KARMA Y ESPIRITU...El phantoma o Cuerpo de Resurrección...

viernes, 18 de junio de 2010

 



La importancia del phantoma, el cuerpo de Resurrección...
La estigmatización es un suceso
kármico individual entendido sólo en términos del karma individual y por
tanto no debe generalizarse. Ya ha sido mencionado que la preparación
...para recibir al phantoma (según lo expresa Rudolf Steiner), es un
proceso sumamente individual que se extiende durante muchas
encarnaciones y conduce, por medio de la replicación del cuerpo de
Resurrección original, a cada individuo a recibir en sí mismo su cuerpo
ideal como el portador del yo.

La estigmatización, sin embargo, puede ser entendida como una
expresión particular de la revelación del cuerpo de Resurrección, sobre
todo por la radical transformación del cuerpo físico que sucede en el
proceso. Esta transformación es especialmente vista en el hecho de que
el cuerpo no necesita comer ni beber físicamente nada.Por el momento el
concepto científico-espiritual de la Resurrección –como Rudolf
Steiner observó- sólo puede ser media verdad. El concepto
científico-espiritual de la Resurrección es un concepto infinito e
inagotable. Allana el camino para nuestra comprensión pues conecta el
comienzo y el final de la
Tierra, el Alfa y el Omega, por medio del acto de Cristo en
el Gólgota. El cuerpo físico era originalmente una forma de energía, un
‘pensamiento real en el mundo exterior’ (GA 131, 10 de Octubre de
1911), eso significa un pensamiento que crea realidad. A través de la
influencia de Lucifer y Ahriman esto ha degenerado, ha sido destruido.
Sólo a través de la restauración del principio original de la evolución
humana por medio de la
Resurrección puede continuar el desarrollo del yo
individual. A través de la Resurrección de Cristo, un nuevo elemento ha
sido añadido a la humanidad, un cuerpo imperecedero, con el que cada yo
individual se puede relacionar.Debo
hacer hincapié de nuevo en relación con los estigmas, que aquellos
estigmas que aparecen temporalmente en la cuarta etapa del sendero
Cristiano de iniciación, la Crucifixión, han de ser distinguidos
completamente de los estigmas permanentes, kármicamente determinados.
Tienen, por supuesto, el mismo origen, pero están relacionados con este
de diferentes maneras. Si uno toma la representación de Giotto de la
estigmatización de San Francisco de Asís en serio, se puede decir que
Cristo da y quita los estigmas por razones que Él conoce. Básicamente
todos los estigmatizados se han sentido de esta manera, que ha conducido
tanto a la simpatía como al rechazo de los que le rodean.El fenómeno de la estigmatización es inexplicable
para la ciencia y medicina materialistas actuales y ha de ser negada ya
que su presencia no sólo hace temblar los cimientos de su visión del
mundo, sino que los destruye. Esta negación es la consecuencia lógica de
la completa separación de naturaleza y espíritu, o más bien la
no-existencia postulada del espíritu. En contraste, la ciencia
espiritual muestra cómo el ser humano y la Tierra han evolucionado juntos desde
el mundo espiritual. Las palabras dadas por Goethe al Canciller y
Arzobispo (Fausto II, Acto I, La
Sala del Trono, trad. de George Madison Priest), el
representante del punto de vista de la Iglesia, es la expresión paradigmática de
esto:¡Naturaleza!
¡Espíritu!... No es así como se habla a los Cristianos. Por
eso se quema a los ateos, porque tales palabras son altamente
peligrosas. La Naturaleza es el pecado, la mente es el Diablo, y
entre los dos dan pábulo a la duda, su monstruoso engendro
híbrido.Por
esta razón la ciencia espiritual, como la ciencia de la extensa realidad
del espíritu y la naturaleza, es también requerida a hacer una
contribución para la comprensión de la estigmatización. A grandes rasgos
será proporcionada una explicación en relación con la transformación de
la percepción sensorial y el estado de no poder ingerir ningún alimento
físico. Un requisito fundamental para esto es el conocimiento de que el
poder de Ahriman ha sido constreñido por el Misterio del Gólgota.
Rudolf Steiner escribe en Ciencia Oculta: un Esbozo en
relación con esto:“En el momento en que el suceso del Gólgota ocurrió, se
introdujo la otra capacidad en la humanidad por la que la influencia de
Ahriman puede ser convertida en bien. El ser humano puede ahora llevar
consigo a través del portal de la muerte aquello de la vida que le
librará del aislamiento en el mundo espiritual. El suceso de Palestina
es fundamental no sólo para el desarrollo físico de la humanidad sino
también para los restantes mundos a los que el ser humano pertenece. Y
con la realización del ‘Misterio del Gólgota’, con el sufrimiento de la
‘Muerte en la Cruz’,
Cristo apareció en aquel mundo en que las almas humanas se iban a
encontrar tras la muerte y puso el poder de Ahriman en su lugar” (GA 13)Por el momento nos
centraremos en mostrar cómo se inicia un cambio en el cuerpo material
físico.Normalmente los sentidos son considerados como
substanciando el aspecto material del mundo. Aún así esto no es otra
cosa que una ilusión Ahrimánica que surge del hecho de que está oculta
del ser humano, que, con el elemento de voluntad activa en sus sentidos,
está enraizado en la realidad, que es física-espiritual. El ser humano
moderno, consciente y racional vive completamente en el elemento de
consciencia en los sentidos, que él cree erróneamente que sólo comunica
información abstracta. Incluso aunque la investigación más reciente de
los sentidos muestra esto cada vez más como un error, hasta el momento
una manera completamente diferente de comprender la actividad de los
sentidos ha sido principalmente posible sólo a través de la ciencia
espiritual de Rudolf Steiner. Esto se puede encontrar resumido en pocas
palabras en la siguiente afirmación de su obra Cartas Sobre la Educación Estética del
Hombre de Schiller: “Para el hombre el camino al
espíritu se encuentra en los sentidos”. Por medio de la percepción
sensorial normal y consciente, donde los sentidos se dirigen hacia
afuera, es percibido algo así como el lado exterior del mundo
espiritual, que Ahriman conduce a los seres humanos a creer que es lo
único que existe. En la civilización actual esta ilusión es fortalecida
por los medios de comunicación técnicos en la medida en que sólo son
capaces de reproducir este lado exterior. Cuando, no obstante, el ser
humano se enfrenta a la realidad en la naturaleza y en la
humanidad, entonces el proceso de voluntad en los sentidos le une
con las cualidades percibidas del mundo. Esta actividad de la voluntad
ha sido sumida en la más profunda oscuridad del subconsciente por la
influencia Ahrimánica, está olvidada, puede ser negada precisamente
porque no es conscientemente experimentada. A través del conocimiento
espiritual, a través de ejercicios espirituales, comienza un despertar,
un hacerse consciente de estas raíces de la actividad de los sentidos en
la realidad del espíritu y de la naturaleza, en otras palabras, el ser
humano se hace consciente de que está viviendo con su voluntad en el
mundo espiritual, algo de lo que es inconsciente de otro modo. En su
conferencia: “Man’s Twelve Senses in Relation to
Imagination, Inspiration and Intuition (Los Doce Sentidos del Hombre en
Relación con la
Imaginación, la Inspiración y la Intuición)” (GA 199, 8 de
Agosto de 1920) Rudolf Steiner enfatizó particularmente este aspecto. La
profundización del sentido de la vista, por ejemplo, conduce a la
imaginación, un proceso que jugó un papel decisivo en el descubrimiento
de Goethe de la planta arquetípica, que es una imaginación. La
apariencia sensorial se hace transparente para la realidad espiritual.
