La Mujer Solar...

domingo, 3 de octubre de 2010

 



"El patriarcado nace como una rebelión adolescente de los hombres contra la madre".

Paule Salomón, autora de "La mujer solar", investiga los orígenes del patriarcado y propone la alternativa de la "generación lúcida", donde cada persona asume su parte masculina y su parte femenina. "Seres completos que se relacionan por amor, no por necesidad ni complementaridad".



Paule Salomón:

Paule Salomón es una psicoterapeuta francesa que proviene del campo de la filosofía, y eso se nota. En los últimos 20 años, su vocación filósofa hizo que sus investigaciones, en el campo de la mente humana, tocaran el plano de la espiritualidad, y se dedicó a viajar entre lo divino y humano, encontrando conexiones sorprendentes, a las que sólo podemos llegar saliendo de nuestro ombligo, de las interpretaciones limitadas de nuestra cultura. Parte de sus conclusiones han sido plasmadas en su libro "La mujer solar. El final de la guerra de los sexos", recientemente traducido al castellano y publicado por ediciones Obelisco. Un viaje por las diferentes concepciones culturales a lo largo de la historia que explican, y determinan también, las relaciones entre hombres y mujeres en el curso de los tiempos.

Lejos de quedarse sólo en el campo de la teoría, imparte también talleres y seminarios dirigidos a superar los arquetipos que nos encierran y nos mantienen en una alienación que sólo puede manifestarse en una lucha de géneros. Está convencida de que hombres y mujeres podemos transformarnos, y que es posible superar nuestra alienación sólo a través de la reconciliación con nuestra propia soledad, para acceder a una identidad real que nos permita relacionarnos desde el amor y no desde el conflicto.En esta entrevista nos explica cómo...





P. Usted opina que arrastramos una serie de ideas preconcebidas, desde nuestra cultura monoteísta/androcéntrica, sobre la identidad de las mujeres, los hombres y sus relaciones. ¿Por qué cree que es tan importante comprender esto?



R. Es una cuestión de supervivencia. Es importante tomar conciencia de las alienaciones que la civilización ha construido y que toman parte continuamente en nuestra vida. Sólo así podremos salir de nuestra alienación, existir y relacionarnos verdaderamente.



P. Comienza su libro recordando que "hubo un tiempo en que Dios era mujer". ¿Por qué considera que este reconocimiento es "extremadamente revolucionario"?



R. ¿Usted no lo cree así? Comprender que Dios ha sido mujer, la Diosa Madre de los orígenes, fue una revelación para mí. En las religiones más mayoritarias actualmente, en Occidente, nunca nadie menciona esto ni por asomo: que la noción de Dios empezó por ser femenina. Esto no se lo puedes decir a una persona católica, por ejemplo, pero actualmente se sabe que incluso el Dios judaico tenía una homóloga femenina hasta 600 años antes de Cristo. En los 20.000 años que preceden a estos últimos 3.000 años de imposición monoteísta (no por casualidad androcéntrica) el culto a la Diosa Madre y a las fuerzas femeninas de la naturaleza era muy importante.





"La virgen es la que es fiel a sí misma, la que no pertenece a nadie."



P. Me llama la atención el concepto de la virgen, tan diferente al que conocemos. ¿Puede hablarnos sobre ello?



R. A las sacerdotisas también se les llamaba vírgenes, o vestales. Pero no tiene nada que ver con el concepto de "inmaculada" que más tarde le aportaría el cristianismo. Para el cristianismo, la virgen "no conoce hombre", no mantiene relaciones sexuales. Sin embargo, la virgen original era la mujer-Una, la que no pertenecía a nadie. Podía mantener relaciones con tantos hombres quisiera porque como sacerdotisas eran las intermediarias divinas. Las relaciones sexuales/místicas no eran más que una forma de conexión con la Diosa universal. Y eran las vírgenes. La que no pertenecía a nadie era la virgen, la que es fiel a sí misma. Con el monoteísmo judeocristiano se las empieza a perseguir y ellas se ven obligadas a realizar su culto en la sombra, a escondidas. Han pasado a ser propiedad del padre o el marido, y ellos redefinen el mundo. Las antiguas vírgenes empiezan a ser denominadas prostitutas y se las echa de casa, se las lapida o se las quema, dependiendo del momento histórico o situación cultural, pero siempre son condenadas a la exclusión social. Sin embargo, yo encuentro muy interesante aquel concepto de virgen, la que es Una y completa, la que no pertenece a nadie, la que es fiel a sí misma. Nada que ver con el concepto de "fidelidad" (exclusivamente sexual) que el patriarcado impuso luego a la mujer respecto al hombre.



P. Usted habla de recuperar a la Diosa Madre, ¿qué le aporta esto a la mujer del siglo XXI?



R. La potencia del vientre femenino, por tanto, el orgullo de ser la que engendra. Le aporta el aspecto mágico, el orgullo de sí misma y la sabiduría del instinto. La mujer sometida ya no es una mujer instintiva, no es salvaje, no posee ya esta libertad magnífica, esta sabiduría interior. Pero le aporta sobre todo el sentido de la Unidad. La dimensión de sacerdotisa significa que la mujer puede hablar con la Diosa que hay en ella. Ya no hay sacerdotisas. No se tiene en cuenta la sabiduría femenina; está desacreditada, menospreciada. Se ha construido el mundo exclusivamente a partir de la sabiduría masculina. Y no nos vendría mal buscar un equilibrio.



