¿Le asusta la muerte?...

sábado, 21 de agosto de 2010

 




Introducción...
¿Se pregunta qué le ocurrirá después de la muerte?
¿Es posible que su espíritu haya venido de algún otro lugar al cual
regrese cuando el cuerpo muera, o es sólo un sentimiento esperanzador
ante el temor a la muerte? Es una paradoja que
los humanos sean las únicas criaturas en la Tierra que deban reprimir el
temor a la muerte para llevar una vida normal. No obstante el instinto
biológico nunca nos deja olvidarnos de este último peligro para nuestras
vidas. A medida que nos hacemos mayores somos cada vez más conscientes
de la existencia del espectro de la muerte. Incluso la gente religiosa
terne a la muerte como el final de la persona. El miedo a la muerte nos
evoca la soledad que ésta conlleva y que acaba con todas las relaciones
de familia y amigos. La muerte hace que todos nuestros planes terrenales
parezcan inútiles. Si la muerte fuera el fin
para todos, la vida no tendría ningún sentido. Sin embargo, hay algo
dentro de nosotros que nos permite concebir un más allá, una especie de
conexión con un poder superior e incluso un alma inmortal. Si es verdad
que tenemos un alma, ¿dónde va después de la muerte? ¿Existe en realidad
una especie de cielo lleno de espíritus inteligentes fuera de nuestro
universo físico? ¿Cómo es ese cielo? ¿Qué hacemos cuando llegamos allí?
¿Hay un ser supremo a Cargo de este paraíso? Estas preguntas son tan
antiguas como el hombre mismo e incluso hoy siguen siendo un misterio
para la mayoría de nosotros. Las verdaderas
respuestas al misterio de la vida después de la muerte permanecen
encerradas detrás de una puerta espiritual en la mayoría de los hombres.
La razón de esta circunstancia es que poseemos un sistema de amnesia
incorporada y automática con respecto a la identidad de nuestra alma, lo
cual ayuda a que aparezca el alma y la mente humana en el nivel de
consciencia. En los últimos años se ha oído hablar de personas que-han
muerto temporalmente para después volver a la vida y contar que han
visto un largo túnel, luces brillantes e incluso han tenido un pequeño
encuentro con espíritus amigos. Sin embargo,
ninguna de estas experiencias que han recogido los muchos libros
escritos sobre la reencarnación nos ha dado algo más que una fugaz
visión de lo que puede ser la vida después de la muerte. Este
libro es un diario íntimo del mundo espiritual. Relata una serie de
casos reales que revelan con gran detalle lo que nos ocurre después de
que nuestra vida en la Tierra termina. A través de estas experiencias
viajará más allá del túnel espiritual y entrará en el mundo de los
espíritus para descubrir lo que les sucede a las almas antes de
encarnarse en otra vida terrenal. Yo soy escéptico por naturaleza, aunque no lo parezca por el contenido de este libro. Como
asesor psicológico e hipnoterapeuta, mi especialidad es la modificación
del comportamiento aplicado al tratamiento de enfermedades
psicológicas. Gran parte de mi trabajo supone una reestructuración
cognitiva de mis clientes a corto plazo ayudándoles a conectar
pensamientos y emociones que les induzcan a un comportamiento saludable.
Además, tanto ellos corno yo eludirnos el
significado, la función y las consecuencias de sus creencias porque yo
parto de la base de que ningún problema mental es imaginario. En
mis primeras experiencias profesionales me resistía a las peticiones
que me hacían algunos clientes de indagar en vidas pasadas debido a mi
orientación hacia la terapia tradicional. Cuando
utilizaba las técnicas de hipnosis regresión para determinar los
orígenes de recuerdos perturbadores y traumas infantiles creía que
cualquier intento de llegar a una vida pasada era poco ortodoxo y nada
científico. Mi interés por la reencarnación y la metafísica se limitaba a
una curiosidad intelectual hasta que trabajé con una persona joven en
un caso de control del dolor. Mi cliente se
quejaba de un dolor crónico en el costado derecho que había sufrido toda
su vida. Una de las técnicas utilizadas en hipnoterapia para controlar
el dolor es hacer que el sujeto consiga recrear el dolor para así
aprender a rebajarlo y por lo tanto adquirir control sobre él. En una de
nuestras sesiones de intensificación del dolor, este hombre se imaginó
que había sido apuñalado para revivir este tormento. Al buscar los
orígenes de esta imagen llegué a descubrir una vida anterior en la que
esta persona era un soldado en la Primera Guerra Mundial muerto por una
herida de bayoneta en Francia. Así mi cliente fue capaz de eliminar por
completo el dolor. Animado por mis propios
clientes, empecé a experimentar con la técnica de conducir a algunos de
ellos hacia momentos pasados antes de su último nacimiento en la Tierra.