Cuando la entrada del sentido del oído se abre llegamos a la
inspiración. Por medio del sentido de uno mismo somos capaces de
alcanzar la esfera de la intuición impregnada con el ser del mundo
espiritual exterior. Esto no es en manera alguna un asunto de
clarividencia en el sentido normal sino una experiencia profundizada del
hacerse consciente de la realidad espiritual que vive en el mundo
experimentado por los sentidos.Los
cambios en las actividades de los sentidos a través de la
estigmatización siguen la dirección aquí indicada. El lado externo del
mundo espiritual se hace más o menos transparente. Las cualidades
subyacentes se expresan con mayor fuerza y claridad, porque la
consciencia ha incrementado la realidad en la que todos los seres
humanos viven. Así una parte –no todo- de los sorprendentes fenómenos se
hace comprensible. Estos cambios en las actividades de los sentidos
deben ser vistos en conexión con la transformación radical del sistema
sanguíneo, ya que como expresión física del yo individual la sangre es
la voluntad trabajando inconscientemente en todos los sentidos. La
estigmatización en este aspecto también conduce a una experiencia más
consciente de las cualidades de los sentidos.Uno puede experimentar repetidamente la
ofuscación, el shock y la incredulidad de la gente cuando se enfrenta
con la situación de alguien que vive sin comer nada, a causa de la
estigmatización. Parece incomprensible que el cuerpo transformado
rechace vehementemente cualquier forma exterior de nutrición. Esta es
una actitud que es fácil de comprender por un lado, pero por otra parte
no es nada más que el resultado del verdadero materialismo. De nuevo los
hallazgos de la ciencia espiritual pueden conducir a una comprensión
inicial del fenómeno. En la tercera conferencia del ciclo de
conferencias Study of Man (Estudio del Hombre), Rudolf
Steiner detalla, por ejemplo, cómo el ‘conocimiento psicológico’ sufre
‘de los efectos secundarios del dogma de la Iglesia, establecido en 869 d.C., que
oscureció un punto de vista más antiguo basado en el conocimiento
instintivo del ser humano como ser compuesto de cuerpo, alma y
espíritu’. Un ser triformado fue reemplazado por un ser dual. Pero el
dualismo no puede conducir a una exhaustiva comprensión que abarque al
ser humano completo: “No puedes llegar a una comprensión
real del ser del hombre en absoluto si el dualismo es la única
aproximación válida y exhaustiva.” (GA 293, 23 de Agosto de 1919).En segundo lugar, Rudolf
Steiner se refiere en esta conferencia al ‘principal error’ que se
encuentra en la ley de conservación de la energía o fuerza, una ley que
ha sido elevada a validez universal:“¿Qué es esta ley de la conservación de la energía o
fuerza, vista en el contexto más amplio de un punto de vista cultural e
histórico? Es en general el mayor obstáculo para comprender al ser
humano. Tan pronto como eres de la opinión de que las fuerzas nunca
están siendo creadas nuevamente, nunca puedes obtener ningún
conocimiento del verdadero ser del hombre. Este verdadero ser del hombre
está basado precisamente en el hecho de que nuevas fuerzas están
continuamente siendo creadas por él. Efectivamente, bajo las
circunstancias del mundo en que estamos viviendo, el hombre es el único
ser en el que nuevas fuerzas e incluso –como oiremos después- nuevas
sustancias están siendo creadas” (GA 293, 23 de Agosto de 1919). Rudolf
Steiner añade con énfasis que esta ley “Extingue
inmediatamente todo verdadero conocimiento si estás deseando aproximarte
al ser humano”.El
sendero que conduce al lugar del ser humano en que las fuerzas y las
sustancias son creadas nuevas, será aquí descrito brevemente. El ser
humano abarca los elementos de muerte y agonía en los procesos de la Naturaleza con las
ideas que se le trasmiten por el intelecto muerto, vinculado al cerebro.
La voluntad viva comprende por medio de los sentidos, que, como se
explicó antes, vive con su elemento de voluntad activa en los
alrededores, las fuerzas activas y los seres, que en realidad son el
mundo espiritual. La nutrición físico-espiritual está causada también
por este proceso de voluntad de los sentidos, como se verá con mayor
detalle posteriormente. Con estos dos procesos polares, sin embargo, el
ser del Hombre no es completamente comprendido. Que es por lo que Rudolf
Steiner continúa diciendo:“Por encima de estos dos elementos –la comprensión de aquello
que es matado por el intelecto y la comprensión de aquello que está
vivo, está en un estado de llegar a ser por la voluntad- existe en el
ser humano algo que sólo él y ningún otro ser terrenal lleva en su
interior desde el nacimiento hasta la muerte. Esto es el pensamiento
puro, aquel pensamiento que no está basado en la naturaleza externa,
sino que está basado únicamente en aquel elemento suprasensible que
existe en el ser humano mismo, que le convierte en un ser autónomo, en
algo más allá de los mundos existentes por debajo de la muerte y por
encima de la vida. Por consiguiente, si uno desea hablar sobre la
libertad humana, uno ha de tener en mente este elemento autónomo del
hombre, este pensamiento puro, libre de los sentidos, en el que la
voluntad también vive.” (GA 293, 23 de Agosto de 1919)Como se mostrará más tarde, este elemento autónomo del hombre
puede ser relacionado con la Resurrección y con el cuerpo de Resurrección.