P. ¿Qué le aporta al hombre?



R. Cuando el hombre se ha convertido en dominante para convertirse en padre, se ha privado de una compañera que sea libre, de alguien que puede mostrarle el camino hacia su propia sensibilidad y su propia ternura.. Se ha encontrado encerrado en su papel de guerrero (guerrero de las finanzas, etc.) Hay muchos hombres, sin embargo, que se dan permiso para evolucionar hacia su propia ternura, y éstos son los que aman más la dimensión de la Diosa Madre. Son hombres muy respetuosos hacia sus madres y hacia lo femenino en general. Se construyen también sobre lo femenino.



P. Usted ha definido la era del Dios monoteísta/androcéntrico como una especie de rebelión adolescente de los hombres contra la madre, una adolescencia que ya dura 3.000 años. ¿Podría explicar esto?



R. Durante milenios se venera este poder de las mujeres, que son capaces de engendrar la vida, los hombres no. Y es una injusticia para ellos, porque esta capacidad implica un poder exorbitante. Como reacción ante esta omnipotencia armaron su raza, encerraron a la mujer, tomaron posesión de las tierras, de las mujeres y de su descendencia. Y toda la saga de la posesión continúa. No se trata tanto de una acción como de una re-acción. Y es una reacción a un ultraje. No es un acto de libertad. Es un acto que les aliena también a ellos. Se encierran en su armadura, y un día ya no consiguen salir. El primer signo de un hombre cuando estalla es que llora (y hay muchos nombres que no saben, no pueden llorar) , y llora pedazos de su armadura, que se funde. Pero no hay que olvidar que toda esta historia se revivirá consciente o inconscientemente en la relación de pareja, entre hombres y mujeres, una y otra vez, y siempre tiene que ver con la subyugación y la lucha de poder.



P. Así que el hombre/hijo se rebela contra la Diosa Madre y crea el patriarcado. ¿Cómo se rebela la mujer/hija contra la Madre?



R. Se busca un hombre. Esto lo explica muy bien el mito de Perséfone, que es atraída hacia la tierra por Hades, su tío. Deméter, la madre, se enfada y condena a la tierra a fuertes sequías. Zeus interviene y ordena que Perséfone pase seis meses con la madre y seis con Hades. Hay muchas mujeres así: están en el medio, y mienten sin parar; a su madre sobre su compañero, y viceversa. Viven alienadas en sus dos papeles y nunca son ellas mismas. La hija se rebela contra la madre cogiendo a un hombre. Es importante comprender esto porque si no hubiera habido esta complicidad el patriarcado no hubiera funcionado durante tanto tiempo. Cuando los hombres entienden esto comprenden que no se trata de una lucha contra ellos sino contra un sistema de re-acciones que nos aliena por igual a hombres y mujeres.



P. Y, si me permites una pregunta de madre, ¿cómo se rebela la Madre contra el hijo y la hija?



R. Dándoles alas. El trabajo de la madre, en este sentido, consiste en renunciar a su omnipotencia. Generalmente no se tiene en cuenta esta raíz de omnipotencia, que se mantiene muy sumergida. Por el contrario, las madres tienden a sentirse muy culpables, demasiado, incluso cuando realmente no se están concediendo el suficiente espacio como mujeres. Todo lo que hacen como madres es poco, y aún así se sienten culpables. Y pasan por alto el efecto de su omnipotencia. Y sin embargo, es importante entender que una mujer sacrificada aliena a su hijo, y a su hija. Cuando una persona tiene una madre que también es mujer (que se realiza como ser autónomo, como amante, como amiga, como ser social), esta hija, este hijo, tiene muchas más posibilidades de ser libre. Ya a los 11 años una criatura empieza a lanzar su mensaje de "déjame", que no es más que un reflejo de supervivencia. Proteger menos a sus criaturas, saberse menos importante, así es como se rebela la Madre. Y, cuando toque, ignorar todos los reproches y todas las facturas que te pasarán, la hija y el hijo, hagas lo que hagas, con sacrificios o sin ellos; así es como se rebela la Madre contra el hijo y contra la hija.







Ojos nuevos para mirar el mundo, y voz nueva para contarlo.



P. Seguimos hablando de "omnipotencia". La aspiración de la "superwoman" respecto a gustar y demostrar que es digna (de ser amada, valorada en todas sus funciones, etc.) y la "dimisión" del hombre, a la que usted alude en su libro, ¿pueden estar conduciéndonos hacia otro matriarcado?



