El HoMbRe SoLaR...

jueves, 16 de septiembre de 2010

 


En realidad, ha llegado el momento en que nosotros cooperemos con el Sol para que surja el hombre en nosotros. Ante todo necesitamos de la DISPONIBILIDAD AL HOMBRE; es necesario que el hombre se forme dentro de nosotros, como la mariposa dentro de la oruga. Tenemos "gérmenes" para el hombre; ellos están depositados en nuestras glándulas sexuales. Si nosotros cooperamos con el Sol, esos "gérmenes" se desarrollarán, y dentro de nosotros mismos, en las profundidades de nuestra psiquis, nacerá el hombre verdadero.
Ante todo, si queremos que surja el hombre dentro de nosotros, si queremos que esos "gérmenes" se desarrollen en nuestra constitución psicosomática, se hace necesario aceptar el sistema sexual de los hombres, el sistema de "kriyashakti", ese que tanto odian las escuelas de tipo pseudo-esotérico y pseudo-ocultista, eso que tanto abominan algunos místicos equivocados...

¡Grande fue, pues, la degeneración del hombre cuando derramó el "Vaso de Hermes Trismegistro", cuando cayó en la "generación animal", cuando devino como un monstruo de perversidad! Pero si aceptamos el sistema de reproducción de "kriya-shakty", el de los hombres reales, el de los hombres verdaderos que en el mundo han sido, se desarrollarán los "gérmenes" del hombre Real dentro de nosotros mismos y nos convertiremos en hombres Solares.
Por ahí, en un códice de Anahuac, leí una frase que dice: "Los Dioses crearon a los hombres de madera, y después de haberlos creado los fusionaron con la Divinidad". Pero también añade el códice: "No todos los hombres lograron fusionarse con la Divinidad"... Esto me recuerda a José y a María en el Crístico Evangelio, a él trabajando como carpintero para ganarse la vida, y esto me recuerda también a muchos otros "CARPINTEROS" de distintas mitologías.
Ciertamente, se necesita ser "carpintero", maestro de artes, un maestro de la Gran Obra, un hombre que de verdad esté dispuesto a sacrificarse, renunciando a todos los placeres de la bestialidad para poder llegar un día a la unión con lo Divino.
Al hablar de "LO DIVINO", no quiero referirme a un Señor allá, detrás de una nube lanzando rayos y centellas contra este triste hormiguero humano. Cuando hablo de "LO DIVINO", quiero referirme a un Quetzalcoatl, al LOGOS, a la Unidad Múltiple Perfecta, a los PRINCIPIOS INTELIGENTES que gobiernan todo lo que es, ha sido y será.
Obviamente, podemos integrarnos con lo Divino, si eliminamos de nosotros mismos el EGO ANIMAL que existe dentro de cada uno. Vuelvo a decir lo que antes dijera: un manojo de pasiones, de odios, iras, celos, etc., eso es el "Yo". Si en verdad nosotros cometemos el error de reemplazar el "PUNTO MATEMATICO" de la creación por el "QUERIDO EGO", obviamente no entenderíamos -repito- lo que es la Creación. Necesitamos nosotros eliminar el Ego, el "Yo", el "mí mismo", acabar con nuestros defectos de tipo psicológico, si es que queremos -algún día- integrarnos con la Divinidad.
Primero hay que crear al hombre dentro de nosotros mismos y más tarde debemos crear dentro de nosotros mismos al Super-Hombre.
El Super-Hombre es terriblemente divino, está más allá del bien y del mal. Federico Nietzche, hablando sobre el Super-Hombre, dijo: "El hombre no es más que un puente tendido entre el animal y el Super-Hombre, un peligroso bache en el camino, un peligroso mirar atrás; todo en él es peligroso, ha llegado la hora del Super-Hombre"...
