Segundo Chakra:sentir, desear, crear
Cada chakra es una visión del mundo. Es
un darshan. Es una perspectiva que organiza nuestros
sentimientos,pensamientos y valores para relacionarnos con el mundo y
actuar en él.La visión del segundo chakra está asociada con la
imaginación, el deseo, la pasión, la dualidad y las
polaridades, con el movimiento y el cambio, y,
fundamentalmente, con la creatividad.
El elemento asociado con el segundo chakra
es el
agua. Consideremos las cualidades del agua. El agua fluye y se
mueve
libremente, pero no corre hacia arriba de las colinas; por la
fuerza
de la gravedad, busca el punto más bajo, así como las
sensaciones, bajo la presión del deseo, buscan una situación
de empatía entre los opuestos, un nivel común en que los
sentimientos similares pueden ser satisfechos. El agua no
tiene forma
determinada, como los sentimientos, que tampoco son
permanentes. El
agua es mucho más móvil que la tierra, pero, por medio
de la repetición paciente y constante, el agua puede darle una
nueva forma a la tierra. Los sentimientos pueden dar forma a
los hábitos,
pero el agua no es como el aire, así que hay un límite
para la velocidad en que el agua puede moverse y la velocidad
en que tú
puedes moverte dentro del agua. Si alguna vez te has aventado
desde un
trampolín muy alto y te has caído de panza, el agua, que
tiene naturaleza móvil, debió parecerte durante unos
instantes un muro sólido. Las personas que funcionan
fuertemente desde el segundo chakra y que se han abierto al
mundo de
los sentimientos, se mueven a la velocidad dictada por esos
sentimientos. Si no se sienten listos para moverse, aun bajo
la presión
externa, no lo harán. Si consideran que ya están listos
para moverse, aun cuando las condiciones externas no sean
favorables,
lo harán.
Alguien dominado por la visión del
segundo chakra ve el mundo en función de sus sensaciones, de
sus deseos, sus impulsos, y busca satisfacer sus pasiones. La
clave
para caracterizar a alguien que vive desde el segundo chakra
es que
esa persona ve cualquier objeto que sea más largo que ancho
como un objeto sexual. Ve todo como objeto sexual, porque el
sexo,
desde el segundo chakra, representa la búsqueda de una
polaridad que la persona necesita para salir de sí misma,
aunque en principio la desequilibre, y de la satisfacción que
consiste en soltar la energía almacenada en esa polarización.
A diferencia del primer chakra, cuya
visión
del mundo es singular, segura, aislada, el segundo chakra
requiere de
los otros. La sexualidad del segundo chakra no es la auto
estimulación,
sino la estimulación que se siente en relación con los
otros.
Cuando el segundo chakra está bien
desarrollado, la persona tiene opiniones, sabe hacer
distinciones, le
gusta el rojo pero no el azul, prefiere el calor al frío; a su
vida no le faltan los contrastes y contornos. Un segundo
chakra que
funciona bien pinta el mundo con pasión, motivación y
opiniones. Prepara el camino para la compasión del cuarto
chakra, porque a la persona le importan ciertas cosas y las
quiere.
El lenguaje del segundo chakra es sensual,
colorido y tiene como objetivo la seducción del otro. Es
flexible y fluido como el agua. Muchas personas entienden esto
como
tener habilidad para mentir o crear una historia para
satisfacer la
pasión. Es como el coqueteo: sin importar de qué estás
hablando, en el coqueteo todo lo que se dice tiene connotación
sexual. De hecho, el arte del coqueteo consiste en hablar
sexualmente
sin decir nada directamente sexual.
Desde el punto de vista del yoga, las
experiencias del segundo chakra dan una mínima muestra de lo
que es la unión, el ir más allá del ser aislado y
disolverse con, a través de y en el otro. El olvido momentáneo
que ocurre en el éxtasis, en el punto culminante de la
relación
sexual, es prueba de un mayor estado de éxtasis, disponible
cuando te sueltas y te sumerges en tu polaridad infinita,
cuando tu
parte finita e infinita tienen una relación cuyo resultado es
un sentido creativo de conciencia. Esto se parece a lo que se
dice en
el Tantra, que usa la sexualidad como una forma de
experimentar el espíritu.