En un principio me preocupaba la idea de que el sujeto integrara
necesidades, creencias y miedos actuales y creara fantasías en forma de
recuerdos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta de
que nuestros recuerdos pasados ofrecen experiencias demasiado reales e
interconectadas para ser ignoradas. Llegué a apreciar el valor
terapéutico que tiene la fuerte relación existente entre un cuerpo y la
vida de su alma en el pasado y lo que somos en la actualidad. En
ese momento hice un descubrimiento de enormes proporciones. Descubrí
que era posible observar el mundo espiritual a través de los ojos de la
mente de un individuo en estado de hipnosis que era capaz de informarme
de la vida “entre” las vidas en la Tierra. El
caso que me abrió las puertas del mundo de los espíritus fue el de una
mujer de mediana edad que era un paciente especialmente receptivo en
estado de hipnosis. Me había estado hablando de sus sentimientos de
soledad y abandono en ese delicado momento en el que un sujeto ha
terminado de recordar su vida pasada más reciente. Esta persona tan poco
común llegó al estado más profundo de alteración de la consciencia casi
por sí misma. Sin darme cuenta de que estaba provocando este estado con
una orden casi imperceptible, le sugerí que llegara hasta la fuente de
esta falta de compañía. A la vez y sin advertirlo utilicé una de las
palabras clave para desatar el recuerdo espiritual. También le pregunté si había un «grupo» específico de amigos a quien echara más de menos. Repentinamente
mi cliente se echó a llorar. Cuando le pedí que me explicara que le
pasaba, ella dijo repentinamente «Echo de menos a algunos de los amigos
de mi grupo y por eso me siento muy sola en la Tierra». Confundido, le
pedí que me explicara con más detalle dónde estaba este grupo de amigos.
«Aquí, en mi hogar permanente —contestó con simpleza— ¡y ahora estoy
viendo a todos ellos!». Después de terminar la
sesión con esta persona y repasar las grabaciones de las sesiones con
ella, pude reconocer que para llegar al mundo del espíritu se debe
extender la regresión a vidas pasadas. Existen muchos libros sobre vidas
pasadas pero no he podido encontrar ninguno que hablara de nuestras
vidas como espíritus o de cómo acceder a los recuerdos de esta vida.
Decidí investigar yo mismo y con la práctica adquirí mayor capacidad
para entrar en el mundo del espíritu a través de mis clientes. También
aprendí que para cualquier persona es mucho más significativo encontrar
su lugar en el mundo espiritual que recordar sus vidas anteriores en la
Tierra. ¿Cómo es posible alcanzar el alma a
través de la hipnosis? Imagine la mente como si estuviera formada por
tres círculos concéntricos, cada uno menor que el anterior, situado en
su interior y separado de los demás por capas de consciencia mental
conectadas entre ellas. La primera capa, la más exterior, representa a
la mente consciente, nuestra fuente de razonamiento crítico y analítico.
La segunda es la del subconsciente, en el que entramos en estado de
hipnosis para llamar a la puerta del «almacén» de recuerdos de todo
aquello que nos ha sucedido en esta vida o en vidas pasadas. La tercera
capa situada en el centro interior es lo que ahora se llama la mente
superconsciente. Este nivel contiene el centro más El
superconsciente alberga nuestra identidad verdadera, aumentada por el
subconsciente en el que se sitúan el resto de los «otros-yo» que
asumimos en cuerpos anteriores. El superconsciente podría no ser una
capa más sino el alma misma. La mente superconsciente representa nuestro
centro más importante de sabiduría y perspectiva y es de esta fuente de
energía inteligente de donde me llega toda la información sobre la vida
después de la muerte. ¿Es válido el método de
la hipnosis para descubrir la verdad? Las personas en estado de hipnosis
no producen alucinaciones ni sueños. Los hombres no sueñan en
secuencias cronológicas ni alucinan en un estado de trance directo.