R. En absoluto, estamos muy lejos de eso. El hombre, perdido en medio de estos movimientos que están teniendo lugar, "dimiten" de su viejo rol pero no acaban de crear otro todavía, y siguen utilizando mientras puedan sus parcelas de poder, que están en todas partes. No existe riesgo alguno de un matriarcado de signo similar al patriarcado. Todavía hoy sólo se escuchan voces de hombre, hablamos con un lenguaje de hombre y miramos el mundo con ojos de hombre. El mundo está muy construido en masculino. Aunque es cierto que está habiendo movimientos. En el plano afectivo, el 80% de los divorcios (en Francia) lo piden las mujeres. Ellas se están moviendo. Reivindican el amor (no la necesidad, aun renunciando a la seguridad de la dependencia), reivindican la libertad, el derecho de ser ellas mismas. Rechazan ser las sirvientas disfrazadas de señoras o de "amas de casa". Se han cansado de ser las sacrificadas. Pero aún no tienen una voz propia ni unos ojos propios para ver el mundo, interpretarlo y contarlo. Y crearlo.





La mujer está sometida en gran medida a ella misma.



P. La resistencia a asumir el poder por parte de la mujer hace que usted se pregunte si la mujer es menos ambiciosa que el hombre, ¿lo es?



R. Sí. Las mujeres han sido durante años las guardianas del amor y no quieren abandonar esta función. El poder social no les interesa tanto, ven un estilo demasiado bélico ahí fuera. La mujer ama menos el poder que el hombre.



P. ¿Podría decirse que prefieren ejercer el poder del amor que el poder de la guerra?



R. Podría ser.



P. Pero en cualquier caso puede darse una vertiente de dominio y manipulación.



R. Efectivamente. Pero en cualquier caso, no podemos olvidar que las mujeres están muy condicionadas históricamente a tener miedo de la libertad y del poder que esto implica. Con la imposición patriarcal la mujer fue privada de sus derechos económicos, cívicos y hasta de su propia identidad. Y en lo que respecta al plano espiritual se presenta una imagen que hace que sólo pueda ser salvada y redimida en la medida en que se ponga al servicio del hombre y del hijo. Esta imposición, que ya dura 3 milenios, acaba interiorizándose y finalmente las mujeres están sometidas en gran medida por ellas mismas. En mis seminarios las encuentro a menudo devoradas por una falta de confianza en ellas mismas y un enorme sentido de culpabilidad cada vez que intentan crear algo fuera de sus roles de madre y compañeras. Y en cambio, o precisamente por ello, aspiran a que su vida de madre y amante tenga éxito. Difícil, porque a menudo sacrifican sus capacidades de realización personal.



P. Y sin una realización personal es difícil la comunicación con las personas que amamos.



R. En nuestras relaciones se impone lo que yo llamo el estilo "batalla" y el lenguaje "claxon": tú, tú, tú, tú... Nuestras relaciones se llenan de acusaciones recíprocas nacidas de los resentimientos y de la falta de realización personal, precisamente. He podido observar que las relaciones de pareja que duran más tiempo son las relaciones sadomasoquistas, en la que hombres y mujeres se acostumbran a la guerra y al dolor, a los resentimientos y a las frustraciones, lo aceptan y viven con ello.



P. Pero usted cree que es posible otro tipo de amor. Tras la civilización de la copa (el culto a la Diosa Madre) y la de la espada (el monoteísmo androcéntrico), usted vislumbra lo que denomina "la civilización lúcida", en la que las relaciones son diferentes, y el concepto de amor es diferente. ¿Cómo ve este amor?



R. La civilización lúcida es aquella en la que conviven la influencia femenina y masculina. La copa simboliza el aspecto lunar receptivo; la espada, lo penetrante, la acción. En mis seminarios jugamos un juego simbólico. Un hombre sostiene una espada; una mujer sostiene una copa. El hombre da la espada a la mujer y la mujer le pasa la copa al hombre. Él se vuelve lunar y ella solar. Luego ella le devuelve la espada y recupera la copa. Y ahora tenemos una nueva mujer y un nuevo hombre. Un nuevo femenino y un nuevo masculino, vinculados en la transformación de cada uno. Ésa es la que yo denomino "la mujer solar". Como te digo, es un juego simbólico. Pues bien, volviendo a tu pregunta, tal como yo lo veo esta civilización lúcida permitiría amarse no desde la necesidad ("sin ti no me aguanto de pie"), sino desde una concepción mucho más creativa que hace que sí pueda vivir sin ti, pero contigo también está muy bien. No existe ahora la necesidad de ser amada, porque para superar la alienación nos hemos tenido que reconciliar con nuestra propia soledad y nuestra propia identidad. Y en la relación de pareja se da ahora lo que yo llamo la relación del doble, no del complementario. La pareja lúcida ya no es la pareja coja, convencida de que "tú representas las cualidades que yo no tengo". Ya no se sostienen la una al otro sino que son dos personas completas que se mantienen erguidas. Ya no se pelean. No digo que esa relación sea perfecta, pero sí da más espacio a la libertad.



P. Usted define a esa pareja como "solidaria, solitaria, andrógina".



R. Efectivamente: es solidaria porque se apoyan y se aventuran a compartir un viaje; solitaria, porque se relacionan desde entidades perfectamente completas y autónomas; es andrógina porque reconocen su parte femenina y su parte masculina, y no tienen miedo a desarrollarlas, ambas.