Sin embargo el Tantra Yoga que he asociado
con
el segundo chakra no es una entidad única. Yogui Bhajan ha
dicho que hay tres tipos de tantra: el rojo, el negro y el
blanco. El
Tantra Rojo se relaciona directamente con la energía sexual,
el
coito y la estimulación sexual. Nosotros enseñamos estas
técnicas en el contexto del matrimonio, cuando hay una
relación
comprometida, cuando dos personas se juntan en todo su ser. El
Tantra
Negro se refiere a la manipulación de las energías de la
mente para desarrollar poderes sobre los otros. Es una
satisfacción
y magnificación de tus deseos que usa la capacidad de tu mente
para aprovechar las polaridades, para proyectar y crear con
intención
de someter a otros a tu voluntad. El Tantra Blanco es el uso
directo
de la energía Kundalini. Está más allá del
uso de la simple estimulación de los sentidos, más allá
de la práctica de pranas simples. Es espiritual, viene desde
el
Infinito y se relaciona con el Infinito que hay en ti. Sólo
hay
un maestro de Tantra Blanco en el planeta, porque esta
enseñanza
sin dueño ha sido transmitida, desde tiempo inmemorial de
maestro a maestro, y sólo puede impartirla quien la ha
recibido
con ese fin, quien tiene la elevación espiritual para
difundirla y la responsabilidad de sus alcances.
La combinación de creatividad y pasión
del segundo chakra es una de las razones por la cual los
artistas
suelen tener personalidades temperamentales y estar llenos de
singularidades y caprichos. Un artista debe tener opiniones y
pasión.
Ve el mundo de una manera diferente. Desea algo y busca la
manera de
expresarlo, de darle nacimiento. Es un acto final del segundo
chakra
dar a luz, pasar por el canal intrauterino y finalmente llegar
a la
luz. En el segundo chakra están mezclados el deseo y el
placer,
el dolor y el esfuerzo, para finalmente dar a luz tu creación.
Cuando todos los demás chakras están equilibrados en
relación con el segundo, la sexualidad se vuelve divertida,
variada, expresiva, y raras veces tiene las connotaciones de
confusión,
dificultad, dolor o perversión que parecen ir en aumento en
nuestra cultura.
La estimulación del segundo chakra es la
forma más común de estimulación en nuestra
sociedad. Se dice que todo se puede vender si le aumentas el
sexo y
por eso los comerciales presentan cuerpos sensuales recargados
en
autos lujosos, unas piernas y pies insinuantes que calzan
cierta marca
de zapatos, o una persona seductora que prueba algún
bocadillo... Esto no significa que todos los autos, los
zapatos o la
comida te den buen sexo. Es que ver un objeto sexual te causa
estimulación, te recuerda tus pasiones, tus sensaciones y se
asocia con las pasiones más profundas de tu subconsciente.
El símbolo clásico del segundo
chakra tiene en su centro un animal que es un cocodrilo y una
serpiente. Lo llaman Makra. Representa un tipo de monstruo o
serpiente
que viaja en las profundidades del océano, como los que
trataban de evitar los marineros para que sus barcos no
encallaran.
Nuestra mente viaja en una pequeña barca sobre el océano
inconsciente de nuestras sensaciones y emociones. Puede
encallar en
cualquier momento por el poder de una ola de emociones. Este
símbolo
nos advierte que, a pesar de todos nuestros pensamientos
racionales e
intelectuales, o nuestros planes sistemáticos, si no tenemos
destreza y una buena relación con nuestras pasiones, nuestro
barco puede voltearse.
La investigación moderna ha descubierto
que el pensamiento y las emociones van juntas, que nuestros
recuerdos
se almacenan en la mente tanto por la emoción que cargan, como
por su significado o por otra forma de contenido. No es verdad
que
pensar es una función sin emoción. La división
entre las emociones y pasiones expresada a través del segundo
chakra, y los pensamientos y la capacidad de percibir que se
reciben
en el sexto chakra, están separadas. Se estimulan unas a
otras.
Los pensamientos e imaginación sobre diferentes cosas producen
sensaciones y las sensaciones regulan el flujo, intensidad y
credibilidad de los pensamientos.
Si la marea sube, también sube el barco.
