Jesús explica a sus discípulos su combate con los seres de las esferas superiores

jueves, 26 de agosto de 2010

 




VI 1. Antes que yo divulgase mi misión a los archones de los eones, y a los archones de la Heimarméné, y de las esferas, estaban todos ellos ligados a sus cadenas, y a sus esferas, y a sus sellos, según el orden en que Iáo, el guardián de la luz, los situó desde el comienzo.
2. Y cada uno estaba en su puesto y hacía su camino según la forma que le trató Iâo, el guardián de la luz.
3. Y cuando llegó el tiempo de Melquisedec, el gran heredero de la luz, llegó al medio de todos los archones y todos los eones, y les quitó la luz pura a todos los eones y archones de la Heimarméné y de las esferas.
4. Porque les quitó lo que los había turbado. Y excitó la vigilancia que hay sobre ellos, y les quitó la fuerza que había en ellos, y las lágrimas de sus ojos, y el sudor de sus cuerpos.
5. Y Melquirededo, el heredero de la luz, purificó estas fuerzas, para llevar su luz al tesoro de la luz.
6. Y los satélites de los archones recogieron toda su materia, y los satélites de los archones de las Heimarménés, y los satélites de todas las esferas que están debajo de los archones la recibieron para hacer las almas de los hombres, y de los rebaños, y de los reptiles, y de las bestias, y de los pájaros, y enviarla al mundo de los hombres.
7. Y las potencias del sol y las potencias de la luna, cuando miraron al cielo y vieron los sitios de los caminos de los eones y de las Heimarménés y de las esferas, vieron que la luz les había sido quitada.
8. Y tomando la luz pura y los residuos de la materia, la acarrearon a la esfera que hay debajo de los eones, para hacer las almas de los hombres, y para hacer los reptiles, y las bestias de carga, y los animales, y los pájaros, siguiendo el círculo de los archones de esta esfera, y siguiendo las figuras de su conversión, para echarlas en el mundo de los hombres, y convertirlas en almas de este lugar, según el modo que os he dicho.
9. Y esto hacían con perseverancia, antes que su fuerza no fuese disminuida ni debilitada, y quedaran débiles e impotentes.
10. Y cuando quedaron impotentes y su fuerza hubo cesado, y quedaron debilitados en su fuerza, y la luz que había en su región cesó, y su reino fue disuelto, he aquí que una vez que hubieron conocido por un tiempo estas cosas, Melquisedec, el heredero de la luz, vino de nuevo para entrar en medio de todos los archones de los eones y de todos los archones de la Heimarméné y de las esferas, y los conturbó, y los oprimió para arrancarles su fuerza, y el aliento de su boca y el sudor de sus cuerpos.
11. Y Melquisedec, el heredero de la luz, los purificó de un modo que efectuó con perseverancia, y llevó su luz al tesoro de la luz.
12. Y cuando yo vine para ascender al ministerio a que he sido llamado por· orden del primer misterio, subía en medio de los doce archones de los eones, revestido de mi investidura.
13. Y yo resplandecía con una luz inmensa, y no había especie de luz que no estuviera en mí.
14. Y cuando todos los tiranos, el gran Adamas y los tiranos de los doce eones, se esforzaron en combatir con la luz de mi investidura, querían tener su posesión para permanecer en sus reinos.
15. Y lo hacían ignorando a quién combatían. Y cuando combatían con la luz, yo, siguiendo la orden del primer misterio, troqué sus caminos y las armas de sus eones, y las sendas de sus Heimarménés, y las vías de su esfera.
16. Y las puse seis meses mirando los tres ángulos de la izquierda, y los cuatro ángulos y las cosas que están en su región, y sus ocho figuras, según la forma en que estaban desde el comienzo. Y cambié su conversión y su dirección.
17. Mas cuando les quité la tercera parte de sus fuerzas cambié las esferas, a fin de que mirasen un tiempo a la derecha y otro a la izquierda.
18. Y cambié su curso, y toda su vía, y aceleré la vía de su curso, para que fuesen purificados rápidamente, y abrevié su círculo e hice ligera su vía.
19. Y se apresuraron mucho, y fueron excitados en su vía, y no pudieron, desde entonces, devorar la materia de su pura luz.
20. Y abrevié su tiempo y su duración, para que el número de las almas justas que recibiesen los misterios y entrasen en el tesoro de la luz se cumpliese pronto.
21. Si yo no hubiese abreviado su tiempo, ni cambiado su curso, ellos no habrían dejado a ningún alma venir al mundo, por la materia de su residuo, que hubiesen devorado.
22. Y una multitud de almas se habrían perdido. Y por eso yo he dicho: He abreviado el tiempo pensando en mis elegidos.
23. De otro modo, ningún alma hubiera podido salvarse. Y he abreviado los tiempos por las almas justas que han de recibir los misterios, y que son las almas de los elegidos.
24. Y si no hubiese abreviado su tiempo, ningún alma material habría podido salvarse.
25. Sino que habrían sido consumidas en el fuego que está en la causa de los archones.
26. Y estas son las cosas sobre las cuales me has preguntado.