Lo que el ser humano integra durante su vida en su cuerpo desde el
exterior de su elemento autónomo, mantendrá viva la Tierra como un ser
cuando el ser humano entrega su cuerpo a la Tierra al morir. El ser humano lleva
en su interior, por medio de este elemento autónomo, un proceso cósmico
espiritual para la Tierra
y como ciudadano de la
Tierra entrega con su cuerpo los frutos de su labor a la Tierra: “Sin los
cadáveres humanos la Tierra
en consecuencia habría muerto hace mucho”.Las fuerzas polares de los nervios y la sangre
están activas en el ser humano entre el nacimiento y la muerte. La
tensión formada entre estos dos polos produce, en relación con el
elemento autónomo del hombre, nuevas fuerzas y sustancias: “¿Qué
tiene entonces lugar realmente en el ser del hombre? Existe por un lado
el sistema esquelético-nervioso, y por otro lado el sistema
muscular-sanguíneo. Su trabajo conjunto está continuamente creando
nuevas sustancias y fuerzas. La
Tierra es salvada de la muerte como resultado de las
nuevas sustancias y fuerzas creadas en el ser humano mismo.” La
sangre induce “por medio del contacto con los nervios la
creación de nuevas sustancias y fuerzas” (GA 293, 23 de Agosto de
1919).Si tomamos este sendero
hacia un conocimiento espiritualmente ampliado del ser humano, el estado
de no comer que acompaña a la estigmatización se hace comprensible. En
efecto, uno puede decir que los hallazgos de Rudolf Steiner, que son a
menudo recibidos con obvio escepticismo, incluso con una total falta de
comprensión, están confirmados por la realidad física de la
estigmatización, visible a los ojos. Cómo puede uno explicar si no la
preservación de un cuerpo cuyas sustancias y fuerzas, que deberían
haberse consumido hace meses, continúen existiendo realmente física y
materialmente, y que ni la forma ni el peso de los órganos haya cambiado
externamente. Hasta este extremo el estado de no comer representa un
fenómeno que hasta un grado importante puede ser entendido por la
ciencia espiritual y es, precisamente por esta razón, testigo del hecho
de que realmente comprende la realidad del ser humano.El estado de no comer
causado por la estigmatización no tiene nada que ver con ayunar o
cualquier otro ejercicio de transformación de la nutrición humana, tales
como los llamados ‘Vivir de la
Luz’. La estigmatización no está causada por una decisión
del intelecto humano dentro de una sola encarnación. Una diferencia
esencial que caracteriza la estigmatización es el hecho de que el cuerpo
estigmatizado no puede ingerir ningún alimento físico. Este alimento
actúa como un veneno en el cuerpo, y el cuerpo de un estigmatizado que
ha sido alimentado a la fuerza sería destruido por el alimento. Los
cuatro elementos constituyentes del ser del Hombre (cuerpo físico,
etérico, astral y el yo) son completamente transformados por la
estigmatización y el origen de esta transformación reside en los sucesos
de la Pasión y
la Resurrección.A causa de aparecer en
relación con la estigmatización el proceso de nutrición
físico-espiritual mencionado aquí, basado en la ingestión de alimento
espiritual, no debería ser malentendido como algo que pertenece
exclusivamente al fenómeno de la estigmatización. Reside en el
fundamento –incluso aunque enterrado profundamente- de todo ser humano
existente y jugará un papel incluso más importante en el futuro
desarrollo del ser humano. Esto se hará más claro por medio de algunas
referencias a la historia del Grial. La ciencia espiritual se refiere a
sí misma como una ‘ciencia del Grial’ y tiene como resultado una
relación especial con todo lo relacionado con el Grial (consultar ‘The
Present and the Future Evolution of the World and of Mankind’ [La
evolución presente y futura del Mundo y de la Humanidad], Capítulo VI de ‘Ciencia
Oculta’, GA 13). La historia del Grial puede ser rastreada hasta José
de Arimatea y Nicodemo, que pidieron permiso a Pilatos para bajar el
cuerpo de Cristo de la Cruz
y darle sepultura, permiso que les fue dado. En la tradición francesa
del Grial, el Grial es el cáliz utilizado en la Última Cena y al mismo
tiempo la vasija en que se recogió la sangre del Salvador. Es suficiente
aquí llamar la atención hacia el hecho de que esta sangre que fue
recogida no cayó en la
Tierra, sino que fue recibida y custodiada por seres
humanos. En esta tradición del Grial, se establece una relación directa
con los sucesos del Gólgota a través de la sangre del cáliz. Para
Wolfram von Eschenbach, el Grial es una piedra cuyo poder es renovado
cada Viernes Santo por una pequeña Hostia traída por una paloma. Ambas
tradiciones del Grial por tanto están claramente conectadas con el
Misterio del Gólgota, y –sin entrar en más detalles aquí en la relación y
sus secretos- es comprensible que el Grial sea impensable sin la Resurrección de
Cristo, sin los sucesos de Pascua. Esto puede verse especialmente en las
propiedades que el Grial posee. El Fénix arde hasta las cenizas sobre
la piedra Grial, pero las cenizas rápidamente le devuelven a la vida
como si naciera de nuevo, y brilla radiante y hermoso. Wolfram von
Eschenbach entonces enfatiza que el Grial tiene el mismo efecto en los
hombres: “La piedra confiere tales poderes a los hombres, que la carne y
los huesos son pronto rejuvenecidos”. También sus milagrosas
propiedades de alimentación son ocasionadas por medio del poder que el
Grial recibe de la paloma cada Viernes Santo. La piedra recibe “un poder
especial para otorgar todo tipo de apetitosa y fragante comida y bebida
sobre la Tierra,
como la perfección del Paraíso, es decir: todo lo que la Tierra puede producir”.
Aquí el suceso de Pascua es entendido de una manera perspicaz como la
creación de un nuevo Paraíso desde el cual la Tierra y la humanidad vivirán. Esto
puede verse en el relato del banquete del Grial cuando uno se da cuenta
de que el banquete del Grial es una descripción de un proceso oculto e
inconsciente que sucede en una esfera nocturna misteriosa. En el
banquete del Grial somos capaces de comprender el proceso
físico-espiritual de nutrición, que posibilita, sobre una base diaria,
la existencia físico-material de la humanidad. Por medio de este proceso
espiritual de nutrición que sucede en las profundidades del
subconsciente de la voluntad, con el que todo ser humano está viviendo
en la sustancia del mundo espiritual, el ser humano comparte en el
proceso del Grial, que es una expresión de la verdad de la Resurrección.Wolfram von Eschenbach relata el banquete del
Grial de una manera única al yo humano individual. El Grial no
proporciona uno y el mismo alimento a todos, sino que en vez de ello uno
recibe individualmente lo que necesita: “...para cualquiera que
extendiera su mano, y que encontraba situado en frente de él comida
caliente, comida fría, comida nueva, comida antigua, de animales
domesticados y de animales salvajes. Nunca ha habido una cosa así, a
muchos ciertamente les gustaría objetar. Pero quien quiera que hable así
yerra en su desaprobación. Pues el Grial era la fruta madura de la
bendición, tal abundancia de dulzura Terrenal, casi
igualando aquello que se dice del Reino de los Cielos” La traducción no
puede trasmitir la profunda sabiduría y el exquisito humor de este
pasaje. Pero cualquiera que esté dispuesto puede sentir el misterio de
la alimentación del yo individual y la forma individual que toma.
