Cosmogonìa Sufí...

miércoles, 29 de junio de 2011

 


"En la cosmogonía sufí, como en la tántrica, el universo es un inmenso océano de amor, la energía vital que invade todos los cuerpos. Todos los seres, vivos o inanimados, son receptores y emisores de amor pero no son acumuladores. El amor no es un estanque, sino una corriente; sólo existe el movimiento, y para que entre ha de estar saliendo: la llama amorosa ha de pasarse para que no se extinga. Si se quiere acumular, se escapa. Su paso por el cuerpo templa la personalidad. Desde esta filosofía sufí, la energía amorosa tal como se concibe hoy ha sido banalizada y desvirtuada: primero, porque en el amor, según la concepción sufí, no se pueden dar los celos; y segundo, porque el amor siempre es desinteresado y los que dicen amar sin ser correspondidos, no aman, sino que están neuróticos. Vamos a aclarar estos dos puntos. En primer lugar, desde la perspectiva sufí, los celos son imposibles. El amor es un fenómeno sinérgico, es decir, no cumple el principio de conservación de la energía. En la ley de la materia o la energía, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 5; en la ley del amor, cuando tengo 8 y doy 3 me quedo con 11. Esto es lo característico de fenómenos sinérgicos, o multiplicadores de energía, como el conocimiento o el amor. En el conocimiento sucede que si doy una clase a 30 personas, mi conocimiento pasa a ellos (o a unos cuantos) y yo, no sólo no lo pierdo, sino que normalmente lo aumento. Así es en el amor y por tanto para amar a una persona no he de quitar amor a otras. Además, no se puede amar a una sola persona: o se ama a todo el universo, o lo que se llama amor es un egoísmo a dúo. Por otra parte, desde la concepción del amor sufí, es imposible amar y pasarlo mal, porque el ser o no correspondido es irrelevante. Un amor no correspondido será una irradiación pasajera que se lanza y de la cual se pasa a irradiar hacia otras cosas y personas. Empeñarnos en irradiar hacia una sola persona y que ésta nos corresponda, es estancarnos en una neurosis obsesiva, lo cual no debe considerarse como un amor ejemplar y abnegado, sino como una estúpida negación de la vida. Hay tantos objetos de amor en el mundo, que encerrarse en uno solo es atentar contra el propio flujo de la vida."


Luís Racionero "Filosofías del Underground”


Decìa Albert Einstein...Un ser humano es parte del todo, llamado por nosotros “Universo”; una parte limitada en tiempo y espacio. Se siente a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos como algo separado del resto – una especie de fijación óptica de su conciencia. Esta fijación es una prisión para nosotros, restringiéndonos a nuestros deseos personales y al cariño por unas pocas personas cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe de ser la de librarnos de esta prisión ampliando nuestro círculo de compasión para abrazar a todas las criaturas vivientes y a toda la naturaleza en su belleza... Nadie es capaz de alcanzar esto completamente pero la lucha por este logro es, en sí mismo, una parte de la liberación y fundación de una seguridad interior...