Quiron- Arquetipo de Herido y Sanador... La Leyenda...

domingo, 17 de octubre de 2010

 




Quiron Cuando nació, su padre jamás lo supo y ni siquiera le importó.
Era inmortal e hijo de Dioses. Era hermano del Dios de los Dioses, de Zeus, y un ser dotado de supremo entendimiento que fue Maestro de los Héroes y de los
Cronos intenta seducir a la bella ninfa Filira, su sobrina (hij ...a de Océano y Tetis), pero es sistemáticamente rechazado por la muchacha. Cronos, enceguecido por el deseo, la persigue por cielo y tierra. Pero Filira, en su huida, se transforma en yegua (un truco que aprendió de Demeter, madre de los centauros) pero Cronos, quien no tenía un pelo de tonto, se metamorfosea en caballo y la persigue hasta darle alcance. Cuando lo hace, aún ambos manteniendo su forma equina, furiosamente se entregan al acto sexual tras lo cual Cronos escapa y se pierde todo rastro entre la foresta. Filira, embarazada, conociendo la afición que tiene Cronos a devorarse sus propios hijos, decide refugiarse en una cueva del Monte Pelión para dar a luz. El parto fue trabajoso, doloroso, difícil, ya que la contextura física del bebé no era normal: cuerpo y patas de caballo, torso, cabeza y brazos de Dios encarnado. Su madre, al ver la fealdad de su hijo, lo abandona y huye desesperada implorando a los dioses, quienes la convierten en un árbol de tilo, cárcel preferible al recuerdo del fruto de su instinto no dominado.
Quirón abandonado por sus padres, es adoptado por Apolo y Atenea, imágenes de la razón y del logos, y criado y educado por ellos. Razón por la cual, no se parece en nada su carácter al del resto de los Centauros. Es así que Quirón vive prácticamente en soledad, refugiado en la cueva que lo vio nacer, estudiando diversas artes y desarrollando muchos conocimientos. Fue astrólogo, matemático, experto cazador y maestro de armas, músico, filósofo y sabio de gran renombre. Tal era su valía, que la mayoría de los hijos de los dioses lo tuvieron por maestro y tutor, como así también los grandes héroes. Uno de sus discípulos predilectos fue Heracles (conocido también con el nombre de Hércules), quien es una figura relevante dentro de la historia del propio Quirón. Accidentalmente en una fiesta, un dardo suyo alcanzó a Quirón en una de sus patas (en una rodilla para ser más precisos), y Heracles, compungido, trató de detener sus efectos, pero ya era demasiado tarde, el pobre anciano se retorcía ante el dolor cada vez más agudo de su herida, la que hubiera acabado con la vida de cualquier mortal. Pero el sabio centauro era inmortal, con lo que solo consiguió tener una herida siempre doliente y que jamás sanaría. Debido a este desafortunado acto Quirón se transformó en maestro en el Arte de curar, ya que experimentó con cada cosa que existía tanto en el cielo como en la tierra con el fin de conseguir una cura, y trasladó, más tarde, dicho conocimiento a otro de sus discípulos llamado Asclepio, más conocido como Esculapio (Padre de la ciencia médica, según los Griegos), y también utilizó dichos conocimientos para curar a innumerables personajes de la antigüedad.
Cierto día, este sabio centauro se encontraba paseando y descubrió un terrible espectáculo: Un ser humano se encontraba encadenado a una roca padeciendo un castigo horrible por mandato de los dioses. Su nombre era Prometeo, y por haber desafiado a los dioses y robado el fuego divino para entregarlo a los hombres, fue condenado a permanecer encadenado a la roca mientras durante el día un águila le devoraba el hígado, mientras que por las noches el órgano volvía a crecer… y así la pasaría hasta que otro se ofreciera voluntariamente a ocupar su lugar. Viendo esto, y sensibilizado por el dolor que el pobre humano debía soportar, Quirón se ofreció a cambiar su propia inmortalidad por la vida del condenado. Prometeo fue liberado, y en el momento en que el Centauro se transformó en mortal, y a causa de su mortal herida, Quirón murió. Su hermano Zeus, en gratitud por los muchos servicios que había prestado a los dioses, le devolvió la inmortalidad transformando su cuerpo en estrellas y, desparramándolas por el cielo, creó la constelación del Centauro...