Cuando a un sujeto se le induce a un estado de trance las ondas de su
cerebro aminoran progresivamente su ritmo de vibración desde el estado
beta de consciencia pasando por el estado de meditación alfa hasta los
distintos niveles del campo Theta. El campo Theta representa el estado
hipnótico, no el sueño. Cuando dormimos llegamos al estado final delta
en el que los mensajes del cerebro pasan al campo del subconsciente y se
expresan a través de nuestros sueños. Sin embargo, en el estado Theta
la mente consciente no está en estado total de subconciencia y por tanto
puede recibir y enviar mensajes con todos los canales de la memoria
abiertos. Una vez en estado de hipnosis, la
gente refiere las imágenes que ve y los diálogos que oye en su mente
inconsciente de manera literal. Al responder a las preguntas, el
individuo no puede mentir pero puede malinterpretar algo que ha visto en
su mente inconsciente de la misma manera que puede hacerlo en estado
consciente. Bajo la hipnosis la gente tiene problemas al encontrarse con
algo que no considera verdad. Algunos críticos
de la técnica de hipnosis creen que un sujeto en trance puede inventar
recuerdos e influir en las respuestas para ajustarse al marco teórico
que le sugiere el hipnotista. Yo creo que esta generalización tiene una
base falsa. En mi trabajo, yo trato cada caso como si estuviera oyendo
la información que me da mi cliente por primera vez. Si
un individuo fuera de alguna manera capaz de superar el procedimiento
de la hipnosis y creara una historia fantástica sobre el mundo del
espíritu o hiciera asociaciones libres a partir de ideas preconcebidas
sobre la vida eterna, sus respuestas pronto dejarían de ser consistentes
con las de otros casos. Yo pronto aprendí lo importante que es cotejar
la información y no he encontrado pruebas de alguien que hubiera
inventado sus experiencias espirituales para complacerme. Por el
contrario, los individuos en estado de hipnosis no dudan en corregirme
si malinterpreto sus relatos. A medida que
crecía mi archivo, descubría a base de intentos fallidos la manera de
enunciar mis preguntas sobre el mundo espiritual con la secuencia
adecuada. Los individuos en estado de superconciencia no están
particularmente motivados para informar voluntariamente de toda la
organización de la vida de las almas en el mundo espiritual. Se deben
tener las llaves adecuadas para abrir las puertas correctas. Con el
tiempo pude perfeccionar un método eficaz para acceder a los recuerdos
de diferentes partes del mundo de los espíritus sabiendo qué puertas
abrir y en qué momento de la sesión. Poco a
poco fui tomando confianza y cada vez más gente notaba que me sentía
cómodo con la idea del más allá y por tanto que podía hablarme sobre
ello. Mis clientes representan a hombres y mujeres variados: algunos muy
religiosos y otros sin creencias espirituales particulares. No
obstante, la mayoría se encuentran en un punto intermedio, habiendo
creado una mezcla de filosofías muy personales sobre la vida. Lo más
sorprendente con lo que me encontré en mis investigaciones es que una
vez que los individuos retrocedían a su estado de almas, todos mostraban
una extraordinaria consistencia en sus respuestas sobre el mundo
espiritual. Algunos de ellos incluso utilizaban coloquialmente las
mismas palabras y las mismas imágenes en las descripciones de sus vidas
como almas. Sin embargo, esta homogeneidad de
experiencias entre tantos clientes no me disuadió de verificar
continuamente la información entre mis clientes y corroborar las
actividades específicas que realizaban como almas. Existían algunas
diferencias en la manera de relatar la información entre los distintos
casos pero se debía más al desarrollo que habían alcanzado las almas que
a las variaciones con las que cada caso veía el mundo espiritual. Las
investigaciones avanzaban lentamente pero a medida que iba creciendo el
número de casos, obtenía un modelo del mundo eterno donde viven las
almas con el que poder trabajar. Descubrí que las ideas sobre el mundo
de los espíritus encierran verdades universales de las almas de aquellos
en la Tierra. Fueron estas percepciones, transmitidas por muchos tipos
distintos de personas, las que me convencieron de que su información era
fiable. Yo no soy una persona religiosa pero he descubierto que el
lugar al que vamos después de la muerte está presidido por el orden y el
gobierno y he llegado a agradecer la existencia de una gran concepción
de la vida y el más allá. Pensando de qué
manera presentar mis investigaciones llegué a la conclusión de que el
mejor era un método en el que se presentara cada caso por separado. Era
la manera más descriptiva y permitiría al lector evaluar los recuerdos
de mi cliente sobre el más allá. Cada caso que
he seleccionado representa un diálogo directo entre mi cliente y yo. Los
testimonios están tomados de las grabaciones de mis sesiones con ellos.