Si una persona eleva su estado de ánimo y su capacidad de
sentir, todas sus intenciones conscientes aumentan en claridad
y
contraste. Obtiene la habilidad de comprometerse de todo
corazón
en una acción, hacia una meta.
El sistema sensorial conectado con el
segundo
chakra es el sabor. Sin pasión, la vida no tiene sabor. Y el
sabor se obtiene por las mezclas acuosas de químicos que
percibimos a través de nuestra lengua. Por ello es tan
poderoso
el arte de cocinar y combinar adecuadamente los diferentes
sabores
-dulce, salado, agrio, amargo, picante y astringente. Cada
combinación
de sabores puede provocar diferentes cualidades en las
sensaciones y
emociones. Un sabor te puede hacer sentir apasionado, otro
anhelante,
otro aletargado y listo para dormir.
Cuando experimentas una gran pasión, los
sabores en tu boca también cambian. En el yoga se dice que
cuando te unes al infinito, tu cerebro produce amrit, un
néctar
dulce y el sabor de tu boca cambia. Una vez alguien me
preguntó
"¿Qué tiene esto que ver con los órganos
sexuales, que se localizan más abajo en el cuerpo?" Para
los tántricos, que entendían el uso de las polaridades
para estimular la pasión, la lengua representa el órgano
sexual masculino, y los labios de la boca, la entrada de los
órganos
sexuales femeninos. La vibración constante de esto al hablar
es
la producción de una semilla y esas semillas son la
creatividad
del mundo. Tú puedes crear en un nivel físico,
directamente en el segundo chakra, con los órganos sexuales, o
puedes crear a través de la palabra y la vibración. En
ambos casos dominas el arte de mezclar las polaridades
Cuando el segundo chakra está débil,
el mundo parece plano. Hay poca pasión. Tú no tienes
opiniones sobre las situaciones y tu cuerpo no presenta los
efectos de
la motivación, de amar los sentidos, del movimiento. Tu cuerpo
tiende a estar constreñido, sin espíritu, insípido.
Cuando el segundo chakra está sobreactivado no hay nada que no
sea sexual. Todo se vuelve manía sexual. Las relaciones serán
para satisfacer tus pasiones, sin importar lo que digas, como
te
justifiques, ni los sentimientos de la otra persona. A alguien
con el
segundo chakra sobreactivado le será difícil mantener
una relación de negocios, constantemente cruzará los límites.
No puede contenerse porque, diga lo que diga la otra persona,
lo
interpretará como estimulación sexual, como invitación
a relacionarse de otra manera.
Varios ejercicios de Kundalini Yoga como
Ranas y
Sat Kriya trabajan en el segundo chakra y en los tres chakras
inferiores para darles equilibrio y funcionamiento adecuado.
No
pienses en los ejercicios como estimulantes para aumentar o
reducir su
función. Los ejercicios de Kundalini Yoga son para despejar un
chakra, para abrir y equilibrar sus funciones y para
interconectarlo
con los demás chakras.
¿Qué es
realmente el Tantra?
El Tantra es una manifestación especial de la sensibilidad, el arte y
la religión de la India. Es un culto del éxtasis, concentrado en una
visión de la sexualidad cósmica. Hacia esa visión convergen estilos de
vida, ritual, magia, mito, filosofía, signos y símbolos emotivos. Los
textos básicos por cuyo medio se expresa esto se llaman Tantras. El
Tantra incluye igualmente imágenes e ideas que proceden de las capas
más antiguas de la religión india, muchas de ellas del Aiyan Veda y de
los Upanishads.
Hoy día conocemos el Tantra por los textos manuscritos llamados
Tantras, escritos en sánscrito o en lenguas vernáculas. Solamente unos
pocos de los que sobreviven han sido publicados, y menos aún traducidos
al castellano. Parecen haber sido compuestos en la India, en distintos
períodos y lugares, a modo de enciclopedias de filosofía y de ritual
tántrico, y copiados y aumentados muchas veces.
