El PlAnO AsTrAl...

martes, 14 de septiembre de 2010

 



El asunto es muy largo y no irá el tema muy ordenado, porque tengo que explicarlo desde mi vivencia particular, pero espero les sirva a todos los interesados.

Sobre la presencia de astrales, psicofonías y recepciones psicotelevisadas, tengo algunas sugerencias que hacer, ya que la razón de mi dedicación de por vida al esoterismo, ha sido justamente el tener desarrollada la vista astral en forma congénita. Una auténtica desgracia que he podido revertir gracias a unas cuantas personas amorosas e inteligentes.

Francamente me he relacionado mucho más, siempre, con el plano astral que con el físico, pero no porque fuese ese mi deseo personal, ya que desde niño viví un auténtico tormento, desde el momento en que pedí a mi maestra del primer grado escolar, "los colores de afuera, los que se mueven". Pedía colores que corresponden al aurea mental o al astral, pero mi pedido fue tomado con alarma, y tras llamar a mis padres comenzó el calvario. Más de treinta médicos, además de curas (con dos circo-exorcismos) y curanderos, psicólogos y psiquiatras, y cuanto personaje raro pasara cerca, fueron consultados. Cada uno dió su opinión irresponsable y ridícula, desde su ignorancia y deshonestidad personal, tras recibir el pago pecuniario correspondiente, salvo un médico honesto y decente que dijo "no sé qué es lo que el chico ve, pero para él es normal, y el miedo que le están metiendo es lo único malo". Este Doctor fue el único que empezó con un "no sé". Pero fue para mi mente ya desesperada, un verdadero bálsamo.

No obstante todo ésto, tenía cierto consuelo. Los gatos, -que me madre odiaba- a mi me encantaban, porque algunos (no todos) jugaban con seres que sólo están en el astral. O huyen de algunas personas que andan en el astral, o se revuelven molestos cuando hay ciertas especies de tormentas en que mucha basura astral aparece en forma de nubes (eso que llaman "efluvia").

A los nueve años un ingeniero analista de materiales, compañero de trabajo de mi padre, dió por fin en la tecla: Me hizo pruebas con una serie de aparatos ópticos, para concluir en que lo que veo simplemente es materia y luz en frecuencias más altas que lo que ve el ojo normal. Ya había aceptado hacía tiempo mi condición de "loco", pero ésto aclaraba todo el asunto y se acababa la desesperación y temor de mis padres. Para mi era un gran alivio la confirmación de no ser un enviado divino como decían algunos, ni un emisario del demonio como decían otros (especialmente los curas y gente con arquetipos católicos).

A los trece años -mi primer profesor de parapsicología-, pude aprender a dominar la vista astral y reducir el foco de consciencia visual, para ver en el limitadísimo espectro de la vista "normal". Siento que en muchos aspecto he vivido al revés. Pero tengo las mismas necesidades de búsqueda y comprensión del Universo que cualquier investigador, porque el hecho de ver el astral me ha causado más confusiones que aclaraciones. Las aclaraciones han surgido de compatibilizar trabajos de muchos parapsicólogos y científicos varios, para ir teniendo una idea clara de los fenómenos. Algo que me resultó de extrema ayuda, ha sido la tabla vibracional proporcionada por la Orden Rosacruz, la cual he podido completar algo más.

Esto que explicaré ahora seguramente será de extrema importancia para los captadores de espectros y cazafantasmas varios:

1) Es necesario comprender que en el astral, al igual que en el plano físico, hay SERES y COSAS. Entre las "cosas" exiten infinidad de cuerpos de seres humanos, animales y plantas, pero que no son "seres" sino sus remanentes energéticos. Menos del uno por mil de lo que se ve en astral, son seres conscientes.

2) Podríamos (cuidado con ésto) decir que entonce la mayor parte de los espectros son inofensivos, como una especie de grabación, un trasto energético sin vida propia, que a lo sumo puede asustar a quienes no conocen bien las cosas. Es cierto que en tales espectros no existe una "intencionalidad" específica de hacernos algo; pero... El problema radica en que ciertos astrales -la mayoría de los astrales humanos que no se han disuelto, ni el Ser ha vuelto a encernar con el mismo astral- se hallan en ese limbo, muy "cercanos" vibratorialmente a nosotros, debido a sus estructuras psicológicas, que perviven formando al astral en si mismo. Digamos que ese cuerpo astral, que no se ha disuelto ni su dueño ha podido reabsorber en el plano del Alma, no es otra cosa que un cúmulo de distorsiones psicológicas: miedos, odios, envidias, celos, vicios, aferramiento psíquico a objetos y personas... Una verdadera lacra.

