba a veces un carácter claramente
popular y se originaba sobre todo en sesiones de escritura inspirada.
Fue transmitida por inmortales de ambos sexos, como Sun la no-dual (Sun
Bu'er), figura dominante de la alquimia femenina, o como las "flores
celestes" de todas las épocas. Los destinatarios de la información eran
adeptos pertenecientes a sub-escuelas del taoísmo ortodoxo de la
Perfección Total (Quanzhen), corriente ésta que era preponderante desde finales del siglo XII.
Los citados textos no tratan únicamente de técnicas de alquimia
interior propias de las mujeres. También exponen conceptos sobre ética
femenina, sobre la vida de la mujer en la sociedad o en la comunidad
religiosa, y exponen de manera muy concreta las reglas que ellas deben
observar. En ellos aparecen recurrentemente la imagen y el papel de la
mujer en el seno del taoísmo desde sus orígenes, así como la impronta de
su función social bajo la dinastía Qing.
Algunos opinan que, de las tres doctrinas fundamentales de China
(taoismo, confucianismo y budismo), el taoismo es la más favorable a la
mujer. Hay que reconocer que, en la sociedad china confuciana, el
nacimiento de un niño es una fiesta mientras que el de una niña se ve
rodeado de discreción. Los misioneros han relatado un sinfín de veces la
costumbre observada en el campo de abandonar en las cunetas a los
recién nacidos de sexo femenino. En ese sistema, por mucha importancia
que se otorgue al papel de la mujer en el seno de la familia, su rol
social es ínfimo; para colmo, mujeres solteras, viudas y segundas
mujeres
repudiadas ocupaban un lugar absolutamente insignificante. El
taoismo concede ciertamente gran importancia a la mujer y a lo femenino.
En el Libro de la Vía y la Virtud,
las imágenes de la maternidad y de la feminidad, evocadas en particular
a través del agua y relacionadas con la exaltación de lo flexible,
sugieren la existencia de un ideal femenino concreto. No obstante, esta
impresión merece ser matizada, ya que no sólo prima el ideal andrógino
sobre el ideal femenino, sino que, además, el hecho de que se propugne
un ideal femenino no implica que el estatuto resultante sea
especialmente favorable a la mujer. Muy al contrario; a menudo resulta
que se realza la imagen femenina precisamente durante un período
histórico de opresión social de la mujer. Esta ambigüedad es un rasgo
permanente de los textos de alquimia femenina.
Aunque los procedimientos de alquimia interior podían ser practicados
por mujeres tanto laicas como religiosas, está probado que nunca estaban
aislados de un contexto religioso. Además, se inscribían en un conjunto
de prácticas cotidianas que regulaban con precisión el comportamiento
de las mujeres y que se adaptaban a la vida social de cada época...

"Casi
todos los textos tardíos de alquimia femenina conceden una importancia
capital a la zona de los senos en la mujer. Sin embargo, cabe observar
algunos conceptos divergentes a propósito de esta cuestión. Para algunos
autores, el lugar importante corresponde a un punto situado en el
centro, entre los dos pezones, llamado la cavidad del aliento, (qixue).
En el caso del hombre, este mismo término designa un punto situado
encima del perineo. Esta es la descripción que figura en el Cinabrio-oro en la mujer:
La
cavidad del aliento no es otra cosa que los pechos. No hay que
imaginarse que se encuentra debajo del ombligo. ¿Cómo van a conseguir
las mujeres, que no saben dónde se forma de verdad el yin, que el dragón
venenoso se escabulla por sí mismo y desaparezca? Los pechos o, más
exactamente, la zona central a una pulgada con tres de los pezones
constituyen la cavidad del aliento, origen a su vez de las
menstruaciones. En el hombre, la fuerza vital tiene su sede en el campo
de cinabrio inferior, llamado cavidad del aliento por ese mismo motivo.
Cuando el yang llega a su apogeo, se transforma en yin. Es en la cavidad
del aliento donde se forma la sangre yin de las menstruaciones, la que
se vacía al exterior del cuerpo. Por esa razón, para decapitar el dragón
rojo conviene empezar el trabajo interior en el lugar en el que nace el
yin."


Invierno...Ante los ojos externos,

la Gran Madre parece descansar.

Interno. Fuego ardiendo bajo un manto blanco

el amor se gesta en el útero sagrado.


Amor.Fuerza y dulzura en el hombre salvaje,

protector del secreto de la creación.


Útero - Corazón.Beso de agua y fuego,

se derriten los hielos, vapor.

Invocación.

Caricias de viento,
las voces de mis ancestros...