Sus raíces se pierden en el tiempo y muchos de sus principios
místicos e iniciáticos son prevédicos y cuentan con una antigüedad de
más de cinco mil años. En contraste con el firme y duro «¡No!» (netti,
netti!) que lanza la tradición brahmánica oficial contra el mundo,
contra todas las experiencias que más apreciamos de ordinario, como el
amor, la comida, el goce estético que puede producir la naturaleza, la
música, el arte, e incluso la adoración de un dios personal, el Tantra
formula un resuelto, «¡Sí!», Y expresa que en lugar de suprimir el
placer, la visión y el éxtasis, lo que hay que hacer es cultivarlos y
utilizarlos.
Esas fuerzas, debidamente encauzadas, pueden darnos una fuente de
energía sin precedentes, aportando beneficios tanto a la sociedad
cuanto al individuo. Para que el cuerpo físico pueda colaborar en esto
es preciso cultivarlo con tesón. El Tantra no es una creencia o una fe,
sino una forma de vivir y de actuar. El tántrico tiene que vivir una
vida controlada, porque sabe que sólo la repetición, de todo corazón y
sin cesar, de actos auténticos, tanto físicos como mentales, puede
cambiar su cuerpo y su conciencia. Llevarse bien con uno mismo es la
única plataforma desde la cual se puede construir el altar de Sadhana
(la práctica esforzada). La teoría, la simple lectura y el imaginar
nada valen.
El Tantra sin base mente espíritu es un techo sin casa...
La práctica tántrica o Vayrayana aislada no tiene demasiado sentido
y es a lo sumo una excelente gimnasia, disciplina cuerpo-mente y hasta
una manera armoniosa y espiritual de comprender y practicar el amor.
Como camino de perfección, dentro de budismo, necesita de dos
prerrequisitos básicos: el Hinayana y el Mahayana. En la construcción
de nuestro templo el Hinayana son las bases, el Mahayana las paredes y
el Vayrayana el techo, es decir, practicar solo Vayrayana es intentar
construir nuestro templo sin bases y sin paredes. El primero,
denominado también vehículo pequeño introduce la noción de la salvación
del individuo, mientras que el Mahayan o gran vehículo, penetra en el
concepto de ser social, ser compasivo, aprendiendo a distinguir entre
nosotros y los demás
Para muchos el budismo comienza y termina en el Hinayana mientras
que para otros solo es trascendente practicar el Mahayana, cuyos
fundamentos están descriptos en el Sutra Prajnamarita que dice:
La forma es vacío, el vacío es forma
Y a partir de allí comienza a describir como vacías todas las
enseñanzas del Hinayana, incluso las Cuatro Nobles verdades de Buda. Al
no existir el Yo deja de tener sentido el Nosotros y los Otros pues la
forma es asunto de ficción, de convención. Justamente, cuando separamos
el mundo en lo propio y lo de otros, comenzamos a aplicar nombres y
cualidades a todo lo que percibimos. Si llegamos a darnos cuenta que
nada tiene una permanencia intrínseca y una forma estable, llegamos a
percibir que la verdad de la forma es su vacío. Pero a su vez el vacío
es forma pues el mundo no desaparece en la nada y la forma surge del
vacío y es indivisible con el. El ser compasivo, ve claro que todos los
seres sintientes son Buda pero que aún no lo han percibido.
Los Chakras:
Segundo Chakra: sentir, desear, crear
Cada chakra es una visión del mundo. Es
un darshan. Es una perspectiva que organiza nuestros sentimientos,
pensamientos y valores para relacionarnos con el mundo y actuar en él.
La visión del segundo chakra está asociada con la imaginación, el deseo,
la pasión, la dualidad y las polaridades, con el movimiento y el
cambio, y, fundamentalmente, con la creatividad.
El elemento asociado con el segundo
chakra es el agua. Consideremos las cualidades del agua. El agua fluye y
se mueve libremente, pero no corre hacia arriba de las colinas; por la
fuerza de la gravedad, busca el punto más bajo, así como las
sensaciones, bajo la presión del deseo, buscan una situación de empatía
entre los opuestos, un nivel común en que los sentimientos similares
pueden ser satisfechos. El agua no tiene forma determinada, como los
sentimientos, que tampoco son permanentes. El agua es mucho más móvil
que la tierra, pero, por medio de la repetición paciente y constante, el
agua puede darle una nueva forma a la tierra. Los sentimientos pueden
dar forma a los hábitos, pero el agua no es como el aire, así que hay un
límite para la velocidad en que el agua puede moverse y la velocidad en
que tú puedes moverte dentro del agua. Si alguna vez te has aventado
desde un trampolín muy alto y te has caído de panza, el agua, que tiene
naturaleza móvil, debió parecerte durante unos instantes un muro sólido.