3) Estos astrales jamás pueden hacernos daño alguno cuando: a) No tenemos vicios, miedos u odios afines, que les permitan adherirse a nuestro propio cuerpo astral. b) Conocemos algunos elementos como los que proporcionan las Yogas de cada raza para mantenernos aislados de todo contacto astral no buscado o deseado (la Runa Sieg, en el caso de la Raza Blanca y el Set-Chi en la yoga tibetana). c) Cuando nos mantenemos en armonía o estamos en constante "autovigilancia emocional".

4) Jamás debemos confiar en lo que nos comuniquen seres astrales, tengan la apariencia que tengan. Si un elemento astral me dice cien cosas que ciertamente puedo comprobar, ello no me da la pauta de que sea "seguro" lo que me dirá en un momento u otro. Puede hacerme caer en una trampa muy peligrosa y difícil de advertir.

Si suele ser peligroso confiar en personas encarnadas, a las que podemos reprender de alguna manera porque tienen un cuerpo físico con todas sus limitaciones, imagínense cuánto puede uno confiarse a una entidad que puede, si es un SER consciente en el astral, tomar cualquier forma, y luego no podemos hallarle para reclamarle nada. Y aunque le hallemos, combatirlo es algo bien diferente a "quemar" a un astral sin vida propia.

5) Pueden haber algunos casos en que un Ser que se halla en el astral nos de una ayuda en un caso extremo, tal como me ha ocurrido unas cuantas veces, pero son casos excepcionales de advertencia de peligro, en los cuales no tenía nada que perder si confiaba. Algunas veces, fueron engaños y burlas, pero en otras cuatro ocasiones me salvaron la vida. No obstante, no se debe contraer ningún compromiso con un astral, aunque aparezca con la imagen del mismísimo Jesús de Nazaret (menos aún si encierra arquetipos religiosos).

6) Hay otras percepciones "más cercanas", que no son ni astrales propiamente dichos, ni Seres desencarnados y con su cuerpo astral. Se trata de las "grabaciones askásicas". Cualquier imagen puede provenir del Registro Askásico, ya que éste es la grabación magnética propia del Planeta, y allí hay de todo. La mayoría de las psicofonías son captaciones de este plano virtual. Los sonidos y la luz (imágenes) quedan registradas en el Infinitum, es decir en una grabación magnética que se va deshaciendo lentamente, codíficandose casi hasta el infinito en frecuencias más altas y sutiles cada vez. El Logos Planetario luego recicla toda esa energía, pero aquellas grabaciones que contienen una gran carga emocional, tienden a permanecer mucho más tiempo que las simples imágenes lumínicas. Por eso es más fácil registrar una psicofonía que una psicografía.

7) Para diferenciar entre una grabación askásica (también llamada imagen psicométrica), de una entidad astral, hay muchas dificultades. Es casi imposible para quien no tenga sentidos astrales desarrollados. En algunos lugares donde he recurrido en ayuda de habitantes desesperados, la vista astral no me ha podido facilitar la diferenciación, porque hay vórtices magnéticos que modifican el espectro vibracional normal de las imágenes psicométricas, al punto de hacerlas visibles para mi. En un ambiente normal, no me es posible verlas con la vista astral, sino con la psicométrica propiamente dicha. Cuando las cosas se confunden a tal punto, los astrales propiamente dichos son casi invisibles, y me he sentido vulnerable en tales ocasiones. Ya demasiado difícil suele ser diferenciar a los astrales sin vida propia, de una persona recientemente desencarnada.