Este libro no pretende tratar las vidas pasadas de mis clientes sino
documentar sus experiencias en el mundo de los espíritus en relación a
dichas vidas. Para aquellos lectores que
encuentren difícil conceptualizar el alma como un objeto no material,
los casos que aparecen en los primeros capítulos explican el aspecto y
el funcionamiento de las almas. Todos los casos han sido abreviados de
algún modo por razones de espacio y para dar al lector una idea ordenada
de las actividades de las almas. El ordenamiento de los capítulos está
destinado a mostrar la progresión normal de las almas al entrar y al
salir del mundo espiritual, además de dar otro tipo de informaciones
sobre los espíritus. He comprendido los viajes
de las almas desde el momento de la muerte hasta su reencarnación
siguiente después de diez años de trabajo con mis clientes. Al principio
me sorprendió que hubiera gente que recordara partes de su vida como
alma más claramente en el caso de vidas distantes que en el de vidas
recientes. No obstante, por alguna razón, ningún individuo podía
recordar la cronología completa de sus actividades como alma tal y como
yo la presento en este libro. Mis clientes recuerdan ciertos aspectos de
su vida espiritual muy vívidamente mientras que otras experiencias se
les muestran muy confusas. Por eso, incluso con estos 29 casos me
resultaba imposible dar al lector toda la información que había recogido
del mundo espiritual. Así, incluí en cada capítulo detalles de otros
casos además de los 29 iniciales. El lector puede considerar que mis preguntas son en ciertos casos demasiado exigentes. En
estado de hipnosis es necesario mantener al sujeto centrado en la
conversación. Cuando se trabaja en el ámbito de lo espiritual las
exigencias del director de la sesión son mayores que cuando se trata de
recuerdos de vidas pasadas. En estado de trance normalmente el individuo
tiende a dejar vagar su alma-mente mientras se le presentan
interesantes escenas. Mis clientes con frecuencia me piden que no hable
durante unos momentos para que puedan dejar de informarme de lo que ven y
disfrutar las experiencias pasadas de su alma. Yo intento ser amable
con ellos y no estructurar demasiado las sesiones pero normalmente cada
sesión, de una duración de tres horas, es la única que tengo con ese
cliente y hay mucho que cubrir en ese tiempo. Algunos de mis clientes
vienen desde lejos y es posible que no puedan volver otra vez. Es
para mí muy reconfortante ver la expresión de sorpresa en la cara de un
cliente cuando acaba la sesión. Para aquellos de nosotros que hemos
tenido la oportunidad de ver nuestra propia inmortalidad emerge una
nueva dimensión en la comprensión y el poder de nuestro yo. Con
frecuencia: antes de despertar a mis clientes implanto recuerdos
apropiados para el estado de post-sugestión. Tener un conocimiento
consciente de la vida de nuestra alma en el mundo espiritual y un
historial de existencias físicas en otros planetas infunde a estas
personas un sentido más profundo del rumbo y la energía de sus vidas. Para
terminar, debo decir que lo que están a punto de leer puede conmocionar
sus ideas preconcebidas sobre la muerte. El material que aquí se
presenta puede estar en contradicción con sus creencias religiosas y
filosóficas. Habrá lectores que encuentren apoyo para sus opiniones
actuales. Habrá otros para los cuales la información que ofrecen estos
casos parezca una historia subjetiva semejante a un cuento de ciencia
ficción. Sea cual sea su opinión, confío en que reflexionará sobre las
implicaciones que habría para la humanidad si lo que mis clientes tienen
que decir sobre la vida después de la muerte es cierto. 1. Muerte y partida Caso 1 S. (Sujeto):
¡Oh, Dios mío! ¡No estoy muerto de verdad! Quiero decir que mi cuerpo
está muerto —lo puedo ver debajo de mí— pero yo estoy florando... Miro
hacia abajo y veo mi cuerpo tendido en la cama del hospital. Todos a mi
alrededor creen que estoy muerto, pero no lo estoy. Quiero gritar: ¡Eh,
no estoy muerto de verdad! Esto es increíble... las enfermeras están
tapándome la cabeza con una sábana blanca... todos los que me conocen
están llorando. Se supone que estoy totalmente muerto pero ¡todavía
estoy vivo! Es muy extraño porque mi cuerpo está totalmente muerto y sin
embargo yo doy vueltas a su alrededor desde arriba. ¡Estoy vivo! Éstas
son las palabras de un hombre en estado profundo de hipnosis que estaba
recordando una de sus experiencias de muerte. Estas palabras nos llegan
a golpes cortos y llenos de excitación mientras el individuo
experimenta lo que ve y siente un espíritu que acaba de separarse del
cuerpo físico. Este hombre es uno de mis clientes y yo acabo de ayudarle
a recrear una escena de su muerte en una vida pasada mientras está
tumbado en un cómodo sillón reclinable. Momentos antes, siguiendo mis
instrucciones para inducirle al estado de trance, este individuo
retrocedió en el tiempo hasta sus recuerdos infantiles. Sus percepciones
subconscientes fueron surgiendo gradualmente mientras uníamos nuestros
esfuerzos para alcanzar el vientre de su madre. Más
tarde le preparé para un salto al pasado a través de las brumas del
tiempo utilizando visualmente un escudo protector. Cuando su mente
estuvo preparada para este paso, llevé a mi sujeto a través de un túnel
del tiempo imaginario hasta llegar a su última vida en la Tierra. Había
sido una vida muy corta porque este hombre murió repentinamente en una
epidemia de gripe en 1918. Cuando pasó la
primera sorpresa de verse morir y sentir que su alma flotaba alrededor
de su cuerpo, mi cliente se preparó para relatar las imágenes visuales
que su mente recreaba. Puesto que hay una pequeña parte de su mente
consciente y crítica que todavía está funcionando, se da cuenta de que
está viendo una experiencia del pasado. Este
cliente necesita un poco más de tiempo de lo normal para ajustarse a
esta situación puesto que es un alma joven y todavía no está tan
acostumbrada al ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación como lo
están otros. No obstante, después de unos
minutos se adapta y empieza a responder a mis preguntas con gran
seguridad. Rápidamente elevo el nivel hipnótico de mi cliente desde el
subconsciente hasta el superconsciente. Ahora está totalmente preparado
para hablarme del mundo espiritual. Le pregunto qué le está ocurriendo. R:
Bueno... me estoy elevando… flotando... Me vuelvo para ver mi cuerpo.
