Uno en todas las Cosas...

sábado, 10 de julio de 2010

 




Una persona superior cuida del
bienestar de todas las cosas.
-Lo hace aceptando la responsabilidad de la energía que manifiesta, tanto activamente como en el reino sutil.
-Cuando mira un árbol, no ve un
fenómeno aislado, sino raíces, tronco, agua, tierra y sol: cada fenómeno relacionado con los
demás, y el árbol, surgiendo de este estado de relación.
-Mirándose a sí mismo, ve la
misma cosa. Árboles, animales, humanos o pájaros: insectos, flores y pájaros:
-Estas son imágenes activas de
las energías sutiles que fluyen desde las estrellas a través del universo. Encontrándose y
combinándose entre sí y con los elementos de la tierra, hacen surgir todas las cosas
vivas.
-La persona superior comprende
esto y entiende que sus propias energías desempeñan un papel en ello.
-Comprendiendo estas cosas,
respeta a la tierra como a su madre, al cielo como a su padre, y a todas las cosas vivas como a sus
hermanos y hermanas.
-Cuidándolos, sabe que se cuida a
sí mismo. Dándoles a ellos, sabe que se da a sí mismo. En paz con ellos, está siempre en paz
consigo mismo.

-¿Por qué correr en pos de la
verdad?
-Esta vibra en cada cosa y en
cada no cosa, desde la punta de tu nariz.
-¿Puedes estar en calma y ver la
verdad en la montaña?, ¿en el pino?, ¿en ti mismo?
-No creas que la descubrirás
acumulando más conocimiento.
-El conocimiento crea duda, la
duda te hace tener hambre de más conocimiento.
-No te puedes saciar comiendo de
este modo. La persona sabia se alimenta de algo más sutil: Se alimenta de la comprensión de
que lo que tiene nombre nació de lo que no tiene nombre, de que todo ser fluye del no ser, de que el
mundo que se puede describir
emana de una fuente indescriptible.
-Encuentra esta verdad sutil
dentro de su propio ser y llega a estar completamente satisfecho. Así pues, ¿quién puede
permanecer tranquilo y contemplar el ajedrez del mundo?
Hua Hu Ching...