LoS manTraS eN eL TaNtRa...

viernes, 8 de octubre de 2010

 


Desde hace milenios, el Tantra conoce y utiliza los poderes curativos y revitalizantes para el cuerpo y el espíritu del pranava (el om) y de las seis sílabas gérmenes (bija mantras) hram, hrim, hrum, hraim, hraum, hrah, cada una de las cuales actúa sobre una parte del cuerpo o sobre un órgano preciso.
Los mantras silábicos más usados en los ejercicios de meditación tántrica terminan casi todos en M (asi: OM, SAM, KLIM, etc.) o en H (por ejemplo SAUH), salvo raras excepciones como en el caso de SVAHA. Ahora bien, ni la M ni la H son verdaderas consonantes: en efecto, la primera de ellas transcribe un «resonanacia nasal» (anusvara), que prolonga la vocal o el diptongo, mientras que la segunda representa una especie de «soplo» ligero y sordo (visarga), amitido también como una simple prolongación del sonido vocal que le precede.
OM, es la sílaba mística gracias a la cual el hombre puede entrar en contacto intuitivo con la realidad última, con la raíz misma del Universo. OM es la sílaba-germen del Universo, la hija, de la que se derivan todos los otros sonidos. Su simbolismo es muy evidente: en la tríada que conforma el monosílabo OM ( A + U + M encontramos el bija -A-, la Sakti -U- y el kilaka -M-) la unión del másculino (A) y el femenino (U), va a resolverse en este punto primordial (el cual se transcribe como M) que, constituye una representación esotérica del deseo (kama), en forma totalmente acorde con la doctrina védica según la cual «En principio... sólo existia el deseo...».
Los textos del tantrismo enseñan que las consonantes del alfabeto sáncrito son femeninas y las vocales masculinas. De tal forma una sílaba sólo existe gracias a la fecundación del yoni (vulva) consonantico por parte del bija (semen) vocálico. Con esto se expresa al mismo tiempo una verdad experimental, y se insinua una teoría metafísica del lenguaje. En efecto, una consonante sólo puede pronunciarse cuando va acompañada de una vocal, así sea esta última una e aparentemente «muda». Ver una unión sexual en la combinación de los dos tipos de fonemas es, evidentemente, afirmar que cada sílaba constituye un microcosmos: tanto en sí mismo como en cualquiera de sus partes, el Universo existe por obra de los amores de Shiva y Parvati (o bien, de Heruka y la Varahi). Pero también, al manifestarse la energía cósmica bajo formas diversas, el alfabeto, deberá contener muchas vocales en lugar de una sola; así, muchos diptongos se hacen posibles, de modo análogo a las conjunciones de shaktis.
Ahora bien, la tradición tántrica unánimemente insiste en el hecho de que el mantra debe ser viviente, es decir, trasmitido de boca en boca, pues su pronunciación debe ser rigurosamente correcta, so pena de ineficacia, o peor aún, de peligros. Es imposible, por lo tanto, transmitir esta ciencia en su totalidad, pero es posible dar la indicaciones fonéticas precisas que permitan, despúes de algunos tanteos, emitir correctamente un número suficiente de mantras eficaces y benéficos...