¡Es como ver una película, sólo que yo salgo en ella! El médico está
consolando a mi mujer y a mi hija. Mi mujer está llorando (El sujeto se
mueve incómodo en la silla). Estoy intentando comunicarme con su
mente... para decirle que estoy bien. Está tan cegada por la pena que no
puedo comunicarme con ella. Quiero que sepa que he dejado de sufrir...
Me he liberado del cuerpo... No lo necesito más... La esperaré. Quiero
que sepa que… pero no… me escucha. ¡Ah, ahora me estoy alejando…! Y así,
guiado por una serie de órdenes, mi cliente comienza a internarse en el
mundo de los espíritus. Este camino ha sido recorrido por muchos otros
en la seguridad de mi despacho. Típicamente, al ampliarse los recuerdos
en el estado de superconciencia los sujetos bajo la hipnosis conectan
mejor con el camino del espíritu. A medida que avanza la sesión, las
imágenes mentales del sujeto se traducen en palabras con más facilidad. Las
frases cortas y descriptivas se convierten en explicaciones detalladas
de lo que ocurre cuando se entra en el mundo espiritual. En
libros sobre temas de medicina, autores como el doctor Raymond Moody o
Isabel Kubler-Ross, han escrito sobre las experiencias del alma fuera
del cuerpo en el momento de la muerte en personas que han sufrido un
accidente y están en situación muy grave. Estas
personas fueron consideradas clínicamente muertas antes de que los
esfuerzos de los médicos consiguieran traerles otra vez a la Tierra. Las
almas son capaces de salir y regresar a los cuerpos que las acogen,
particularmente en situaciones críticas para la vida cuando el cuerpo
está muriendo. La gente cuenta que sus almas flotan por encima del
cuerpo, especialmente en los hospitales, mientras los médicos intentan
salvarles la vida. Estos recuerdos se olvidan con el tiempo una vez que las almas vuelven a la vida. En
las primeras fases de la regresión a vidas pasadas en estado de
hipnosis, las descripciones de los individuos que experimentan muertes
pasadas no se contradicen con la información que tenemos de gente que
experimentó la muerte real durante unos minutos. La diferencia que
existe entre estos dos grupos es que las personas en estado de hipnosis
no recuerdan experiencias de una muerte temporal, sino que son capaces
de describir cómo es la vida después de la muerte física permanente. ¿Cuáles
son las similitudes entre los recuerdos de la vida después de la muerte
que tienen las personas que informan de este tipo de experiencias como
resultado de una lesión física temporal y los recuerdos de la vida del
más allá de un sujeto en estado de hipnosis? Ambos se ven flotando por
encima de su cuerpo de manera extraña, intentando tocar objetos sólidos
que se desintegran frente a ellos. Todos ellos se sienten frustrados al
intentar hablar con los vivos, que no responden. Ambos dicen que sienten
algo que tira de ellos y les aleja del lugar donde han muerto y
experimentan una sensación de relajación y curiosidad más que de miedo. Todas
estas personas dicen notar un sentimiento eufórico de libertad y ven
una luz brillante a su alrededor. Algunos ven esta blancura brillante a
su alrededor cuando mueren mientras que otros observan que esta luz se
encuentra más allá de una zona de oscuridad a través de la cual se
sienten atraídos. Este efecto se conoce como el túnel y es bien conocido
por el público. El segundo caso que voy a
exponer nos llevará más allá de la experiencia de la muerte del caso 1.
Aquí, el sujeto es un hombre de unos 60 años que me describe los sucesos
de su muerte en el cuerpo de una mujer joven llamada Sally, asesinada
por los Indios Kiowa en un ataque al tren en el que viajaba en 1866.
Aunque tanto este caso como el anterior describen experiencias de la
muerte en cuerpos de un pasado reciente, la fecha de la muerte no tiene
especial relevancia. Yo no he encontrado diferencias significativas
entre tiempos antiguos o modernos en lo referente a las imágenes del
mundo espiritual o al tipo de lecciones que nos dan. También
debo decir que una persona en trance tiene una curiosa capacidad para
eliminar las fechas y los lugares geográficos de sus vidas pasadas. Esto
ocurre incluso en los períodos más alejados de la civilización humana,
cuando las fronteras de las naciones y los toponímicos son diferentes a
los de hoy. No se recuerdan fácilmente los nombres, las fechas y los
lugares de cada vida pasada, y sin embargo, las descripciones de la
vuelta al mundo espiritual y la vida en el más allá se recuerdan con
gran vividez en todos los casos. La escena del
caso 2 se abre en las llanuras del sur de los Estados Unidos
inmediatamente después de que una flecha lanzada desde muy cerca se
clavara en el cuello de Sally. Suelo tener siempre mucho cuidado al
recordar escenas violentas de vidas pasadas puesto que el subconsciente
frecuentemente retiene estas experiencias. El sujeto de este caso vino a
mi consulta quejándose de sufrir molestias en la garganta durante toda
su vida. En estos casos normalmente se utiliza la terapia del alivio y
la desprogramación. Cuando el sujeto recuerda vidas pasadas utilizo el
momento de la muerte para la reflexión y sitúo al sujeto de observador
para reducir el dolor y la emotividad. Caso 2 P: ¿Sientes un fuerte dolor debido a la flecha? R:
Sí.... la punta me ha desgarrado la garganta... Estoy muriendo (el
sujeto comienza a susurrar mientras se sujeta la garganta con las
manos). Me estoy ahogando… sale sangre... Will (su marido) me abraza...