La aceptación de lo masculino y lo femenino que guardamos dentro nos sitúa más cerca del amor. Y hablo del amor real, no de la necesidad que da lugar a parejas cojas, de compromiso. Se habla mucho del amor pero pasamos el tiempo huyendo del amor, refugiándonos en actividades frenéticas que nos alejan del amor. Mi propuesta, para acabar, es que, desde nuestra libertad y nuestra autonomía, consagremos todo el tiempo que podamos al amor...

EL GRIAL ES LA MUJER SOLAR...

 





"El poder de la transformación espiritual de la mujer, en relación con su sexualidad, no podría desarrollarse en una relación de esclavitud con el hombre. Para salvaguardar su virtud esencial, para preservar esa libertad creadora que es herencia divina, Lilith se rebeló contra Adán y le abandonó.

LiLiTh...El PoDeR De La LiBeRtAd...

Lilith fue la primera mujer de Adán. La fuente de los conflictos que surgieron entre ellos era de tipo sexual, ya que ella rechazó yacer constantemente debajo de él durante el acto sexual. El hombre y la mujer, con su primer conflicto tocaban dos problemas clave que van unidos: sexo y poder. A partir de la rebelión de Lilith, los escritos la relegan a representar el poder femenino maléfico, demoníaco y maldito, que vive en el dolor. Este arquetipo que asocia la libertad de la mujer a una imagen terrorífica sirve para que hombre y mujer la rechacen por siempre. Los dioses del patriarcado alimentaron esta imagen negativa de la mujer libre y poderosa, y este arquetipo vive aún hoy día en el inconsciente colectivo. ¡Cuántas mujeres han hecho callar en ellas su fuente de inspiración, sus deseos y sus impulsos para obedecer al esquema proyectado por su compañero o la sociedad!
Como Isis, Lilith ostenta el poder por su rechazo, su libertad y su silencio. Dadora de muerte y de vida, es la insustituible mediadora del momento del gran paso, la iniciadora, la que plantea enigmas, la despertadora implacable, la guardiana de los umbrales prohibidos. Como todas las grandes diosas madre puede llegar hasta el sacrificio de su hijo-amante para que él nazca a su libertad y lucidez.
El poder de la iniciadora es de doble filo. Puede matar, suprimir, mandar a los infiernos o bien liberar las ataduras y permitir el paso. El poder de la mujer puede revelarse benéfico o maléfico según el grado de evolución y conocimiento de esa mujer. Lilith puede hacer un mal uso de su poder y libertad mientras no haya adquirido la sabiduría de su rol. Sigue siendo la indispensable "puerta de paso" y en tanto que le permite tener ese lugar el hombre se otorga la posibilidad de su despertar. La mujer iniciada dispone de la fuerza sexual de su destino y trata de ajustar sus actos a esa disposición vital y espiritual que es el eje de su infinita libertad."


"La divinidad eterna, la que representa el poder y la soberanía es una divinidad femenina, dice Markale en la Femme Celte. Esta feminidad eterna es la de la mujer-sol, porque el Grial es luz, de la misma forma que la mujer es luz, la luz del sol. La luz de la mujer-sol es de orden espiritual, sin duda alguna. Nuestra civilización busca la paz, la conciencia, la sabiduría, de la misma forma que busca a la mujer solar, la única que puede aportar la curación del rey actual, herido en su alma. Aquel que encuentra a la mujer solar, encuentra el Grial.
La búsqueda del Grial sería una tentativa de restaurar la feminidad en su poder, poder usurpado por la violencia masculina dentro de una sociedad que se construye sobre la agresividad. Y esta búsqueda aún prosigue. Todos los rostros de mujer con los que se encontrarán los héroes del Grial se reducen con frecuencia a una sola y misma mujer que asume múltiples rostros seductores o repugnantes para instruirlos mejor, ayudarlos, amarlos.
El ejercicio es terriblemente peligroso porque, por el momento, la mujer con frecuencia no es más que una caricatura del hombre y una caricatura de si misma. Para que el hombre la encuentre es necesario que prepare las condiciones de su paso, de su resurgimiento, por lo que es necesario que se despoje de una parte de su agresividad destructiva, de su angustia milenaria, de su deseo compulsivo por el útero-vagina. J. Markale muestra que la búsqueda del Grial entronca con una búsqueda de la mujer, con una búsqueda del útero de la Diosa Madre. Toda la historia de la búsqueda del Grial está jalonada de historias femeninas y de encuentros, pero los caballeros en ningún momento son conscientes de lo que verdaderamente buscan. Su objetivo está representado por una copa y una luz y podemos descifrar esta imagen como la de la feminidad sagrada o la de la mujer iniciada.
El verdadero caballero es el que permitirá que la mujer reencuentre su verdadero rostro y le remita el ejercicio de la soberanía para el mayor bien de uno y otro. Esta soberanía que se ejercería en la vida y en el amor ya no tendría relación con la competitividad, se extendería como una onda benéfica y ensalzadora en el sentido de lo divino que está incluido dentro de lo humano.
¿Se trata, acaso, de que el hombre se convierta en ese Hijo de la Madre que eliminará al Padre para devolver su soberanía a la gran Madre, mujer eterna, múltiple, divina, que reina en los subterráneos del mundo y del inconsciente mientras espera recuperar su naturaleza iniciática y transformadora?"

La mujer solar. Paule Salomon. Ediciones Obelisco.