Jesús relata su encuentro con la Sabiduría fiel

VII 1. Y cuando Jesús hubo hablado así a sus discípulos, todos se prosternaron a la vez, y lo adoraron, diciendo: Nosotros, tus discípulos, hemos sido elevados sobre todos los hombres, por la grandeza de las cosas que nos estás diciendo.
2. Y Jesús siguió hablando, y dijo a sus discípulos: Oíd lo que me ocurrió con los archones de los doce eones, y con todos sus archones, y sus maestros, y sus dignidades, y sus ángeles, y sus arcángeles.
3. Cuando vieron la brillante vestidura que había sobre mí, y cada uno vio el misterio de su nombre en la vestidura brillante de que yo iba cubierto, todos se prosternaron unánimemente, adorando mi brillante investidura, y diciendo: El Señor del universo nos ha cambiado.
4. Y cantaron a coro un cántico desde el interior de los interiores, y todas sus triples potencias, y sus antepasados, y sus ángeles, y sus fuerzas engendradas de sí mismos, y sus virtudes, y sus dioses, y todos sus magnates.
5. Y vieron a los guardianes de sus regiones, al perder parte de su fuerza, caer en una gran debilidad, y tuvieron gran miedo ellos mismos.
6. Y descubriendo el misterio de su nombre en mi envoltura, se apresuraron a venir a adorarlo, y no pudieron por la suma luz que había conmigo.
7. Y alejándose un poco, lo adoraron. Y adoraron la luz de mí investidura, y todos cantaban un himno del interior de los interiores.
8. Y sucedió que cuando los guardianes que hay al lado de los archones vieron todas estas cosas, cayeron en el abatimiento y se desplomaron fuera de sus regiones.
9. Y quedaron como los habitantes del mundo cuando son heridos de muerte, y no alentaban, y estaban del mismo modo que cuando yo les arrebaté su fuerza.
10. Y he aquí que cuando yo me alejaba de estos eones, cada uno de los que están en los doce eones fueron restituidos a sus sitios, y cometieron acciones malas, según el modo en que yo los había dispuesto.
11. Porque pasan seis meses vueltos hacia la izquierda, cometiendo hechos generosos en sus tres ángulos, y en sus cuatro ángulos, y en los que están en su región.
12. Y otros seis meses mirando a la derecha, y hacia sus tres ángulos, y hacia sus cuatro ángulos, y hacia los que pertenecen a su región.
13. Y éste es el modo como irán aquellos que están en el Heimarméné y en las esferas.
14. Y ocurrió que subí muy luego a las regiones superiores, hacia los velos de la trecena región de los eones.
15. Y cuando llegué ante sus velos, éstos se abrieron delante de mí.
16. Y entré a la trecena región de los eones, y encontré sola a la Sabiduría fiel, sin que ninguno de los eones estuviese cerca de ella.
17. Y estaba bajo la decimotercera región de los eones, y sentados, y lloraba porque no la habían conducido a la decimotercera región, que es su lugar en las regiones superiores.
18. Y se afligía por los sufrimientos que le había causado el orgullo de uno de los tres triples poderes. Y cuando yo os hable de la emanación, os diré el misterio de su creación.
19. Y cuando me vio la Sabiduría fiel, y contemplé la luz que me rodeaba, y en la que no faltaba ninguna especie de luz, sufrió una gran turbación.
20. Y mirando la luz de mi vestidura, vio el misterio de mi nombre trazado sobre mi vestidura, y todo el esplendor de su misterio como lo había sido desde el principio en las regiones superiores y en la trece región de los eones.
21. Y dirigió un himno a la luz que había en las regiones superiores, que ella vio en los velos del tesoro de la luz.
22. Y cuando Jesús hubo dicho estas cosas a sus discípulos, María se adelanté, y dijo: Señor, yo te he oído decir que la divina Sabiduría estaba también en los veinticuatro próbolos, pero no estaba en su región, porque tú has dicho: Yo la encontré debajo de la decimotercera región de los eones.
23. Y Jesús, contestando, dijo a sus discípulos: La fiel Sabiduría estaba en la trecena región de los eones, donde están todas sus hermanas invisibles, que son, ellas mismas, los veinticuatro próbolos del gran invisible.
24. Y ocurrió que por orden del primer misterio, la Sabiduría divina miró a lo alto y vio las alas del tesoro de la luz.
25. Y deseé ir a aquella región, pero no pudo llegar. Y dejó de efectuar el misterio de la trecena región de los eones, y dirigió un himno a la luz de las regiones inferiores, que está en la luz de las alas del tesoro de la luz.
26. Y cuando ella elevaba su himno a las regiones superiores, todos los archones que están en las doce regiones de los eones sintieron odio hacia ella, porque ellos estaban en las regiones inferiores, y ella se detuvo en sus misterios y quiso elevarse por encima de ellos.
27. Y por esto se irritaron contra ellas y la odiaron.
28. Y el gran triple poder orgulloso, que es la tercera de las triples potencias y que reside en la trecena región de los eones, aquel que fue insumiso, no dando toda la pureza de la fuerza que había en él, y no mostrando la luz pura en el tiempo en que los archones dieron su pureza, quiso ser soberano en toda la trecena región de los eones y en las que están debajo.
29. Y aconteció que todos los archones de las doce regiones de los eones se enfurecieron contra la Sabiduría fiel, que estaba sobre ellos.
30. Y sintieron hacia ella odio sumo, y el gran triple poder orgulloso de que os he hablado siguió a los archones de las doce regiones de los eones, y se irritó contra la Sabiduría fiel.
31. Y la odió extremadamente, porque quería ir a la luz que está sobre él, y proyectó fuera de sí una gran fuerza con rostro de león, hecha de la materia de que es él.
32. Y proyectó muchas otras emanaciones materiales, y las proyectó a las regiones inferiores, en medio del caos, para que tendiesen lazos a la Sabiduría fiel y le quitasen la fuerza que hay en ella.
33. Porque quería ir a la región superior que hay sobre ellos, y porque dejó de cumplir sus misterios.
34. Y ella continuó llorando, buscando la luz que había visto.
35. Y los archones que permanecían en el misterio de que ellos se ocupan, tuvieron odio contra ella, y todos los guardianes que vigilan las puertas de los eones tuvieron también odio contra ella.