El dolor… es terrible... Estoy saliendo... Ya ha acabado todo. Nota:
Cuando el cuerpo siente un gran dolor, las almas frecuentemente
abandonan el cuerpo momentos antes de que se produzca la muerte
verdadera. ¿Quién puede culparlas? No obstante, permanecen cerca del
cuerpo que está muriendo. Después de aplicar técnicas para calmar al
sujeto, le hago pasar del subconsciente al superconsciente para iniciar
la transición a los recuerdos espirituales. P:
Bien. Sally, has aceptado el hecho de que te han matado estos indios.
¿Podrías describirme la sensación exacta que sientes en el momento de la
muerte? R: Es como… una fuerza… de algún tipo... que me empuja a Salir de mi cuerpo. P: ¿Te empuja? ¿Hacia dónde? R: Me hace salir por encima de la cabeza. P: ¿Qué es lo que ha salido? R: ¡Bueno pues... yo! P: Describe lo que quieres decir con «yo». ¿Cómo es eso que llamas «yo» cuando está saliendo de tu cuerpo? R: (Pausa) Es como... un punto... que irradia luz... P: ¿Cómo irradias luz? R: Con… mi energía. Soy algo así como blanco transparente... mi alma... P: ¿Y cambia algo este punto de energía luminosa cuando sale de tu cuerpo? R: (Pausa) Parece que crece algo... mientras me muevo. P: Si tu luz se está expandiendo, ¿cómo eres ahora? R: Como un hilo... delgado… que cuelga... P: ¿Y qué sientes durante e] proceso de salir del cuerpo? R: Bueno, es como si me pelaran la piel... como pelar un plátano. Pierdo el cuerpo de un golpe. P: ¿Es una sensación desagradable? R:
¡Oh no! Es maravilloso sentirse libre de dolor, pero... estoy...
desorientada... No esperaba morir... (La tristeza se está apoderando de
la voz de mi cliente pero yo quiero que se centre en su alma un minuto
más, en vez de prestar atención a lo que está ocurriendo en la Tierra
con su cuerpo). P: Comprendo, Sally. Te
sientes algo desplazada como alma en este momento. Esto es normal en una
situación como la que acabas de vivir. Escucha y responde a mis
preguntas. Dijiste que estabas flotando. ¿Puedes moverte libremente
después de morir? R: Es extraño... es
como si estuviera suspendida en el aire, pero no es aire... no existen
límites... no hay gravedad... soy ingrávida. P: ¿Quieres decir que es algo parecido a estar en el vacío? R: Sí... no hay nada sólido a mi alrededor. No existen obstáculos con los que pueda chocar... Estoy flotando… P: ¿Puedes controlar tus movimientos? ¿Hacia dónde vas? R: Sí... puedo hacerlo...pero noto como me empujan hacia una zona blanca y luminosa... ¡Es muy brillante! P: ¿Es igual de intensa por todos lados esta blancura? R:
Es más luminosa… en la zona más alejada de mí... y de un blanco más
grisáceo... gris… hacia donde está mi cuerpo... (Empieza a llorar). ¡Oh
mi pobre cuerpo!... Todavía no estoy preparada para dejarlo. (El sujeto
se echa hacia atrás en el sillón como si estuviera resistiéndose a
algo). P: No te preocupes, Sally. Estoy
contigo. Quiero que te relajes y me digas si la fuerza que te sacó de tu
cuerpo en el momento de tu muerte todavía está tirando de ti y si
puedes resistirte. R: (Pausa) Cuando me
liberé de mi cuerpo, el tirón disminuyó. Ahora siento como si alguien me
alejara suavemente de mi cuerpo... No quiero irme todavía… pero hay
algo que quiere que me vaya ya... P:
Comprendo Sally, pero me parece que estás descubriendo que tienes algún
tipo de control. ¿Podrías describir esto que está tirando de ti? R: Es... una especie de... fuerza magnética... pero... quiero quedarme un poco más... P: ¿Puede tu alma resistirse a este tirón tanto como quiera? R:
(Hay una larga pausa mientras que el sujeto parece tener una lucha
interna en la persona de Sally) Sí, puedo quedarme si quiero. (Empieza a
llorar) Es horrible lo que esos salvajes le han hecho a mi cuerpo. Todo
mi bonito vestido azul está lleno de sangre... Mi marido Will intenta
abrazarme y todavía está luchando con nuestros amigos contra los Kiowa. Nota:
Refuerzo la imagen de un escudo protector alrededor de mi cliente, tan
importante como base para el tratamiento de tranquilización. El alma de
Sally todavía flota por encima de su cuerpo cuando yo hago que la escena
avance en el tiempo hasta el momento en el que los indios huyen de los
rifles del tren. P: Sally, ¿qué hace tu marido después del ataque? R:
Oh, menos mal... mi marido no está herido… pero... (con tristeza) me
está abrazando… está llorando por mí... no puede hacer nada por mí pero