8) Los únicos que a la vista astral son inconfundibles, son los que están durmiendo y salen con su cuerpo astral. Muchas personas lo hacen, incluso muchos cada noche, pero muy pocos lo hacen conscientemente. Entre estos últimos, hay dos grupos: Los que salen conscientes y registran la vivencia en la memoria cerebral, y los que toman consciencia en astral, hacen lo que deben (o lo que no deben), pero en la vida consciente no tienen ni idea de su "doble vida". Algunos de estos viajeros astrales suelen burlarse muy habilidosamente de los cazafantasmas; aunque eso conlleva ciertos riesgos para tales personas carentes de ética.

Los viajes astrales conscientes y las pirámides: Son un tema muy importante, y no están tan lejos de ser logrado por la mayoría de las personas. No hay que confundir "viaje astral" con "oniria". La oniria es un sueño inducido, autoinducido o provocado por actividades de la mente en su funcionamiento subconsciente. La relación existente entre el uso de la pirámide y los viajes astrales, es que la mente, cuando se deja el cuerpo dentro de la pirámide, funciona mejor debido a la mayor actividad actividad cerebral y la estabilidad de sus ritmos. Supongo que se debe a que la pirámide perfecta tiene un campo magnético saturado de neutrinos. La sutilización de un campo magnético saturado de neutrinos -no se exactamente porqué razón- regulariza los ritmos biológicos (y ésto es una comprobación práctica). Y a tal punto los regula, que las células responden mejor en todas sus funciones. No creo que se daba a un único motivo, sino a los varios factores que contribuyen a la Armónía Cósmica. Pero volviendo al punto que interesa a muchos piramidólogos, en la pirámide es más fácil reconocer la diferencia entre una oniria y un viaje astral, porque el cerebro está más activo, es decir más despierto.

Aún cuando dormimos, y descansamos profundamente -tanto el físico como la mente-, la consciencia dentro de un campo piramidal es diferente. Si no tienes una pirámide, puedes igualmente hacer algunas pruebas para ver la diferencia, que consiste en los siguiente: Durante el sueño, la consciencia despierta o semidespierta, está "viendo una película". Pero si la consciencia está dormida, cualquier viviencia -astral, onírica, física real (como ir dormido en un autobús-) puede ser modificada de infinitas maneras.

Durante el viaje astral, tenemos tres factores claros:

1) Estamos conscientes y podemos razonar (aunque muy lentamente si no estamos dentro de una pirámide, o tenemos pocos años de práctica).

2) Estamos fuera del cuerpo físico.

3) Somos protagonistas, estamos allí. Lo que vemos es real, aunque algunas cosas son sólo astrales y otras son físicas, con sus correspondientes radiaciones magnéticas y/o astrales (en el caso de los seres vivos, como personas, plantas, animales).

Durante un sueño consciente tenemos también tres factores, pero he aquí la diferencia:

1) Estamos conscientes y no podemos razonar (aunque podemos hacer elecciones).

2) No estamos fuera del cuerpo aunque nos parezca estarlo y dudemos. Estamos viendo el desarrollo de una "película" y seamos o no protagonistas, podemos cambiar las circunstancias que no nos gusten; modificar el "argumento".

3) Aunque nos parezca ser protagonistas, como tenemos consciencia, a pesar de no poder razonar objetivamente, nos damos cuenta que todo ocurre en nuestro interior.

El GRAN FACTOR COMÚN, es la consciencia. Para salir astralmente y saber cuando estamos o no en astral, sin tener demasiado conocimiento de ésto, es mejor usar la técnica que detallo a continuación. Nunca se debe salir en astral "por la fuerza", sino que las primeras veinte o treinta salidas deben ser espontáneas, tomando consciencia -despertándonos- cuando ya estamos fuera del cuerpo físico. El modo es el siguiente:

a) Condicionar la mente, programándola para tomar consciencia cada dos horas. Ocurre que los viajes astrales que hacen incoscientemente la mayoría de las personas, ocurre unas dos horas después de dormirse, pero además es un tiempo medio adecuado como disciplina. Para ésto debes tener una disciplina y constancia, durante días, semanas o -raramente- meses, dependiendo de cada persona y sus propios ritmos biológicos. Se procede de modo muy simple: Cada dos horas, durante el día, debes tomarte uno o dos minutos para hacerte estas preguntas:

¿QUIÉN SOY? La respuesta es tu nombre, tu condición, tu sentido de SER tú mismo.