La mujer solar, Paule Salomon. Ediciones Obelisco.

ÉxTaSiS CrEaDoR DeL ÚtEro AnCeStRaL...

 


Vengo hacia tí danzando, desnuda mi alma, expuesta, cabalgando las corrientes de los vientos y las aguas, haciendo revivir a toda la naturaleza muerta. Vengo a hacer renacer la fuerza salvaje que a todos nos habita. Danzando me desprendo, habito mi cuerpo, genero espirales de energía cruda que al cielo ofrezco. Vengo hacia tí danzando, porque sé que desnuda cabalgo mi fuerza, aquella que me sumerge en las aguas eternas y que nace en mi útero enlazado con la vida. Danzo la vida y la alegría de mi fuerza salvaje, inapelable, que domina los tiempos y los sobrevive a todos. Aquella fuerza que hace que una mujer se alce y hable y que la hace ir aún más allá, mucho más lejos. Hay un latido que llama a las voces de todas aquellas que son conscientes de la capacidad de parirse a sí mismas y de parir a todos los que sufren. Parir a un nuevo mundo, porque en este la transformación es posible, no es un lujo, no es algo de unos pocos, es una fuerza inconmensurable que puede transmitirse a través de las mujeres, aunque los hombres también la lleven.
Mujeres, danzad la vida, generad espirales de energía que remitan al embrión humano más allá del nacimiento, para que recuerde las fuentes eternas que desbordan amor. Un parto tras otro, una muda tras otra, la madre naturaleza nos pare una y otra vez... nos ofrece nuevas corrientes que seguir para transformar el núcleo más profundo de la vida en nosotras. Danza desnuda, danza para él, danza para tí, danza para el mundo, que de tu danza sagrada brota la pasión y la energía que todo lo transforma, todo lo sumerge en una luz inagotable, en el amor más incondicional y profundo de todos. Los espíritus volverán al mar si las mujeres no paráis de danzar. Danzad la alegría de la tierra de vuestros cuerpos, danzad con los pasos infinitos y salvajes las canciones que brotan de los corazones abiertos... danzad, danzad el poder femenino que brota, que emana desde lo más profundo...
Mírame, soy bella porque mi cuerpo está hecho con la tierra, con la sangre del mar que me recorre, de las gotas que se deslizan por mi rostro sagrado inmerso en la lluvia eterna de las estrellas. Soy la mujer de las mil formas porque no tengo límites en el amor. Como tú, soy carne y soy espíritu. Mi carne es densa, mi espíritu es ligero y los dos son sagrados. Lo denso y lo sutil forman parte del mismo eje que se vacía y se equilibra en una danza dinámica. Todo forma parte de mi fuerza salvaje y todo puede transformarse...
Me quedé desnuda ante mí misma, ante tí, ante el mundo. Me alzo y no me escondo, soy la que soy, brillo como brillo y tengo mis racimos de cosas que limpiar. Pero de cada grano tintado de púrpura, como sangre enquistada que ya no puede circular podré hacer un caldo nuevo si mis pies se ponen a bailar. Yo danzo, yo brillo y disuelvo los cuajos que no podía disolver. Yo vuelo, yo arraigo, y del cielo y la tierra yo puedo volver.
Soy carne de la tierra, alas del cielo, amor puro y fuego en el corazón, agua eterna. Me conduzco hasta tí danzando la expresión de mi alma poblada de estrellas que, como hojas al viento, derramo sobre la tierra de mi cuerpo. Semillas que derramar a la tierra para que la luz salvaje de la sexualidad femenina ayude a cambiar lo que ya anda muerto, torcido o demasiado crecido.
Estoy desnuda, vacía de tí, vacía de mi, vacía de todo. Me desprendo de mis anhelos, me desprendo de mis ilusiones, me desprendo de todo lo que no sea carne y fuego, espíritu hecho pasión. Danzo, pateo el suelo, me desplazo bajo la luz blanca de la experiencia. En la tierra de mi carne salvaje aúllan las lobas blancas, mis abuelas, mi clan, mi sostén. Y el sonido del aullido me da fuerza para que mis pies descalzos cabalguen los vientos y me ayuden a cruzar los territorios del amor.
Danzo como una mujer salvaje, en círculos, en espirales que se alimentan unas a otras y que nacen de mi útero y se expanden hacia el universo. Espirales con la fuerza que me das Madre, con la fuerza de tu penetración, Padre, con la vida que tengo dentro de mí, con mis renaceres continuos en el tiempo, otras vidas que alumbrar, esencia que derramar... La danza salvaje de los tiempos acaba en silencio, en vacío. Desnuda y receptiva como un cuenco, te recibo a tí, con toda tu historia, con todos tus lamentos, tus deseos, tu sincero intento... No hay espacio, no hay tiempo. Todo se detiene menos el Amor.
En la plenitud que nos llega escuchamos el silencio, se abre el vacío, y permitimos que el útero eterno de la Gran Madre nos alumbre de nuevo. Útero sagrado de la tierra fecundado por el cielo, que danza eternamente alumbrando la vida desde el Amor...