Emanando del Grial está el amor que conserva, fortalece y porta el yo
individual como un yo individual.Mediante
la contemplación del banquete del Grial puede desarrollarse un
sentimiento para la fuerza espiritual que hace posible la encarnación
del yo individual. Algo aparece por medio de la estigmatización que está
activo en todos los seres humanos. Ciertamente no tiene que aparecer
siempre en esta forma, pero está relacionado con la futura nutrición y
salud de toda la humanidad.Judith von HalleQueridos Miembros,
Queridos Amigos,Hemos
escuchado algo sobre la aparición de los estigmas y sobre su relación
con el cuerpo de Resurrección, que Rudolf Steiner llama el phantoma. En
Diciembre queremos enfocar nuestra atención en la transformación o la
expansión de consciencia que ocurrió con la aparición de los estigmas.
En la conferencia de hoy queremos dedicar algún tiempo al fenómeno desde
el punto de vista de una comprensión general del ser humano. El hecho
de que haya ocurrido también una transformación de la organización
corporal con la aparición de los estigmas y con la expansión de la
experiencia espiritual es casi una indicación científica y médica de la
etapa inicial de desarrollo del espíritu.Desafortunadamente hoy podemos de nuevo cubrir sólo unos pocos
aspectos. El conocimiento del ser humano tiene muchos aspectos que se
interconectan unos con otros tan profusamente ya que están relacionados
con todo el organismo y no con una parte solo. Sin embargo, para poder
dar al menos una indicación de su complejidad escogeré y describiré
brevemente unas pocas áreas principales.Debería añadir que mis descripciones están basadas en mis propias
experiencias personales, que intentaré tratar a la luz de la ciencia
espiritual tan objetivamente como me sea posible. Esto debería ser
posible ya que la mayoría de los cambios traen con ellos una cierta
objetividad espiritual en razón de su origen.Me gustaría cubrir esta tarde los cambios que suceden en tres
áreas principales de la organización corporal: el área de los sentidos,
de la sangre y del metabolismo (nutrición).Diagrama 3 Entre los temas más difíciles de los
trabajos de Rudolf Steiner está sin duda su teoría de la percepción.
Como todos los sentidos son afectados por los cambios que surgen del
desarrollo del phantoma, sólo puedo hacer unos pocos comentarios breves
hoy sobre la materia, que en ningún modo son exhaustivos. Me gustaría
proporcionar unos pocos ejemplos en relación con el sentido de la vista,
el sentido del oído y el sentido del olfato.En primer lugar el caso es que todos los sentidos
se han hecho altamente refinados. Tan pronto como las funciones del
antiguo cuerpo físico se desvanecen y el nuevo cuerpo comienza a
reemplazarlas, los sentidos son refinados tan intensivamente en una
suave transición que ya no pertenecen a la
Tierra. Las actividades de los sentidos se
expanden –precisamente como consecuencia de este refinamiento- en gran
medida y entonces cambian a lo suprafísico. Esto resulta en la pérdida
temporal de la percepción sensorial en favor de una percepción
suprasensorial.Esto
puede ilustrarse más concretamente utilizando el sentido de la vista
como ejemplo. En vez de la apariencia externa corporal de un ser humano,
con ropas, pelo, color de ojos, etc..., ahora es perceptible su ser
formativo interior, sus fuerzas de vida formativas. Rudolf Steiner llama
a esto el cuerpo de vida o el cuerpo etérico. Este cuerpo de vida
entonces no es sólo perceptible en los humanos, sino también en todo lo
que crece, en todo lo que está vivo, y en todo lo que está decayendo.
Una cita de Friedrich Schiller (de: The Ideal and Life (El
Ideal y la Vida))
demuestra que él también percibía estas fuerzas espirituales
formativas:Sólo
el cuerpo es adecuado para aquellos poderes que tejen el oscuro
destino. Pero libre de todo dominio del tiempo, el
compañero de juegos de las naturalezas bendecidas transforma en
las praderas de la luz arriba, como un Dios entre Dioses, la Forma.Es también percibido
ahora un hecho que parece bastante peculiar a la percepción normal, que
una mujer, por ejemplo, posee un cuerpo vital masculino. Si no fuera
este el caso entonces no tendríais ningún ser humano delante de
vosotros. La forma astral del ser humano es equilibrada desarrollando un
cuerpo etérico masculino en un cuerpo físico femenino. El ser
espiritual del hombre –con independencia de a qué sexo pertenezca
exteriormente- es siempre neutral, no le afecta esto. Es
también posible en tal estado de percepción, observar las fuerzas
anímicas pulsantes y fluyendo que, además de expresar su estado
emocional actual, le identifican como una personalidad distintiva. Es
perfectamente posible en las condiciones normales de percepción
sensorial equivocar la identidad de alguien conocido por nosotros cuando
es visto por ejemplo desde mucha distancia o desde atrás. Esto nunca
sucede en la condición de percepción transformada. Esta forma de
percepción no es alterada cuando uno cierra sus ojos, todo lo contrario.
Aquello que es visible a los ojos suprasensibles siempre emana su
propia luz. Ningún sol exterior ha de brillar sobre él para que sea
visible. Se muestra justo como es. No hace falta decir que
la integridad y una constitución psicológica absolutamente robusta sin
ninguna tendencia egoísta ha de acompañar a tal forma de percepción.
Aunque debo añadir que en mi caso esta clase de percepción imaginativa
no surgió primero con la aparición de los estigmas. Como mucho era más
capaz de controlar las percepciones. Ahora, ¿qué hay de
especial por tanto sobre el espíritu en relación con los sentidos?
