CuEnTo ZeN...La ChIcA...

miércoles, 5 de mayo de 2010

 




Dos
monjes estaban peregrinando de un monasterio a otro y durante el camino
debían atravesar una vasta región formada por colinas y bosques.
Un día, tras un fuerte
aguacero, llegaron a un punto de su camino donde el sendero estaba
cortado por un riachuelo convertido en un torrente a causa de la ...lluvia.
Los dos monjes se estaban preparando para vadear, cuando se oyeron unos
sollozos que procedían de detrás de un arbusto. Al indagar comprobaron
que se trataba de una chica que lloraba desesperadamente. Uno de los
monjes le preguntó cuál era el motivo de su dolor y ella respondió que, a
causa de la riada, no podía vadear el torrente sin estropear su vestido
de boda y al día siguiente tenía que estar en el pueblo para los
preparativos. Si no llegaba a tiempo, las familias, incluso su
prometido, se enfadarían mucho con ella.
El monje no titubeó en
ofrecerle su ayuda y, bajo la mirada atónita del otro religioso, la
cogió en brazos y la llevó al otro lado de la orilla. La dejó ahí, la
saludó deseándole suerte y cada uno siguió su camino.
Al cabo de un rato el
otro monje comenzó a criticar a su compañero por esa actitud,
especialmente por el hecho de haber tocado a una mujer, infringiendo así
uno de sus votos. Pese a que el monje acusado no se enredaba en
discusiones y ni siquiera intentaba defenderse de las críticas, éstas
prosiguieron hasta que los dos llegaron al monasterio. Nada más ser
llevados ante el Abad, el segundo monje se apresuró a relatar al
superior lo que había pasado en el río y así acusar vehementemente a su
compañero de viaje.
Tras haber escuchado los
hechos, el Abad sentenció: “Él ha dejado a la chica en la otra orilla,
¿tú, aún la llevas contigo?”.