"La función de la mujer es la transformación,
crear algo de la nada, dar forma a la energía sin forma.
Es la matriz del renacimiento y la inspiración, viendo
la muerte como parte integrante del ciclo de la vida...

La energía que sale de la Gran Madre da a luz a la dakini. Una de las dakinis principales, según el Annutara Tantra, es Vajra Varahi, una forma de Vajra Yoguini. Nace del útero cósmico, la fuente triangular de los dharmas, prendida por el fuego de la gran dicha, es energía en estado primordial. Tiene la fuente de los dharmas, de forma triangular y tridimensional, justo debajo de su ombligo y se sostiene, derecha, por un pie. Cuando se visualiza la forma de Vajra Varahi, ésta actúa en la mente del Tantrika como activadora de las energías internas, transformando la sensación de interior y exterior en la energía integradora de la sabiduría primordial, haciendo que se experimente un ardiente placer trascendente.
Vajra sostiene una vara que, en la cultura occidental representa una llamada a que las mujeres reclamen su propia potencialidad, a que puedan verse de una forma positiva al mostrar su agresividad o su ira. Se le ha enseñado a la mujer a ser dócil y poco amenazante. La imagen de Vajra puede ser de gran inspiración y ayuda.
Esta vara no excluye la posibilidad de tener una relación positiva y apasionada con un hombre. Más bien sugiere que la fuerza que consigue al incorporar el aspecto masculino, equilibra la energía polarizada dentro de ella, ofreciéndole la posibilidad de tener relaciones más profundas. La forma de relacionarse con su compañero no será desde una condición de carencia, como es el caso de la Bella Durmiente, sino que ya está despierta, bailando, sin necesidad de la energía masculina para sentirse equilibrada. Así, es capaz de dar y recibir desde una posición íntegra y llena de riqueza, discriminando las relaciones que resultan dolorosas o masoquistas."

Mujeres de Sabiduría. Tsultrim Allione. Editorial La Liebre de Marzo.


Mujer iniciadora, tocas el corazón del hombre con tu amor para hacerlo brillar, para que pueda despertar. Con la pasión que alimenta tus aguas acompañas el retorno al Útero Ancestral. En danza sagrada, estática, de mutua plenitud, toda la creación se alimenta del juego del Amor y de la vida/muerte/vida, nutriendo el corazón, el infinito y profundo amor ancestral. Asi, la humanidad emerge...

En ÍnTiMa CoMuNióN...

 


"Lo femenino tiene un talento especial para el amor, la rendición, la profunda comunión emocional y sexual.
Sexualmente, el deseo básico de la mayoría de las mujeres con esencia sexual femenina es sentirse sobrepasadas por el amor, pero pocos hombres pueden estar a la altura de su poder, de su capacidad sexual, de su fuerza emocional. Una mujer cuya pareja pueda estar a su altura es una mujer feliz. No se trata simplemente de que la mujer quiere sentirse totalmente amada, penetrada por el amor y deslumbrada en el amor. Más bien, cuando se siente querida así es cuando la plenitud de su capacidad innata de ser amor adquiere plena expresión.
Una mujer con una esencia sexual femenina puede tener talento en muchos ámbitos, ya se trate de logros profesionales, de la crianza de los hijos o del despliegue de la creatividad en cualquiera de sus formas. Pero la entrega de tales virtudes seguirá llevando aparejada un vacío sutil, una necesidad sutil, en el corazón femenino. El único don que no deja sentimiento de necesidad es el don del amor total e ilimitado, expresado desde el corazón y a través del cuerpo. En el momento de dar un amor total, de rendirse en la entrega amorosa, de sentirse sobrepasada por el amor y de morir en la fuerza del amor, al talento femenino le es otorgada plena expresión corporal.
Lo masculino puede hablar todo lo que Él quiera con lo femenino; lo que Ella quiere es bailar. Ella quiere rendirse totalmente en danza de amor, en la comunicación corporal, emocional y a veces sexual del amor, con un compañero igualmente rendido. Y cuando ella conoce el amor en plenitud, cuando su cuerpo está lleno de amor, cuando ella es movida y respirada por el amor, su búsqueda acaba..."



Amor, deja que el sol penetre en tu vientre
y dale refresco en el seno de tu pasión.
El sol y la luna danzarán juntos su amor,
alimentándose mutuamente en un eje de equilibrio.
El amor dentro y fuera de tu forma humana.
El amor y la pasión del corazón.
Sin temor del mañana, libre y hermosa
comparte tu lecho infinito de amor.

De infinito está hecho el sonido
cuando se refresca en el arroyo.
De infinito está hecha la Gracia
que le acoge y acuna en tu seno.
De infinito es la palabra sagrada
que os dedicáis mutuamente.
De amor eterno está hecha vuestra alma,
que bendice esta unión de almas.
Os bendice en este beso a la tierra entregada.
Os bendice en el corazón eterno del impulso que danza.
En la barriga de una madre fértil que danza, que danza.
Vestida de carmesí la pasión danza.
Vestida de pasión, la vida se recrea y danza.
Vestida de viento rojo, humilde servidor
de las gestas que danzan los tiempos
que vuelven, retornan hacia el silencio.