¿DÓNDE ESTOY? Te respondes mentalmente ubicando el lugar en que te encuentras, la zona geográfica, etc. Luego...

¿QUÉ HAGO AQUÍ? Te respondes objetivamente las actividades que realizas en ese lugar o el objetivo que te ha llevado allí.

¿NO ESTARÉ EN ASTRAL O SOÑANDO?. Te planteas seriamente la posibilidad de que te halles en astral, o que estés soñando. Una vez que has instalado esa "duda" en tu mente, te estiras un dedo, luego das un pequeño salto, como para sentir la gravedad terrestre. ¿no pasa nada?. Ningún problema. Continúa con lo mismo cada dos horas (es conveniente hacerse una disciplina mental o tener un reloj con alarma programada para dos horas). Cuando te acuestas, continúa la preparación.

b) Tener el cuerpo físico y la mente profundamente relajados (no es necesario extremar la comodidad, porque el físico es muy "vicioso" de la comodidad.) La comodidad que tenemos para dormir es más que suficiente para salir en astral.

c) No tener ruidos ni personas que nos molesten. En las primeras salidas, ésto puede resultar muy peligroso.Tras algunos días o unas semanas de esta práctica, la mayoría de las personas reconocen la diferencia entre el sueño, del cual toman consciencia, o el viaje astral que están haciendo. Si te sigo diciendo lo que sigue, puede que te condicione un poco, y luego "sueñes que estás en astral", aunque finalmente, la práctica aclara las cosas. Si descubres el resto por tì mismo, no cabrán dudas.Así que si sigues las indicaciones que te doy, al pie de la letra, no dudes que el viaje astral será para tí una realidad. Cabe destacar que a medida que se ejercita ésto, y se repite la disciplina constantemente, el viaje astral se hará más fácil, y los ritmos se acelerarán bastante, de modo que luego saldrás en astral del modo que te programes hacerlo, y tendrás "consciencia onírica".Siempre descansarás profundamente, mientras que no haya nada que te haga sufrir. Para quien tiene consciencia onírica, no hay pesadillas, porque las ves como una película, sabiendo que se trata de una película, cuyo argumento modificas a voluntad, a la vez que entiendes la motivación o necesidad psicológica que la produce.

Aclaro que para todo ésto, no es necesaria la pirámide. En todo caso, la pirámide es un útil, que facilita mucho las cosas, pero de ningún modo es imprescindible. Vendo pirámides a escala, pero prefiero "tirar piedras sobre mi tejado" antes que violar una pauta ética. Repito: la pirámide es un útil, como es la casa. Pero mi cuerpo es mi "verdadera casa".

Recomiendo no hacer estas prácticas ni buscar tomar consciencia astral a las personas muy miedosas. Aunque en el astral "casi" no hay cosas que puedan herirnos o perjudicarnos, primero hay que eliminar el miedo psicológico, porque hay en ese plano, cosas maravillosamente bellas como terriblemente feas. Y hay que estar por encima de las reacciones que nos produzcan, porque no siempre es posible mantenernos en astral, apenas sobre el plano vibracional físico. Eso se logra con la práctica, y allí si que la cosa es útil, porque podemos ver cosas que no ven los ojos físicos, y podemos ir a lugares en que no puede entrar el cuerpo de carne, aunque hay unas cuántas limitaciones para los principiantes o para los que no estamos en práctica constante, porque lo que ves en el astral, tanto puede ser una proyección astral (no mental), o un objeto material con su correspondiente campo magnético. Otra advertencia: Es muy útil la experiencia astral (imprescindible diría yo), pero el camino evolutivo del Ser no queda allí. Cualquier duda, no dejes de preguntar en la lista askasis-alta@elistas.net .

Algunas personas creen que el cuerpo astral se les va por ahí, pero no es así. El cuerpo astral jamás "va solo" a ninguna parte. Eres tú -TU CONSCIENCIA- quien va con el cuerpo astral, dejando el físico. Hay mucha gente andando en astral casi todas las noches, sin enterararse nunca. Nada de lo que hagas en astral con otra persona, de modo espontáneo puede perjudicarte ni a tí ni al otro, salvo que se usaran conscientemente determinados conocimientos, que aún así, no es tan fácil usar.