"
Taoismo y alquimia femenina. Catherine Despeux. Editorial La Liebre de Marzo.
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La MuJeR...y El TaO... En el taoismo... el Tao se considera femenino por su capacidad para engendrar y alumbrar las diez mil cosas. Sin perder de vista que todos somos uno, este espacio se abre para acompañar a la mujer en sus ciclos creativos de vida/muerte/vida, su conexión profunda con el corazón de la Unidad y su sentir... "La mujer, presente en el taoismo desde sus inicios, practicó la alquimia interna utilizando sus menstruaciones. Ésa era una de las diferencias fundamentales entre el proceso del hombre y la mujer. Pero los diversos textos taoístas de todas las épocas que exponían las técnicas y los procedimientos de larga vida raramente hacían referencia a las técnicas específicamente femeninas. Como mucho, indicaban algunas diferencias mínimas, tales como la preeminencia de la izquierda en el hombre y la derecha en la mujer, o de la esencia seminal en el hombre y de las menstruaciones en la mujer. La aparición a partir del siglo XVIII, bajo la dinastía Qing, de textos específicos sobre alquimia femenina representó pues una gran novedad en taoísmo. Esta literatura presentaba a veces un carácter claramente popular y se originaba sobre todo en sesiones de escritura inspirada. Fue transmitida por inmortales de ambos sexos, como Sun la no-dual (Sun Bu'er), figura dominante de la alquimia femenina, o como las "flores celestes" de todas las épocas. Los destinatarios de la información eran adeptos pertenecientes a sub-escuelas del taoísmo ortodoxo de la Perfección Total (Quanzhen), corriente ésta que era preponderante desde finales del siglo XII. Los citados textos no tratan únicamente de técnicas de alquimia interior propias de las mujeres. También exponen conceptos sobre ética femenina, sobre la vida de la mujer en la sociedad o en la comunidad religiosa, y exponen de manera muy concreta las reglas que ellas deben observar. En ellos aparecen recurrentemente la imagen y el papel de la mujer en el seno del taoísmo desde sus orígenes, así como la impronta de su función social bajo la dinastía Qing. Algunos opinan que, de las tres doctrinas fundamentales de China (taoismo, confucianismo y budismo), el taoismo es la más favorable a la mujer. Hay que reconocer que, en la sociedad china confuciana, el nacimiento de un niño es una fiesta mientras que el de una niña se ve rodeado de discreción. Los misioneros han relatado un sinfín de veces la costumbre observada en el campo de abandonar en las cunetas a los recién nacidos de sexo femenino. En ese sistema, por mucha importancia que se otorgue al papel de la mujer en el seno de la familia, su rol social es ínfimo; para colmo, mujeres solteras, viudas y segundas mujeres repudiadas ocupaban un lugar absolutamente insignificante. El taoismo concede ciertamente gran importancia a la mujer y a lo femenino. En el Libro de la Vía y la Virtud, las imágenes de la maternidad y de la feminidad, evocadas en particular a través del agua y relacionadas con la exaltación de lo flexible, sugieren la existencia de un ideal femenino concreto. No obstante, esta impresión merece ser matizada, ya que no sólo prima el ideal andrógino sobre el ideal femenino, sino que, además, el hecho de que se propugne un ideal femenino no implica que el estatuto resultante sea especialmente favorable a la mujer. Muy al contrario; a menudo resulta que se realza la imagen femenina precisamente durante un período histórico de opresión social de la mujer. Esta ambigüedad es un rasgo permanente de los textos de alquimia femenina. Aunque los procedimientos de alquimia interior podían ser practicados por mujeres tanto laicas como religiosas, está probado que nunca estaban aislados de un contexto religioso. Además, se inscribían en un conjunto de prácticas cotidianas que regulaban con precisión el comportamiento de las mujeres y que se adaptaban a la vida social de cada época... "Casi todos los textos tardíos de alquimia femenina conceden una importancia capital a la zona de los senos en la mujer. Sin embargo, cabe observar algunos conceptos divergentes a propósito de esta cuestión. Para algunos autores, el lugar importante corresponde a un punto situado en el centro, entre los dos pezones, llamado la cavidad del aliento, (qixue). En el caso del hombre, este mismo término designa un punto situado encima del perineo. Esta es la descripción que figura en el Cinabrio-oro en la mujer: La cavidad del aliento no es otra cosa que los pechos. No hay que imaginarse que se encuentra debajo del ombligo. ¿Cómo van a conseguir las mujeres, que no saben dónde se forma de verdad el yin, que el dragón venenoso se escabulla por sí mismo y desaparezca? Los pechos o, más exactamente, la zona central a una pulgada con tres de los pezones constituyen la cavidad del aliento, origen a su vez de las menstruaciones. En el hombre, la fuerza vital tiene su sede en el campo de cinabrio inferior, llamado cavidad del aliento por ese mismo motivo. Cuando el yang llega a su apogeo, se transforma en yin. Es en la cavidad del aliento donde se forma la sangre yin de las menstruaciones, la que se vacía al exterior del cuerpo. Por esa razón, para decapitar el dragón rojo conviene empezar el trabajo interior en el lugar en el que nace el yin." Invierno...Ante los ojos externos, la Gran Madre parece descansar. Interno. Fuego ardiendo bajo un manto blanco el amor se gesta en el útero sagrado. Amor.Fuerza y dulzura en el hombre salvaje, protector del secreto de la creación. Útero - Corazón.Beso de agua y fuego, se derriten los hielos, vapor. Invocación. Caricias de viento, las voces de mis ancestros... "

Taoismo y alquimia femenina. Catherine Despeux. Editorial La Liebre de Marzo.