Podéis acercaros a este fenómeno centrándoos en la mencionada
‘expansión’ de los sentidos. El sentido del olfato se refina, se expande
hasta tal grado que es posible, por ejemplo, identificar los
ingredientes de las cremas, así como los alimentos que alguien ingirió
el día anterior, o el nivel incrementado de hierro en la sangre de otra
persona, el olor alterado de su sangre siendo transpirado a través de la
piel. La transformación del sentido del oído se expresa no sólo en el
cambio a la percepción suprasensible del nivel inspirativo de ‘tonos’ y
‘sonidos’ psíquico-espirituales, sino que una vez más también en su
estado de expansión extremo. Puede ocurrir que se oigan conversaciones a
través de puertas, paredes, incluso en otras casas. La característica actual del phantoma en relación
con los sentidos reside en este estado extremo de ‘expansión’. Esto se
manifiesta en el hecho de que la actividad de los sentidos no está
limitada por la organización corporal ni por el cuerpo etérico, sino que
ocurre directamente en el phantoma. Este puede, en contraste con el
cuerpo etérico, separarse del cuerpo físico sin destruir en el proceso
la existencia física del ser humano. Este phantoma, que es un cuerpo
espiritual –Rudolf Steiner también lo describe como un ‘pensamiento real
en el mundo exterior’ (GA 131, 10 de Octubre de 1911)- no está sujeto a
las leyes del espacio o del tiempo. Ahora en este no-espacio y
no-tiempo del mundo espiritual puede utilizar la esencia de la
percepción sensorial, se convierte en el creador, el dador de vida a
esta esencia de los sentidos. Este arquetipo de los sentidos, que existe
como una idea real en el mundo exterior, la ‘esencia’ real de los
sentidos, es al menos tan exacta como la percepción sensorial en el
cuerpo físico. Esto significa, cuando se aplica al sentido de la vista,
que la experiencia sensorial visual puede suceder sin los instrumentos
ópticos del cuerpo físico normal. Las impresiones sensoriales ópticas
surgen entonces únicamente a través de las fuerzas formativas físicas
del phantoma. Como resultado, cada percepción sensorial puede ocurrir
incluso a distancias de miles de millas o incluso en otro tiempo. Para
poder aproximarnos haciendo justicia a esta materia, haría falta una
conferencia más sólo para esto. Ni siquiera todos los fenómenos que han
aparecido hasta ahora han sido identificados adecuadamente por cualquier
medio. Me gustaría además avanzar hacia la segunda área principal, a la
sangre. Ya que la sangre es ‘un fluido muy especial’ (J. W. von Goethe,
Fausto, V), extendiéndose por todas las zonas del cuerpo, está también
conectada obviamente con la esfera de los
sentidos. (Esto puede indicarse en el solapamiento de ambos círculos en
el diagrama 3 y mediante un ejemplo). La actividad nerviosa y sensorial,
en el caso de la percepción sensorial normal en un estado de
consciencia normal, está entrelazado con la sangre. Las percepciones
sensoriales se extienden a través de los nervios hasta la sangre.
Aquello que el ser humano experimenta a través de esta relación puede
ser caracterizado como una conexión percibida indirectamente con su
mundo externo asumido. Los sentidos crean una especie de pantalla de
humo en la superficie del mundo espiritual. De esta manera se ha hecho
posible para el hombre distanciarse de otros objetos físicos y seres
vivos. Él es capaz de decirse a sí mismo: allí hay un árbol y yo estoy
aquí. El árbol está fuera de mí. Esta penetración de la
actividad de los nervios y de los sentidos en la sangre era
absolutamente esencial para la obtención de la auto-consciencia humana.
Pero ahora estamos viviendo en un tiempo en que hemos desarrollado todos
esta auto-consciencia hasta la perfección y somos ahora capaces de
llevarla de vuelta a los mundos espirituales superiores. Al liberarse
uno por medio de la meditación (o como en este caso, a través de la
permanente reorganización de sus sistemas sensorial y sanguíneo) de esta
penetración, al sacar por tanto la actividad de sus nervios fuera de la
sangre, el ser humano anula la separación entre sí mismo y su mundo
exterior descrita anteriormente. Él atraviesa la niebla de los sentidos
al separarse de su subjetividad astral. Esta es una cualidad del yo
individual que está activa dentro de la sangre. El ser humano ahora
alcanza un estado de objetividad consciente y realiza su unidad con el
mundo exterior, con todo el cosmos. Ahora puede decir: mi yo individual
puede entender la esencia del árbol, pues mi yo está también
objetivamente en el árbol. Este es un ejemplo de la relación entre la
sangre y el sistema nervioso. La naturaleza particular
de los estigmas debe ser considerada como perteneciente a este fenómeno
de la transformación de la sangre. Durante aproximadamente siete meses
las heridas han permanecido virtualmente inalteradas. No se curan, pero
sin embargo tampoco se inflaman. Cuando una herida persiste durante
tanto tiempo, normalmente se la encuentra uno siempre en un estado de
inflamación, de lo contrario se curaría. Sin embargo no ha habido
ninguna inflamación ni se pudo detectar ninguna hinchazón de los nodos
linfáticos. Las heridas sangran algunos Viernes o en determinadas
situaciones. La pérdida de sangre es generalmente mínima. Nuestras observaciones indican que la extensión
de la pérdida de sangre parece coincidir con la constitución individual
del estigmatizado en particular. Ya se ha mostrado que el Misterio del
Gólgota dio origen a la renovación del phantoma. A partir del cuerpo
incorruptible del Cristo Resucitado algo parecido a una semilla del
phantoma ha sido plantada en cada ser humano. Es ahora responsabilidad
de cada persona individual, al volver su alma y espíritu hacia Cristo,
cultivar el desarrollo de esa semilla. Cada semilla del phantoma se
origina desde el divino origen uno y en su ser esencial es un resultado
de lo divino, aunque cada una es creada individualmente y tiene un
carácter individual, igual que una prenda de vestir a la que el ser
humano se adapta y con la que puede estar totalmente entrelazada. Igual
que los yoes individuales de dos personas nunca pueden ser idénticos,
del mismo modo los phantomas de dos individuos tampoco pueden ser
iguales. Este es el regalo del nuevo pacto, el nuevo mundo, que ha sido
creado para nosotros sólo por medio de la Muerte y Resurrección de Cristo. De ahora en
adelante la sangre ya no será más la portadora del alma grupal, sino la
portadora del yo individual, Cristo demostró esto al unir desde la Cruz a María, Su Madre,
con Su discípulo Juan: “¡Mujer, ahí está tu hijo! – ¡Hijo, ahí está tu
madre!” También cuando dice: “Aquel que no deja a su padre, madre,
hermano y hermana, no puede ser mi discípulo” (paráfrasis de Rudolf
Steiner de Lucas 14:26 en Rosicrucian Wisdom (Sabiduría
Rosacruz) GA 99), debe ser comprendido de esta forma. El phantoma de
un individuo es por tanto único precisamente porque emana directamente
de Cristo. Uno puede por tanto asumir que una persona con un
temperamento linfático, como por ejemplo Therese Neumann de Konnersreuth
1, tiende a una gran pérdida de sangre y fluctuaciones en el
peso antes que alguien que es más atlético. Sobre
Therese Neumann es sabido que cada Viernes perdía grandes cantidades de
sangre y hasta siete libras de peso corporal. Esto muestra de una
manera particularmente clara cómo el cuerpo transformado puede
regenerarse únicamente a partir de su fuente espiritual, pues ella no
recibía transfusiones de sangre. Ella también recuperaba el peso perdido
en tres días como mucho a pesar de no comer ni beber nada. Esto
de nuevo nos da un ejemplo de la penetración de la sangre en otra zona
del cuerpo, es decir, el metabolismo. De nuevo la zona correspondiente
es marcada en el diagrama 3. El estado actual de
conocimiento de los llamados científicos, que en general está firmemente
atrincherado en nuestras mentes también, enseña que la sangre se forma
de sustancias que el ser humano recibe a través de los alimentos, como
proteínas, azúcar, hierro. Si la persona recibe cantidades insuficientes
de estas sustancias, aparecen síntomas de deficiencia. Estos pueden
variar desde la pérdida de energía hasta la pérdida progresiva de tejido
muscular, anemia e insuficiencia de los órganos. Todas
estas observaciones son correctas en sí mismas cuando son consideradas
en un sentido aislado, pero no son verdad. Son falsas porque han sido
hechas desde un punto de vista que no proporciona una visión general de
la naturaleza del ser humano. En su Christmas Imagination (Imaginación
de Navidad) Rudolf Steiner caracterizó al científico normal como una
pulga que desprende un pequeño trozo de una clavícula humana con su
pequeño martillo. El científico-pulga ahora usa los resultados de la
investigación de este fragmento de hueso para extraer conclusiones sobre
el organismo humano completo (GA 229, 6 de octubre de 1923). Desde
su perspectiva de pulga la ciencia actual tiene que negar tales
fenómenos como el hecho de que alguien pueda vivir sin comida ni bebida.