Lo que explico de ejercitarse en desarrollar la Conciencia Onírica (es decir que estés consciente durante cualquier proceso de la consciencia cerebral), es lo mejor que puedes hacer para que no te quepan dudas sobre si sueñas o andas en astral.

Cuando yo tuve mi primera novia "oficial", le expliqué que yo salía en astral y podía visitarla, así que durante algo más de dos años iba a su dormitorio, tras conseguir que me lo autorizara verbalmente. Ella nunca me vió, pero solía sentirme. No tiene nada de raro ni de otro mundo.

Cuando nos aventuramos en el mundo astral, sentimos muchos miedos (incluso una de mis primeras experiencias me asustó tanto que estuve varios meses decidido a no salir nunca más) pero cuando superamos eso estaremos en condiciones de superar muchas otras cosas, porque no debemos olvidar que el cuerpo astral es el cuerpo de las emociones, y al sentirnos fuera de la coraza física, surgen los miedos en la absoluta desnudez del astral. Nuestro cuerpo físico absorbe las vibraciones emocionales del entorno, protegiéndonos hasta cierto punto de ellas, y además nuestro cuerpo mental hace también lo propio con una buena parte del espectro vibratorio.

Pero al salir en astral, nos hallamos desnudos antes el océano de vibraciones emocionales, y si permanecemos en él es porque tenemos suficiente "Vraja" (susbstancia astral altamente cohesionada) como para que la "piel" astral nos proteja del exterior. Este "Vraja" es de color rojo, más intenso mientras más invulnerable. Se forma automáticamente en el astral (digamos que es un producto de las "glándulas" astrales, aunque éstas son los mismos ganglios linfáticos, que funcionan en todos los planos) pero la susbtancia básica para ello es la misma que para casi todos los cuerpos sutiles: La Energía Kundalini.

Quienes no hacen tantra, pocas posibilidades tienen de salir en astral, aunque lo hagan a veces, (incluso conscientemente) pero ocurre que en cualquier caso, lo hacen -como yo mismo durante muchos años- en condiciones muy peligrosas. Tenía suficiente consciencia y conocimientos en el astral, porque siempre fue visible para mi, pero no tenía la "invulnerabilidad" que da el Vraja rojo. Hoy, a ocho años de haber comenzado la vida tántrica definitivamente, más la poderosa actividad de las Runas como práctica casi cotidiana, puedo decir que lo único vulnerable en mi, es el cuerpo físico. Porque en astral puedo desafiar a un ejército entero de brujos y pueden venir los mil demonios del infierno de las proyecciones monstruosas, o el mismísimo Demiurgo (¡Ojalá apareciera ante mi ese hijuep...!!) En fin, que si te tomas el trabajito de comenzar vivir bajo las tres reglas mágicas, tu vida será muy feliz y libre. Recuerda: Tantra yoga, Runas, y sobre todo, Meditación, que es autoobservación, autovigilancia, para "pillarte teniendo miedo" y eliminar ese mal bicho.

Sobre el tema particular del astral, afortunadamente no me ocurre lo mismo que con la cuestión fisico-matemática de las "dimensiones espaciales y espaciotemporales". Al tema del astral lo conozco empírica, histórica, personal, científica, matemática y físicamente, y no sólo como algo "observado", sino vivenciado durante mis 42 abriles, con intensidad visual, tactil, olfativa y -sólo por tres días- auditiva. No supe "ajustar" el desarrollo auditivo y ello se convirtió en una tortura brutal. Si debiera elegir entre las torturas de una prisión satánica o quedarme para siempre con el oído astral funcionando... Sin duda elijo lo primero.

Lo peor es que escuchas cuando la gente "piensa en voz alta", porque el oído astral se relaciona con la telepatía auditiva, y uno oye lo que la gente reproduce en su pantalla mental, con palabras, sus pensamientos.

Si hubiera podido regular el sentido, para cerrarlo o abrirlo a voluntad, hubiese contado con una extraordinaria herramienta. Mucho la deseaba en un tiempo, pero como decíamos días atrás, lo que desees debe pasar por un análisis de conveniencia muy cuidadoso.