no parece darse cuenta todavía. Yo estoy fría pero me acaricia la
cara... y me besa. P: ¿Y tú qué estás haciendo ahora? R:
Yo estoy sobre la cabeza de Will. Intento consolarle. Quiero que sienta
que en realidad mi amor no se ha ido... Quiero que sepa que no me ha
perdido para siempre y que le volveré a ver. P: ¿Le llegan tus mensajes? R:
Hay tanta pena, pero...él siente mi esencia... lo sé. Nuestros amigos
le rodean... finalmente nos separan... quieren reparar los vagones y
continuar el viaje. P: ¿Y qué le está ocurriendo a tu alma ahora? R: Todavía me resisto a la sensación de tirón... Quiero quedarme. P: ¿Por qué? R: Bueno, sé que estoy muerta... pero no estoy preparada para dejar a Will todavía y... quiero ver cómo me entierran. P: ¿Ves o sientes alguna otra identidad espiritual cerca de ti en este momento? R:
(Pausa) Están cerca... pronto les veré… siento su amor de la misma
manera que quiero que Will sienta el mío... están esperando a que yo
esté preparada. P: A medida que pasa el tiempo, ¿puedes consolar a Will? R: Estoy intentando llegar a su mente. P: ¿Y puedes conseguirlo? R: (Pausa) Creo que... un poco... Siente... amor... P: Bien Sally, ahora vamos a avanzar otra vez en el tiempo. ¿Ves a tus amigos del tren enterrando tu cuerpo? R:
(Con más confianza en la voz) Sí, me han enterrado. Ahora me puedo
ir... Vienen a por mí... Me muevo… hacia una zona más luminosa... Al
contrario de lo que algunas personas creen, las almas suelen tener poco
interés en lo que les ocurre a sus cuerpos una vez que están físicamente
muertos. Esto no significa insensibilidad hacia las situaciones
personales y la gente que dejan atrás en la Tierra, sino una aceptación
de la finalidad de la muerte. Tienen prisa por llegar hacia la belleza
del mundo espiritual. Sin embargo, muchas otras
almas flotan sobre el lugar de su muerte durante algunos días de la
Tierra, normalmente hasta el funeral de sus cuerpos. Aparentemente el
tiempo se acelera para las almas y lo que en la Tierra son unos días
para ellas pueden suponer unos minutos. Hay muchos motivos para que un
alma permanezca cerca de su cuerpo. Por ejemplo, alguien que ha sido
asesinado o ha muerto repentinamente en un accidente no quiere abandonar
la Tierra de inmediato. Frecuentemente estas almas se encuentran
enfadadas o confundidas. El síndrome del alma flotante ocurre
particularmente en los casos de muerte de personas jóvenes. Separarse
abruptamente del cuerpo humano, incluso después de una larga
enfermedad, supone una sacudida para el alma normal y puede contribuir a
que se resista a partir en el momento de la muerte. Hay también algo
simbólico en el período de tres a cinco días que separan la muerte de la
organización de los funerales. Las almas no tienen una curiosidad
morbosa de verse enterradas, puesto que los sentimientos en el mundo
espiritual no son los mismos que los del mundo terrenal. No obstante,
aprecian el respeto que sus familiares y amigos presentan en su memoria.
Como hemos visto en el último caso hay una
razón principal para que los espíritus no quieran dejar el lugar de su
muerte física. Desean llegar mentalmente a los seres queridos para
consolarlos antes de ir más allá en su camino al mundo espiritual. Los
que acaban de morir no sienten pena por su muerte puesto que saben que
se encontrarán otra vez en el mundo espiritual con aquellos que les han
sobrevivido, y probablemente también se verán en otras vidas. Por el
contrario, los asistentes a un funeral en general sienten que han
perdido a un ser querido para siempre. Durante
la hipnosis, mis clientes recuerdan sentimientos de frustración porque
no pueden utilizar su energía de manera eficaz para comunicarse
mentalmente con un ser humano a quien la pena y el dolor no le hace
receptivo. El trauma emocional de los vivos puede abrumar de tal manera
la mente que la incapacite para comunicarse con las almas. Cuando
un alma que acaba de salir de su cuerpo encuentra una vía para consolar
a los vivos, aunque sea breve, normalmente se siente satisfecha y está
preparada para alejarse rápidamente del plano astral de la Tierra. Yo
viví un ejemplo típico de consuelo espiritual. Mi madre murió
repentinamente de un ataque de corazón. En su entierro, mi hermana y yo
estábamos tan apenados que nuestras mentes eran totalmente insensibles.