Esto debe ser una marcada decepción, como ha sido el caso de Kaspar
Hauser. Aquellos individuos que representan esta ciencia aún nos deben
una respuesta a la pregunta: ¿qué beneficios podría haber obtenido
Kaspar Hauser al proclamar haber vivido durante años con pan y agua, al
ser incapaz de comer carne o sucumbiendo al envenenamiento al oler
alcohol? La ciencia espiritual antroposófica, sin embargo,
es capaz de explicar completamente fenómenos como estos, porque observa
las interconexiones del organismo humano desde un punto de vista
superior. Se hace claro para cualquiera que mire el mundo de los
sentidos desde el ‘punto de vista’ del mundo espiritual que el ser
humano sólo es capaz de sostenerse a sí mismo por medio de la presencia
de las jerarquías espirituales y su trabajo activo dentro de su cuerpo
físico. El hombre en todo su ser es interpenetrado con la actividad de
los seres divinos. Uno aprende a comprender la
línea de la Meditación de la Piedra
de Fundación: “Del Ser Divino emana la Humanidad”. Las
diferentes perspectivas pueden ser ilustradas con el ejemplo de la
sangre, de la que acabamos de hablar. Desde la perspectiva de la ciencia
espiritual debe decirse en relación con la sangre que es, primero de
todo, la expresión física del yo individual en un ser humano físico.
Como resultado, no hace falta decir que desde un punto de vista que
proporciona una visión general del ser humano, la sangre sólo puede ser
verdaderamente sangre cuando está activa en su propia esfera, es decir,
circulando dentro del organismo humano, engendrando la yoidad individual
de la persona que tenéis físicamente delante de vosotros. Cuando un
médico toma una muestra de sangre, cualquier cosa que se diga acerca de
esta sangre sólo puede provenir desde la perspectiva de una pulga.
Cincuenta mililitros de individualidad no pueden ser colocados bajo un
microscopio. Sólo cuando la ciencia actual se aplique en la búsqueda del
origen y continuada existencia de todo lo físico en el espíritu, será
capaz de comprender y reconocer que puede ser posible para un ser humano
continuar vivo a pesar de no comer ni beber nada. En
Jueves Santo de este año comí mi última porción de comida física y desde
ese momento en adelante nunca he sentido la necesidad de comer nada
físico de nuevo. Una cita de Rudolf Steiner clarificará una vez más la
relación entre la nutrición y el phantoma: “Una manera de comprender
hasta cierto grado esta degeneración es que desde el comienzo del
desarrollo humano este phantoma estaba realmente pensado para permanecer
intocado por los elementos materiales absorbidos como comida por el ser
humano desde los reinos mineral, vegetal y animal. Estaba pensado para
permanecer intocado por estos elementos” (GA 131, 14 de octubre de
1911). Podemos por tanto preguntarnos, ¿cómo puede el cuerpo mantenerse
sin ningún alimento físico, de qué vive el phantoma? Se
nos recuerda la plegaria que Jesucristo nos dio, el Padrenuestro: “El
pan nuestro de cada día, dánosle hoy”, es la traducción usual. En su
Padrenuestro esotérico, Rudolf Steiner caracteriza el “pan de cada día”
como “la comida del espíritu, el pan de vida” (GA 268). Aquí ya es
aparente qué clase de pan está implicado. Pero incluso un examen
superficial del texto de la plegaria deja claro que es una cuestión de
alimentación espiritual. Si consideráis todas las peticiones una tras
otra destaca que están relacionadas con la condición del alma y espíritu
humanos y con su desarrollo. Sería un total absurdo asumir que una
petición de una mesa bien puesta para comer, vendría entre la petición
de que se haga la voluntad de Dios y la petición de perdón de los
pecados. La existencia corporal continuada es de hecho pedida en la
plegaria, pero por medio del alimento espiritual, el pan de vida. La
palabra “espiritual” que acompañaba a pan se pierde en el texto griego
original, pero es representada por la formulación “Cielo y Tierra” que
subyace a la palabra Hebrea Malchut. Cuando el ser
humano está encarnado sobre la
Tierra es alimentado como un ser espiritual por el
espíritu. Malchut (el Reino) indica este vínculo entre
el alimento espiritual del Cielo y el ser humano encarnado sobre la Tierra.
La gente que vivía en el tiempo de Cristo comprendió por
medio de esta formulación que con pan se indicaba el Cuerpo de Cristo,
como fue también anticipado en la Última Cena. A través del Misterio del
Gólgota, el cuerpo de la
Tierra se convirtió en el Cuerpo de Cristo, a través de la Resurrección la
petición del Padrenuestro de “alimento para el espíritu” se cumplió. Sólo unos pocos cientos de años después, en la
llamada Vulgata, el texto original en latín del Padrenuestro, fue
obviamente estimado necesario añadir un adjetivo inequívoco a el panem nostrum para evitar que se entendiera de una manera
secular: supersubstantialem (transubstanción)
significando “Danos el pan suprafísico (sustancial) nuestro de cada
día”. Este adjetivo se perdió de nuevo a su vez unos cientos de años
después, esta vez por la razón de que el contenido espiritual de las
palabras no era entendido. Sólo en el momento actual hay una nueva
conciencia que comienza a despertar a estos asuntos. No
es por tanto en absoluto el caso que alguien que está vivo pero que no
come nada externamente no reciba ninguna forma de alimento. Es sólo que
no se alimenta con alimentos físicos. Incidentalmente, la necesidad de
recibir alimento espiritual se aplica a toda persona. Todos dependemos
de este pan. Podéis observar en la vida diaria lo que sucede cuando
alguien niega el núcleo divino espiritual de su ser y se dedica sólo al
mundo de los sentidos. Primero la persona se hace letárgica en su
corazón, no se toma ningún interés en las vidas de otras personas y
desarrolla una cierta forma de indiferencia. Si esta forma de vivir
continúa también en sucesivas encarnaciones, esto tendrá serias
consecuencias para el futuro desarrollo del individuo así como para el
desarrollo de la Tierra. En
vez de refinamiento, de hacerse más espiritual, se produce un
endurecimiento. Todas estas sombrías consecuencias se nos describen en
el Apocalipsis de Juan. Sólo hay un antídoto contra este endurecimiento.