El astral es simplemente materia magnética. Una persona de ochenta kilos tiene un astral de 2,7 gramos. Los fantasmas o cascarones astrales no tienen energía vital, de modo que pesan muchísimo menos. Pero tienen algún peso. Se corta fácilmente el astral con cualquier cosa filosa de plata o de acero de triple templado. No se quema ni se hiela. Pero las ondas vibracionales de las explosiones atómicas lo desintegran más que al físico.

Sería largo detallar todo sobre el astral, pero se trata de materia que está en esta misma dimensión espacio-temporal, aunque el Pithecantropus mercatori haya perdido su capacidad de percepción astral por involución biológica (especialmente por atrofia de la pineal, precisamente).

Cuando se está completamente consciente en astral, fuera del cuerpo físico, el tiempo transcurre idénticamente a lo normal, con sus "estiramientos" si lo pasas mal y con sus "encogimientos" cuando lo pasas bien. Ciertamente es materia muchísimo más maleable que cualquier otra, porque una consciencia puede, por proyección mental, darle la forma que quiera. Pero aglomerar materia astral ya es otro tema. Se puede, pero me costó mucho hacer, por ejemplo, un "Tulpa", que es una imagen astral -como un holograma- que puede verlo cualquier persona, aunque no tenga vista astral. Aparte del laburo que lleva, tiene sus peligros. Especialmente para los demás.

O sea, que te digo como conocedor claro del asunto, que el astral sólo es una "dimensión vibratoria"... Materia magnética con diverso grado de cohesión y una buena cantidad de variables dinámicas. Pero nada más.

Los contenidos de los cassettes musicales, están en una dimensión vibratoria que no llega ni a la milésima de la vibración astral más baja. Está en el espectro electromagnético. Pero una persona que esté en astral, o un cascarón, puede emitir un "sonido astral" que se imprima en un cassette, porque sus sonidos se corresponden con esa frecuencia.

Así interactúan todas la "dimensiones vibratorias", y hay que tener en cuenta que nosotros mismos tenemos un cuerpo físico, uno mental, uno astral, un Huevo Aurico y una Chispa Divinal, así que abarcamos todo el espectro vibracional universal.

Esto me hace suponer que es posible que no hayan "otras dimensiones" físicas, sino que todo el Universo puede estar en tres dimensiones, pero con un espectro vibratorio infinito. Lógicamente que para la consciencia, ubicada en diferentes estados vibratorios, parecerán "otras dimensiones". Pero en esa "otra dimensión", los cuerpos sólo tienen tres dimensiones reales.

Suponer la existencia de seres bidimensionales (y tengo hasta poderosos motivos para asegurar que existen) puede ser como suponer que cuando yo no estoy en mi habitación, mil demonios hacen de todo allí, y uno se queda de "campana", para avisar cuando estoy volviendo. Y en tres segundos acomodaron todo tal cual estaba...

O sea que "imaginar" que pueden haber seres conscientes cómodamente en un punto ( o siendo un punto), o en una línea (o siendo una línea), no significa en absoluto que eso sea así. Y si yo puedo percibir en tres dimensiones, ¿cómo es posible que no pueda percibir a los monodimensionales o bidimensionales?. Sería como haber aprendido a sacar raíz cuadrada pero a costa de olvidar cómo se resta o suma...

EL astral es material. Se trata de una materia más fácilmente maleable porque es atómicamente más estable que la material "mental". Lo que capta la cámara "Kirliam" es la primera capa electromagnética, y es radiante. Es activa; los destellos se mueven, las manchas también, se forman corpúsculos de diversos colores, especies de burbujas, serpentinas rojizas o verdes, y espiroides amarillos, verdes y anaranjados. Los fondos del áurea Kirliam suelen variar entre el azul oscuro, el celeste, el rojo y el bordó. Por encima de ese fondo, se producen todos los demás fenómenos dinámicos. En cambio en el astral, lo que tenemos es una materia más parecida a la goma o al látex que al áurea eléctromagnética Kirliam.