Horas después volvimos a la casa vacía de mi madre con nuestras parejas y
decidimos descansar un rato. Mi hermana y yo debimos llegar al estado
receptivo alfa casi al mismo tiempo. En dos habitaciones distintas mi
madre apareció a través de nuestro subconsciente en forma de luz blanca
por encima de nuestras cabezas. Nos sonrió mostrándonos su aceptación de
la muerte y su bienestar actual. Después se fue flotando. Duró sólo
unos segundos pero fue un suceso muy significativo como cierre e hizo
que ambos cayésemos en el profundo sueño del estado delta. Los
hombres somos capaces de sentir la consoladora presencia de las almas
de los seres queridos que han muerto en especial durante los funerales o
inmediatamente después. Para que la
comunicación espiritual pueda atravesar la barrera de la pena y la
conmoción es necesario intentar relajarse y aclarar la mente, al menos
durante períodos cortos de tiempo. En estos momentos somos más
receptivos a una experiencia paranormal y podremos recibir sentimientos
de amor, perdón, ánimo o seguridad de que el ser querido está bien. Cuando
una mujer viuda con hijos pequeños me dice: «Una parte de mi marido me
ayuda en los momentos difíciles», yo la creo. Mis clientes me dicen que
en su estado de almas pueden ayudar a aquellos que están en la Tierra a
que su mente conecte con el mundo espiritual. Como se ha recordado
sabiamente, nadie se ha ido del todo mientras permanezca en el recuerdo
de alguien en la Tierra. En los capítulos siguientes veremos que un
recuerdo específico puede ser un reflejo de nuestra propia alma mientras
que los recuerdos colectivos son átomos de energía pura para todas las
almas. La muerte no rompe la relación con el alma inmortal de aquellos
que queremos simplemente sólo porque han perdido la presencia física de
un cuerpo mortal. A pesar de gran actividad, las almas pueden llegar
hasta nosotros si las llamamos. Ocasionalmente,
un alma perturbada puede no querer abandonar la Tierra después de su
muerte física. Esto se debe a problemas sin resolver que han tenido un
gran impacto sobre su consciencia. En estos casos anormales se necesita
ayuda de las entidades superiores que cuidan .de nosotros desde la otra
vida y pueden asistimos en el proceso de adaptación. Nosotros también
podemos ayudar a estos espíritus dejar la Tierra. Profundizaremos
en el tema de las almas perturbadas en el capítulo 4, donde también
podremos comprobar la poca realidad que hay detrás del misterio de los
fantasmas tal y como aparecen descritos en libros y películas. ¿Cuál
es la mejor manera de prepararnos para la muerte? Podemos vivir mucho o
poco, estar sanos o enfermos, pero para todos hay un momento en el que
hemos de enfrentarnos con la muerte. Si hemos sufrido una larga
enfermedad que nos ha llevado a la muerte, hemos tenido tiempo
suficiente para preparar nuestra mente una vez superados el choque, la
negación y la depresión inicial. La mente suele acortar el proceso
cuando nos enfrentamos a la muerte de repente. Cuando se acerca el final
de la vida física, cada uno de nosotros desarrolla la capacidad de
fundirse con su propia consciencia superior. El momento de la muerte es
el período de una vida en el que somos más fácilmente conscientes de
nuestro propio espíritu, puesto que podemos sentir que nuestra alma está
conectada con la eternidad de los tiempos. Aunque
hay personas a las que la aceptación de la muerte les parece más
difícil que la resignación, el personal médico que asiste a los
moribundos dice que la mayoría acepta la partida pacíficamente cuando
llega el momento. En mi opinión, a los moribundos se les permite el
acceso al conocimiento supremo de la consciencia eterna y esto se
refleja en la cara. Muchas de estas personas se dan cuenta de que hay
algo universal que les está esperando ahí fuera y que será bueno para
ellos. Las personas que están acercándose a la
muerte se enfrentan a una metamorfosis en la que su alma se separa de un
cuerpo adoptado. La gente asocia la muerte con la pérdida de la fuerza
vital, cuando en realidad es lo contrario. Al morir, perdemos
nuestro
cuerpo pero nuestra energía vital eterna se une con la fuerza de un alma
divina superior. La muerte no es oscuridad sino luz. Mis
clientes dicen que, después de recordar experiencias de muertes
anteriores, están tan llenos de una nueva sensación de libertad que
acaban de redescubrir al salir de sus cuerpos que están deseando empezar
el viaje espiritual que les conducirá a un lugar de paz y familiaridad.
En los casos siguientes veremos cómo es la vida para ellos en la otra
vida... Continuará….

© 1994. Michael Newton.
LA VIDA ENTRE VIDAS - Michael Newton – Parte 1