Un sacrificio de amor por otra persona es la base para todo buen
desarrollo humano. En la primera conferencia
entramos en detalle en las diferentes razones con las que nos debatimos
hasta la decisión de pronunciar estas conferencias a una audiencia
interna. Todo esto no puede ser repetido ahora. Sin embargo, hay algo
que reside pesadamente en mi mente y que es una petición personal que me
gustaría repetir. Con todas las conferencias e información que está
siendo dada por favor no os enfoquéis en mi persona, sino en aquel ser
que está actuando por medio de los fenómenos. Por favor, tomadme como un
tipo de ‘objeto de estudio’, aunque una sagrada reverencia hacia el
Cristo debería estar presente. Esta es la única posibilidad de
experimentar conscientemente el encuentro de Su Ser y el vuestro. Sólo
cuando el más precioso elemento del alma de cada individuo se abre, el
intelecto puede retirarse al fondo en favor de una consciencia del
espíritu. Quienquiera que tenga el coraje de mirar profundamente en su
propia alma, en su propio abismo, le abrirá su corazón a Él, a Él y al
misterio de Sus epifanías anteriores, presentes y futuras. De esta
recóndita luz, de la recuperación de esta luz en nuestros más recónditos
lugares, surge la semilla que nos unirá con Su Ser. Para representar
esto usaré de nuevo el diagrama de Rudolf Steiner con el que estamos
familiarizados gracias a la contribución de Peter Tradowsky. Añadiré dos
flechas, sin embargo, una indicando la replicación del phantoma de
Cristo, mientras que la otra (discontinua) se refiere al regreso de una
humanidad transformada –mediante la vestidura del phantoma- a Cristo. Diagrama 4 En
nuestra época presente tenemos ahora el regalo de la Antroposofía
disponible para ayudarnos a conocer. Está esperando que la utilicemos.
Es hora de comenzar, abandonando la simple creencia y paso a paso poner
en su lugar una comprensión viva obtenida al desarrollar nuestro
conocimiento. La pregunta que podría plantearse es por qué la creencia
debería ser reemplazada por una búsqueda de conocimiento. Varias
personas religiosas de las que soy amiga son de la opinión de que no
deberíais hacer pregunta alguna, deberíais simplemente creer y entonces
todo lo que necesitéis os será dado. La comprensión será dada como un
regalo tras la muerte.En la manera en que yo
lo veo, esto es inadecuado. La época del alma consciente requiere una
nueva forma de actividad. El regalo de la Resurrección es sin duda un
regalo que fue dado a toda la humanidad. Pablo expresa esto cuando dice:
“Cristo no murió sólo por los Judíos, sino también por los paganos”
(Actos 26:23). Si ahora la humanidad quiere responder a este regalo,
usarlo para su futuro
desarrollo –pues eso después de todo es para lo que se nos dio- ha de adquirir una comprensión
de Cristo, de las interconexiones espirituales de la Resurrección. Tiene que
agudizar su consciencia, y dejar que su espíritu resplandezca. Cuando por
la noche el ser humano se expande en las esferas de los planetas y mira
conscientemente con los ojos del espíritu en la esfera del Sol, él es penetrado por una verdad
basada en las leyes de la vida: tras la muerte terrenal el yo
individual crea desde esta esfera aquellas fuerzas que necesitará para
la configuración de
su futuro cuerpo etérico. Sin embargo, obtener estas fuerzas depende
del nivel de comprensión que el yo individual en su vida en la Tierra ha desarrollado
en lo referente al Señor de la esfera del Sol y en lo relativo al regalo
del impulso de Cristo. Generalmente, sólo es posible encontrar un árbol
en un determinado punto un día cualquiera si ha sido plantada
previamente una semilla en este punto en la
Tierra. El ser humano planta ciertamente esta
semilla en su vida en la
Tierra, pero puede encontrar el lugar en el mundo
espiritual porque el verdadero esfuerzo por el conocimiento siempre
tiene lugar en la esfera del espíritu y está escrito en ella. Por lo
tanto para encontrar a Cristo en la esfera del Sol tengo que trabajar en
conocerle en mi vida en la Tierra.
Sólo cuando sé algo, puedo encontrarlo de nuevo. Sólo si
siembro puedo cosechar. Es por tanto peligroso esperar a la muerte antes
de querer saber, pues de esta manera el ser humano estará perdido en el
mundo espiritual, sin ninguna orientación. Y precisamente en relación con los fenómenos
descritos en esta serie de conferencias, estoy llegando cada vez más a
hablar contra la presentación de los mismos como puros
milagros, y cada vez más a favor de la aplicación “concreta” de la Antroposofía. Estos
fenómenos proporcionan precisamente el impulso para trabajar
epistemológicamente y no simplemente creer. Su aparente falta de
explicación impulsa a un antropósofo a penetrar en el fenómeno con
consciencia, usar la
Antroposofía como una herramienta. Parece como si el mundo
espiritual haya situado este fenómeno aquí en nuestro círculo
antroposófico para desafiarnos a hacernos activos en dos áreas que como
consecuencia de su complejidad e importancia a menudo rehuímos:1.- Esforzarse con el
corazón y el alma para obtener una consciencia de los secretos del
Misterio del Gólgota. Rudolf Steiner destacó una y otra vez que él sólo
podía dar una parte de los conocimientos esenciales de este Misterio y
que la otra parte ha de ser fruto del conocimiento en el futuro.2.- Esforzarse en obtener
conocimientos de la organización del cuerpo humano, pues esta es la
esfera de los seres espirituales más elevados de las jerarquías. La
primera jerarquía está activa en el cuerpo físico, no en el etérico, ni
en el astral, sino en el cuerpo físico y esto está relacionado desde el
principio con el Cristo. Por esta razón, en su fresco de la
estigmatización de San Francisco, Giotto pintó a Cristo como un querubín
o serafín de seis alas. Este ser actuó sobre el cuerpo estigmatizado y
lo transformó hasta en la sangre que es capaz de regenerarse a partir
del pan suprafísico (sustancial) y mantener el cuerpo por medio del
espíritu.Que
esto pueda suceder dentro de todos nosotros es la calurosa confianza que
el conocimiento de Cristo nos da cada día.Peter TradowskyYa se ha mencionado que para Judith von Halle la estigmatización
es acompañada por la experiencia del tiempo en que Cristo vivió, con el
suceso de Cristo como sucedió en el plano físico, histórica y
físicamente perceptible en la Semana
Santa, en la
Pascua misma y más allá. Este estado de estar atrás en el
tiempo de Cristo está bañada, me atrevo a decir que todos lo sentimos,
con simpatía y compasión rebosando el corazón y alma enteros. Además
está presente la preocupación por un conocimiento basado en la ciencia
espiritual, con el que nosotros mismos nos sentimos comprometidos, y que
ha sido aclarado esperanzadoramente en lo que ya ha sido presentado.