También el astral es electromagnetismo, pero en una frecuencia muchísimo más alta. Alquímicamente, la materia astral es "agua" y su comportamiento es análogo a este elemento. La mente, en cambio es "fuego". Y así puede verse hasta en la foto Kirliam. Aún no existe forma técnica de fotografiar el astral, pero sí existe la posibilidad de verlo con auxilio de cierta substancia llamada "diciadina" o "dicianina". Fue desarrollada hace unos treinta años, y colocada como un gel entre dos cristales. La NASA la prohibió y canceló los experimentos con ella, con el pretexto de ser "radiactiva". Los químicos de ese nido de infamia lograron desarrollarla, pero parece que ya la han fabricado otros investigadores.

Hay muchas personas con diciadina natural en sus ojos, pero muy pocas con el centro cerebral correspondiente, despierto.

En resumidas cuentas, el astral es tan material como la memoria mental. Ésta última es tan material como que es electromagnética también, al igual que la memoria de un ordenador.

El astral es de tales características vibratorias que puede contener y procesar un tipo de información mucho más sutil y "causal", como son las emociones, los sentimientos. El cuerpo mental y el astral interactúan formando asociaciones complejas que llamamos "evocaciones":

"Recuerdo el coche gris de mi padre, los días lluviosos y grises como el coche, eran los únicos en que mi padre me llevaba al colegio. Los demás días -casi todos- debía caminar algo más de un kilómetro. Sólo podía sentir que tenía un padre cuando amanecía con el cielo encapotado... Ahora está a punto de llover allí afuera. Aquí adentro también, incluso ya caen gotas sobre el teclado... y me parece oír a mi padre. Su alta figura, su presencia protectora... Cuando se fue, no perdí sólo a mi padre, sino también a mi mejor amigo."

Podéis haber reproducido en vuestra mente una "escenificación" mental de lo anterior, pero para mi ha sido, al escribirlo, una "evocación" auténtica, compuesta básicamente de "recuerdos de emociones", descriptas a través de la envoltura de imágenes mentales. Nuestras emociones y sentimientos están codificados en la materia astral, tal como las imágenes y conceptos del raciocinio en el cuerpo mental. También hay en el astral un resumen de la memoria mental, pero mientras el mental puede "razonar", el astral sólo puede "optar".

MAS COMENTARIOS:

Creo que lo más productivo es intentar ir a un lugar definido. La utilidad práctica se extrae cuando aprendemos a navegar en astral, con un rumbo y motivos definidos. No está mal "explorar", pero aún así, es mejor hacerlo sabiendo por donde andamos, en especial cuando se está aprendiendo, porque pueden comprobarse muchas cosas.

He subido en astral hasta una altura que calculo en 20.000 metros, y es a-co-jo-nan-te. Allí ya es muy difícil seguir hacia arriba. Te tienes que guiar por la vista para "navegar" en astral, y no cuentas con instrumentos auxiliares.

COMO CONTROLAR LA VISTA Y LA VELOCIDAD: Es cierto que se tiene una vista panorámica, pero no es que sea como de 360 grados. El control de la vista astral es espontáneo, pero en algunos lugares hay que esforzarse para ver bien, porque no se sabe si se está ante un elemento astral o de densidad tactíl.

Pero girarse en astral es algo tan instantáneo que casi equivale a tener vista panorámica, salvo que se esté (como me sucedía antes) condicionado mentalmente a un ángulo visual físico. En las proyecciones de la Consciencia a través del Ajna (Tercer Ojo), la vista ciertamente es "esférica", pero no lo he seguido haciendo porque además de cansarme mucho, requiere un entrenamiento constante y no es posible procesar cerebralmente la cantidad fabulosa de información que se percibe. Una vez que se vuelve la Consciencia al cuerpo, recién se procesa lo visto y oído. Desconozco si las proyecciones del Ajna pueden perfeccionarse al punto de sentir olores, etc., cosa que sí he hecho en el astral: sentir olores, degustar comidas (especialmente las anteras de las flores como la madreselva).

Al principio (digamos que en las primera diez o veinta salidas) yo no podía controlar la velocidad, de modo que no sabía ni dónde estaba. Mientras más consciente, más iba regulando ese factor, hasta aprender que hay que "caminar rápido", para desplazarse, y poco a poco se aprende a desplazarse sin perder de vista el paisaje. Luego se aprende a volar, pero eso cuesta bastante más, por lo general. Creo que tiene que ver con el peso corporal físico. Cuando comencé a engordar, me costaba cada vez más volar. Actualmente, como peso algo más de cien kilos y estoy poco entrenado (salgo consciente en ocasiones muy especiales), me cuesta hacerlo.