El Super-Hombre, en realidad de verdad, está más allá de todos los códigos morales. Bien sabemos que la moralidad es hija de las costumbres y de los tiempos; lo que en un tiempo fue "moral", en otra época es "inmoral", lo que en un país puede ser "moral", en otro país no lo es. Así pues que, la moral es meramente convencional. Necesitamos una ética revolucionaria, necesitamos la ética del Super-Hombre.
El hombre, después que se integra con lo Divino, indubitablemente adquiere los poderes que antes tuvieran los Lemures; cuando el hombre se integra con lo Divino, puede mandar sobre el fuego, el aire, las aguas y la tierra; cuando el hombre se integra con lo Divino, empuña la espada de la Justicia Cósmica para gobernar a todas las fuerzas de la Naturaleza.
En el mundo han existido verdaderos hombres, y todos presentimos, en el fondo de nuestros corazones, que un día caminó el Super-Hombre sobre la faz de la Tierra. Todos presentimos la existencia del Super-Hombre, todos parece que lleváramos, en el fondo de nosotros mismos, reminiscencias olvidadas del Super-Hombre.
El Super-Hombre es un Buddha, Gautama Sakya-Muni; Super-Hombre es un Moisés, ese que pudo mandar a los elementos de la Naturaleza, ese que aterrorizó a los egipcios, ese que abrió las aguas del Mar Rojo para que los israelitas pasaran por allí. Super-Hombre en realidad de verdad, es un Quetzalcoatl, viva encarnación del Logos; Super-Hombre, en realidad de verdad, fue un sabio como aquél que se conociera con el nombre de Hermes Trismegistro, el tres veces grande Dios Ibis de Thot.
Hoy por hoy -seamos sinceros con nosotros mismos- somos vulnerables, débiles; hoy por hoy somos criaturas indefensas, llenas de odios, de guerras y de abominaciones. Necesitamos que surja en nosotros el Hombre, necesitamos que aparezca en nosotros el Super-Hombre. ¿De qué manera? Podemos crear primero al Hombre y mucho más tarde, con el tiempo, nacerá entonces en nosotros el Super-Hombre. El Super-Hombre, en realidad de verdad, tiene que llegar a dominar el Universo entero; el Super-Hombre debe surgir en nosotros con poderes extraordinarios, como para mandar en esta Creación.
Amigos: en el sexo está el camino, el camino es eminentemente sexual. Inútilmente andaremos buscando la verdad en escuelas, teorías, sectas, etc. Necesitamos aprender a manejar la energía creadora del Tercer Logos, si es que en verdad deseamos convertirnos en Super-Hombres, en el sentido más completo de la palabra.
Cuando un hombre y una mujer se unen, algo se crea, aunque sea una larva o un hijo. Si nosotros aprovechamos las fuerzas extraordinarias de la Creación que rodea a la pareja durante la cópula química, podemos -con tales energías- transformarnos, convertirnos en hombres verdaderos y mucho más tarde en Super-Hombres.
Desgraciadamente la humanidad se ha metido por el camino de la degeneración, hoy en día la humanidad ha llagado al máximo de la degeneración. Bien saben ustedes que hay países donde el lesbianismo y el homosexualismo están legalizados, donde los hombres se casan con los hombres y las mujeres con las mujeres. También es muy cierto y de toda verdad que es tan grande la degeneración, que ya hay países en los que se quiere legalizar hasta el mismísimo INCESTO. Por ese camino llegará el día en que el padre se casará con la hija, el hijo con la madre, el hermano con la hermana, etc. Eso lo llaman, hoy en día, "dizque" "emancipación", "civilización" y no sé que más.
Los hogares se han desintegrado, ahora la mujer por una parte y el hombre por la otra. Se ha perdido la unidad familiar y los vicios corroen esta civilización hasta el tuétano de los huesos. La humanidad, por estos tiempos, está involucionando espantosamente y no hay duda de que, a medida que la humanidad involuciona, también la Tierra se precipita por el camino involutivo, descendente ...