Las esferas de la experiencia vinculadas con el fenómeno kármico de
estigmatización encuentran habilidades en la percepción de Judith von
Halle que ella trajo consigo a esta encarnación.Básicamente cada persona lleva en sí todo lo que ha adquirido en
todas sus encarnaciones y ha llevado a la fructificación en su vida tras
la muerte. Se ha llamado la atención a esta ley del desarrollo del yo
individual por medio del suceso de Cristo en otra ocasión por medio de
una cita de Occult Science: An Outline (Ciencia Oculta: Un
Esbozo). Incluso cuando trae los frutos maduros de su propio
auto-desarrollo consigo a la existencia, el ser humano es siempre
consciente de que estos frutos son al mismo tiempo una bendición que hay
que agradecer al acto del Gólgota y al de la Resurrección.Acompañando a Judith von
Halle a lo largo del sendero de su vida desde la infancia hay algo que
puede ser mejor expresado con las palabras de Novalis, al que ella
valora en gran medida:El prejuicio más arbitrario es negar al hombre la
habilidad de estar fuera de sí mismo, tener una consciencia más allá de
los sentidos. El ser humano está en la posición de ser un ser
extrasensorial en cualquier momento. Sin esto él no sería un ciudadano
del mundo, sería un animal. La verdad es que, la sobriedad y la
auto-consciencia en este estado son muy difíciles ya que está constante y
necesariamente conectado con los cambios en nuestros estados restantes.
Sin embargo, cuanto más somos capaces de ser conscientes de este
estado, más viva, más fuerte y más suficiente es la convicción que
surge, la creencia en verdaderas revelaciones del
espíritu. No es mirar, oír o sentir, está compuesto de los tres juntos,
más que los tres: una percepción de certeza directa, un vislumbre de mi
vida en su mayor verdad y en su mayoría verdaderamente mía. Los
pensamientos se tornan leyes, los deseos se cumplen. Para el débil el
hecho de este momento es un artículo de fe. (Blüthenstaub 23 en:
Novalis: Schriften, Stuttgart, 2ª ed. 1960, pág. 420). Esta consciencia
expresada en las palabras de Novalis ha sido hasta cierto grado una
característica de los estados de sueño y de vigilia de Judith von Halle.
Cuando está despierta una cierta continuidad de consciencia, un
despertar a un estado expandido de consciencia en nuestro hogar cósmico
espiritual, está presente en la manera en que la “continuidad de
consciencia” es descrita por Rudolf Steiner en Cómo conocer
los Mundos Superiores, cuando despierta la posibilidad de una forma
de percepción extendida y consciente, imbuida de pensamiento, yendo más
allá de las cosas de los sentidos. Esto es ciertamente un asunto muy
difícil del que hablar, pero parece necesario para clarificar el hecho
de que las experiencias conectadas con la estigmatización son sólo un
aspecto, el otro aspecto existe independientemente de la estigmatización
a través de las habilidades de percepción y consciencia mencionadas.
Este aspecto está visible en la exploración científico-espiritual de las
experiencias, y uno es libre de creer o no en su autenticidad sobre la
base del contenido real.Quizás
de esto pueda aclararse por qué algunos juicios y alegaciones que han
llegado hasta nuestros oídos son insostenibles. Se dice, por ejemplo,
que la estigmatización es atávica. Por el término atávico se comprende
una antigua forma de percepción de cosas suprasensibles vinculado al
cuerpo, una “clase de clarividencia del cuarto período post-Atlante aún
resonando con los persistentes ecos de un estado de ensueño” (GA 173, 24
de diciembre de 1916) en que la auto-consciencia del ser humano no está
presente. Esto difícilmente puede ser alegado por alguien que ha
adquirido la mencionada “continuidad de conciencia”. En este sentido
Francisco de Asís, generalmente reconocido como el primer estigmatizado y
“el primer gran materialista” según Rudolf Steiner, ya que él fue el
primero en desarrollar fuertemente un “ojo para lo terrenal, un
sentimiento para lo terrenal”, si algo puede ser considerado es un
“precursor” y no alguien con características atávicas. Es interesante
que sólo hacia el final de la Edad
Media, al comienzo de la Edad
Moderna, apareció una personalidad con estigmas por
primera vez y que precisamente este primer estigmatizado fue alguien que
introdujo cualidades esenciales del alma para la
Edad Moderna, para el desarrollo del alma
consciente, es decir un “sentimiento por la materia” y un “maravilloso
sentimiento por la
Naturaleza”. Francisco de Asís fue el primero... entre las
grandes figuras que alejaron completamente su mirada de todo lo que se
originaba de la antigua forma de vida visionaria y llena de fantasía”
(GA 292, 8 de octubre de 1916).Otra alegación que es escuchada una y otra vez y
que también es dirigida a otros estigmatizados es que la estigmatización
es una forma de autosugestión. Aparte del hecho de que esta alegación
es evidencia de falta de respeto hacia el destino de una persona
individual, sólo queda por decir como recordatorio que la
estigmatización es vivir a través de los sucesos de la época de Cristo,
consciente y repetidamente, sometido a dolores extremos físicos,
psicológicos y espirituales. Viniendo de personas que han estudiado los
conceptos de la ciencia espiritual, la acusación de auto-sugestión es
muy cuestionable. Por supuesto, la primera pregunta que una persona
preguntará a menudo a su karma es: ¿por qué he sido ahora golpeado por
el destino? Mirando más profundamente, sin embargo, surge una verdad que
Novalis ha puesto en palabras: “Todo lo que sucede, ¡yo lo pretendo!”
Aquí, por supuesto, no se refiere al yo cotidiano ni a la posibilidad de
causar algo como los estigmas, más bien apunta a la esfera de lo real,
el verdadero yo, que se revela en el karma...

Por Judith Von Halle Del libro de la misma autora “Y si no ha resucitado…” donde narra su experiencia acerca de la estigmatización que está experimentando en su cuerpo y su relación con el llamado phantoma o cuerpo de resurreción...