No cuesta nada hacerse una masturbación mental pseudo-astral. En los casos que he investigado de estas personas (más de una docena) en realidad es fácil demostrar que no salen en astral ni a mear.

¿Como saber entonces que es lo real? ¿Como discernir entre lo real y lo no-real? Muy fácil: Aprendes a ir a un lugar donde no hayas estado, pero que sea cercano, como para poder comprobarlo en cuerpo físico. Tras varias comprobaciones, aprendes a diferenciar un viaje astral de una oniria en la que supuestamente estás en astral. Así todo, en la época en que estaba bien entrenado, debía esforzar la consciencia un poco, para asegurarme -si el asunto era importante- que estaba en astral, y no "soñando que estoy en astral". Pero la práctica hace al oficio.

Hay que tener en cuenta que TODO TIENE REALIDAD, incluso esas masturbaciones mentales que hacen los dicen relajarse e ir a otros planetas. Son una película cereada por la propia mente. El problema es saber qué cosa es tal o cual, y cuál efecto proviene de cual causa. Esa película mental, si la hacemos conscientemente de que se trata de una "ONIRIA", puede servirnos en algùn momento.

Se entiende por ONIRIA al sueño muy agradable y placentero (lo contrario de PESADILLA), pero esotéricamente se llama así a los sueños autoinducidos, con cierto leve grado de consciencia, y a las "imaginaciones infantiles".

Lo malo es creer que estamos viviendo realmente una experiencia astral si no lo es.

Cuando te estires los dedos o des un salto, notarás que no es normal lo que ocurre (no conviene decir más, para no condicionar la mente a un efecto determinado; cada uno lo comprueba por si mismo y ya está). Entonces ya sabes que no estás en estado de real vigilia, es decir, despierto y andando en el físico. Allí te cabe la duda de si estás en astral o estás soñando, pero para eso hay que hacer las "comprobaciones geográficas", y tratar de mantenerse en astral, pero lo más cercanamente posible al plano material. Cuando se pasa a los subplanos del astral y se pierde de vista la materia, es prácticamente inservible la experiencia. Allí es cuando tienes a la gente que parece estar trabajando o manejando cosas "invisibles". Esas cosas están en realidad, en la mente de la persona o en subplanos del astral. En todo caso, es trabajo inútil y hay una pérdida de energía psíquica que los "vampiros" aprovechan. Los vampiros éstos, son por lo general, personas que han muerto y aprendieron a sobrevivir en astral. Tarde o temprano, también se les pudre el astral, pero mientras tanto, joden a los que salen inconscientemente.

Algunas personas preguntan: ¿Nosotros somos los que lo hacemos real?

La realidad es independiente de nosotros. En nosotros está la capacidad de diferenciar los tipos de realidad. La realidad de estar en astral, la realidad de estar haciendo una proyección de la consciencia, o la realidad de estar proyectando una película sobre la pantalla mental.

CUIDADO CON ÉSTO: En el astral hay sexo. El problema es que no siendo el plano natural de manifestación de la sexualidad, prácticamente todo es perversión o fácilmente pervertible. Con mi esposa hemos hecho el Amor (con sexo y todo) en astral, y luego nos hemos ido despertando para hacerlo en el físico con una atraccíón extraordinaria, pero de no ser así, (además a modo tántrico), lo más recomendable es evitar el sexo en el astral. Las poluciones nocturnas son auspiciadas muchas veces por los vampiros, que luego se alimentan del semen o los líquidos vaginales orgásmicos de las personas encarnadas. La mayor parte del vampirismo es sexual.

La discriminación en el astral es muchísimo más necesaria aún que en lo físico, especialmente cuando se está aprendiendo. No es igual interactuar en astral con los muertos que con los dormidos, o con vivos y conscientes. No es igual encontrarse en el astral con el vecino que ni sabe lo que hace, que con una bruja que sale en astral a enfermar a alguien. Hay muy pocas, pero las hay.

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Tomado de la web de :Pequeño Universo Druida...