La Madre Divina...La Esencia...Conociendo a la Madre Divina...

miércoles, 14 de abril de 2010

 


Cuando descubrí la existencia de la
Madre Divina decidí que iba a ser su devota para siempre y que no iba a
hacer otra cosa sino adorarla. Luego descubrí que más que adorarla en
una figura hecha por manos humanas debía encontrar y reverenciar a la
Madre en toda ...la Creación. Fue así como desarrollé el habito de
mantener el Concepto Inmaculado viendo a la Divina Madre en todo lo que
encontraba a mi alrededor –y más allá...

La Madre Divina es la vida
que hace palpitar el corazón, es la sangre que corre por tus venas, es
el aliento sagrado que entra a tus pulmones y transmite el oxigeno a
cada célula, es la luz que vibra en el núcleo del átomo y también es
todas las partículas que giran a su alrededor. La Madre Divina es vida,
es Luz, es Amor. Es el Espíritu supremo que te inspira a mirar hacia
arriba, a no sentirte cómodo con el humano, y a Ser Más.


La
Madre Divina es tu esencia pura que te llama a Ser el Ser que realmente
eres. La Madre Divina no soporta verte atrapado en la dualidad de maya.
Ella buscará por todos los medios –si se lo permites- sacudirte y
despertarte a la verdad de tu Identidad Suprema: el YO SOY.

La
Madre Divina es… pureza, intrepidez, verdad, amor, fuego que sacude,
relámpago que ilumina, huracán furioso que arranca de raíz aquello que
no está sustentado en la verdad del Ser –el YO SOY. La Madre Divina Es,
y nada en este mundo puede describir lo que Es –debes conocerla.

La
Madre Divina es Una sola, pero tiene muchas formas. Como Saraswty, la
madre amorosa que enseña a sus hijos el camino, lo correcto y lo
no-correcto. Como Lakshmi, la Madre que provee, que amamanta y nutre a
sus niños, y que trasmite algo de sí a sus creaturas para que estas
puedan llegar a Ser. Como María, la Madre que sostiene el concepto
inmaculado por sus hijos y los ilumina por medio del amor. Como Kuan
Yin, que perdona y transmuta las faltas, para que sus hijos puedan
estar libres de su karma para Ser. Como Parvati, la mística devota que
se centra en sí misma para sostener la imagen del Ser.

Pero
también como Durga –la matadora de demonios-, la Madre implacable que
desciende como relámpago para cortar aquello que te mantiene atado en
la irrealidad. Durga mata al demonio-búfalo de la falsa identidad, al
impostor que suplanta al Ser con sus sutilezas y su astucia serpentina
y racional. Igualmente como Kali, quién representa la tempestad, el
trueno, la lluvia que remueve, el fuego que quema la ignorancia, el
tornado que desintegra el ser irreal. Es un torbellino, una espiral de
consciencia pura que va más allá y te extrae amorosamente, pero con
violencia, de la irrealidad...