Soy creación de luz infinita, soy amor transformador.
Yo estoy en ti, él está en ti y tú estás en él.
No hay nada que juzgar en la danza eterna.
Estáis fundidos y unidos uno en otro.
Sois la misma esencia hecha del Uno.
Así os queremos ver, unidos estrechamente,
penetrados y alimentados por la pasión
del amor hecho carne.
Del verbo hecho palabra de Dios.
Alimentaos, por favor, alimentaos de Dios.

Acto sagrado el del amor que cruza el puente
desde lo humano a lo divino.
Amor delicado que brota desde el más alto Amor.
Ese que nunca os abandona.
Ese que brota, que brota entre los dos.
Y no dejéis que el nubarrón del egoísmo os separe.
Y no dejéis que corte vuestras alas
el pensar en vuestra vida solitaria.
No os engañéis con ilusiones de soledad.
No os quedéis con la sombra al viento,
agitando la destrucción de esta pareja sagrada.
Porque permitís la invasión de la cabeza.
Y la cabeza debe estar rapada de vuestras ideas.

Amor, recíbele y explota
irradiando la creación de Dios.
Compartid el corazón y la pasión.
Que él te insemina con su esencia.
Y tú le devuelves la esencia de Dios.
Esa esencia habita sólo en el corazón.
Y se multiplica por infinito en tu vientre.
No le pidas que sea decente,
porque la decencia no está en cuestión.
La cuestión es que entre vosotros dos
no hay paraíso perdido porque os habéis encontrado.
No cuestionéis esta unión
cuyo propósito permanece misterioso.
Porque el misterio es transparente
y no oculta la esencia del verdadero amor.
Amor compártelo.
Amor, quiérelo.
Amor, fecúndalo de Dios
y hazle girar en la rueda de la fortuna.

Hazle girar,
que su sentir tome consciencia
de que todo ha de llegar de tu mano, de tu vientre,
de tu lazo que extrae las almas de los pozos,
lazo rojo, lazo de pasión.
Pasión que redime las almas desde el corazón.

En el corazón de vosotros dos habita el amor inverso,
uno con otro completo, inmenso.
En el corazón de vosotros dos habita la respuesta
a eso que andabais buscando, quizás sin aliento.
Ya está eso en vosotros.
En vosotros dos está la respuesta al servicio
desde el amor y el aliento compartido,
con el compromiso de serviros
en el juego de las caricias redentoras,
de las caricias que usan aquellos
que extienden el amor al infinito
y portan la redención de esta tierra bendita,
bendita como tú.

Honra tu tarea,
tu tarea de iniciación,
tu tarea de luz, amor y pasión.
Es sagrada, recuérdalo.
Abre tu templo, Mujer sagrada.
Alumbra la luz en este mundo.
Danza el amor Creador
de tu sagrado paso a dos.

Teresa Rodríguez



"La función de la mujer es la transformación,
crear algo de la nada, dar forma a la energía sin forma.
Es la matriz del renacimiento y la inspiración, viendo
la muerte como parte integrante del ciclo de la vida...








EXTRACTO:En íntima comunión... David Deida. Editorial Gaia.

...Tú MuJeR...ArTe CrEaDoR...

 


La Madre llama al Amor de sus hijas hacia sí mismas, para que superen sus miedos y creencias limitadoras y desarrollen plenamente sus talentos Sagrados... La Madre llama al amor incondicional en el proceso de compartir y contener con paciencia todos los procesos naturales de la vida, al calor de los círculos Sagrados, al Amor del corazón Uno, honrando toda vida...

Duérmete, mi niña, sobre una hoja fresca. Duérmete, mi niña y déjate mecer como una hoja al viento. Mécete, acúnate y libera tus miedos. Sé libre otra vez. ¿De qué tienes miedo? ¿No ves la luz blanca y violeta que cae sobre ti? Anuncia pasiones irredentas, directas, irreverentes, porque la moralidad encarcela a las pasiones y las guarda en una caja, en una habitación con las ventanas cerradas. Allí sólo han de pudrirse y morir. Y estamos de enhorabuena, porque incluso por ese camino difícil los gases se acumulan y terminan por estallar, salir y renovarse.
Da igual tu tarea, pon la mesa con conciencia y el alimento que sirvas será la nutrición del mundo. El mundo está ahí para ser saboreado y potenciado por tus habilidades, por tus dones. Deja que tu risa se comparta con todos, que el color de tu pintura, tus frases justas, tu canción, tu danza, tu emoción al sentir el frescor de la vida que alimenta tu corazón, sea la puerta abierta a una danza que estremece de belleza a quienes la ejecutan y que estremece de hermosura a aquellos que la presencian. La existencia es un baile de partículas luminosas que se entrecruzan y a veces chocan para crear la música de la vida, el Amor...
Haces de luna habitan tu cuerpo, haces que brillan con el sol de tu espíritu. En tí se entremezclan todas las fibras nobles de la existencia. Y aquellos tejidos un poco más podridos y deteriorados, se transformarán en fibras nobles si insistes en vestirte de amor y consciencia, tejiéndolos de nuevo con compasión infinita, exquisita y suave como la piel de un niño. Ternura y paciencia son las herramientas de una madre acostumbrada a tejer y tejer de nuevo las redes de la existencia. Unas redes continuamente rotas por el espejismo de separación que la mente fabrica. La Gran Madre es un mar de amor incondicional que continuamente riega nuestra alma, la baña con delicadeza, la acuna y la sustenta. Ese amor eres tú, Mujer, hecha de aguas sagradas que alimentan a toda la Creación. Únete a tus hermanas de corazón para alumbrar los caminos de la conciencia.
Déjate arrastrar por esa ternura que inspiran los niños y conmuévete de nuevo con los gestos del Amor, de los tuyos y de los que te regalan aquellos que llevas muy dentro, aquellos que observas en la calle, o en cualquier orilla de la playa de la vida… Ama y déjate llevar, Mujer. Has nacido de las aguas maternas, baila con la cadencia de tu son alejando así el sufrimiento, derramando las aguas puras de tu manantial más profundo. Nace, muere y renace al amor inmenso y salvaje, incondicionado. Estando completa como estás no hay lugar que no se pueda sanar, ni piedra que no se deje arrastrar y amasar y transformar poco a poco por las aguas amorosas de la existencia, aquellas que habitan en el corazón humano y que provienen de las fuentes luminosas que existen en el universo. Fuentes que riegan las almas y las acogen cuando vienen asustadas, que reparan sus oscuridades, sus agujeros, devolviéndolas a la niñez perdida del amor eterno.
Hónrate a ti misma y honra tu tarea Sagrada, compartiendo tu arte hecho de estrellas, de luna, sol y de tierra. Ese arte eres tu. Ese arte es tu amor, tu creación, dale tu aliento para que alimente a las almas. Mujer gozosa y abundante de amor, honra la tierra sagrada de tu cuerpo, el aire de tu espíritu, el fuego de tu pasión, tu inspiración. Mujer que vienes de las aguas, honra tu don y compártelo.

GuErrEra DeL Viento...

 


Maestra de la espada, guerrera del viento que limpia y azota como cuchillo, con desapego. Cortando las ramas, tumbando estructuras, retornas del tiempo de los sueños para extraer las raíces sobre las que crece la ilusión de la separación, los hilos que se enredaron generación tras generación, vivencia a vivencia. Tal vez le dimos poder a esos enredos, al identificarnos con ellos, y permitimos que anudaran el flujo de nuestra vida.
Aquí/ahora, es el momento de enfocar nuestra energía para ver la realidad con los ojos del corazón. Aquí/ahora es tiempo de cortar los nudos que nuestra capacidad de amar nos enseña. Aquí/ahora, es el instante donde la vida ocurre, libre y sana de nuestras miserias.
Es tiempo de liberación. Es tiempo de transformación y redención. Es tiempo de hacer caer las hojas muertas, y cortar las ramas de zarza, que nos enredaban en experiencias de dolor. Es tiempo de descansar y soñar nuestras visiones. Es tiempo de hacer compost con los desperdicios manifiestos para sembrar la vida nueva. Es tiempo de luz y belleza en el amor sin veladuras, de valentía y consciencia en el caminar.
Danzando al viento cortamos con decisión las ilusiones, con amor y pasión, con conciencia y dedicación. Rasgando las tramas del sueño liberamos las energías confinadas para que puedan sanar, para volver a crear nuevas conexiones en el tejido de la luz. Destruir lo viejo es la siembra de lo nuevo. Practicando el desapego la realidad se manifiesta. Es Una y es Amor.
Guerrera del viento, tu sangre arde con el fuego purificador. No te detengas, haz tu labor. Corta el tejido de toda ilusión. Danza la destrucción de todo apego, corta la Maya sin emoción, rasga toda falsedad que nazca del miedo. Porque tú eres yo. Y yo soy tú. Y mi danza radica en la danza Madre que fluye por el cuerpo de toda creación, de toda sustancia. Y cada sustancia proviene del mismo amor que danza creando, destruyendo, volviendo a crear, naciendo y renaciendo del útero Madre, del corazón Uno. Amor eterno que mueve la rueda de la vida/muerte/vida, y danza incansable el equilibrio de la Creación...




Siento el viento bajo mis alas,
el cálido aliento me eleva,
en círculos sagrados que danzan.

Soy sonido y soy montaña,
que a la vez acoge y libera,
el beso de las almas.

Nido vacío del amor,
las águilas ya vuelan, vuelan
más allá del sol.
Hacia las estrellas
Hacia el verdadero corazón.

Te libero, compañero,
dejo abierto el corazón.
Vuelo libre en el silencio,
en las corrientes del amor,
te libero y me libero.

Remontar con desapego,
transformar pena y dolor.
Soy guerrera que alza el vuelo,
dando gracias, luz de amor.

Soy viento, pájaro y montaña,
soy la abuela luna y el padre sol.
Más allá del viento y las galaxias
Late el verdadero corazón.

Aquí estoy, aquí estoy, aquí estoy
Vibrando en el poder que soy,
luna llena de puro amor.

Doy gracias al amor
que en mi vida se manifiesta.
Doy gracias a la pasión,
que pule mi alma en cada experiencia.
Doy gracias a toda la Creación,
que eleva mi vida en danza de puro amor.

Con infinito amor...

pOeMa: T.RoDrIgUeZ...