Las personas que funcionan fuertemente desde el segundo chakra y que se
han abierto al mundo de los sentimientos, se mueven a la velocidad
dictada por esos sentimientos. Si no se sienten listos para moverse, aun
bajo la presión externa, no lo harán. Si consideran que ya están listos
para moverse, aun cuando las condiciones externas no sean favorables,
lo harán.
Alguien dominado por la visión del
segundo chakra ve el mundo en función de sus sensaciones, de sus deseos,
sus impulsos, y busca satisfacer sus pasiones. La clave para
caracterizar a alguien que vive desde el segundo chakra es que esa
persona ve cualquier objeto que sea más largo que ancho como un objeto
sexual. Ve todo como objeto sexual, porque el sexo, desde el segundo
chakra, representa la búsqueda de una polaridad que la persona necesita
para salir de sí misma, aunque en principio la desequilibre, y de la
satisfacción que consiste en soltar la energía almacenada en esa
polarización.
A diferencia del primer chakra, cuya
visión del mundo es singular, segura, aislada, el segundo chakra
requiere de los otros. La sexualidad del segundo chakra no es la auto
estimulación, sino la estimulación que se siente en relación con los
otros.
Cuando el segundo chakra está bien
desarrollado, la persona tiene opiniones, sabe hacer distinciones, le
gusta el rojo pero no el azul, prefiere el calor al frío; a su vida no
le faltan los contrastes y contornos. Un segundo chakra que funciona
bien pinta el mundo con pasión, motivación y opiniones. Prepara el
camino para la compasión del cuarto chakra, porque a la persona le
importan ciertas cosas y las quiere.
El lenguaje del segundo chakra es
sensual, colorido y tiene como objetivo la seducción del otro. Es
flexible y fluido como el agua. Muchas personas entienden esto como
tener habilidad para mentir o crear una historia para satisfacer la
pasión. Es como el coqueteo: sin importar de qué estás hablando, en el
coqueteo todo lo que se dice tiene connotación sexual. De hecho, el arte
del coqueteo consiste en hablar sexualmente sin decir nada directamente
sexual.
Desde el punto de vista del yoga, las
experiencias del segundo chakra dan una mínima muestra de lo que es la
unión, el ir más allá del ser aislado y disolverse con, a través de y en
el otro. El olvido momentáneo que ocurre en el éxtasis, en el punto
culminante de la relación sexual, es prueba de un mayor estado de
éxtasis, disponible cuando te sueltas y te sumerges en tu polaridad
infinita, cuando tu parte finita e infinita tienen una relación cuyo
resultado es un sentido creativo de conciencia. Esto se parece a lo que
se dice en el Tantra, que usa la sexualidad como una forma de
experimentar el espíritu.
Sin embargo el Tantra Yoga que he
asociado con el segundo chakra no es una entidad única. Yogui Bhajan ha
dicho que hay tres tipos de tantra: el rojo, el negro y el blanco. El
Tantra Rojo se relaciona directamente con la energía sexual, el coito y
la estimulación sexual. Nosotros enseñamos estas técnicas en el contexto
del matrimonio, cuando hay una relación comprometida, cuando dos
personas se juntan en todo su ser. El Tantra Negro se refiere a la
manipulación de las energías de la mente para desarrollar poderes sobre
los otros. Es una satisfacción y magnificación de tus deseos que usa la
capacidad de tu mente para aprovechar las polaridades, para proyectar y
crear con intención de someter a otros a tu voluntad. El Tantra Blanco
es el uso directo de la energía Kundalini. Está más allá del uso de la
simple estimulación de los sentidos, más allá de la práctica de pranas
simples. Es espiritual, viene desde el Infinito y se relaciona con el
Infinito que hay en ti.
La combinación de creatividad y pasión
del segundo chakra es una de las razones por la cual los artistas suelen
tener personalidades temperamentales y estar llenos de singularidades y
caprichos. Un artista debe tener opiniones y pasión. Ve el mundo de una
manera diferente. Desea algo y busca la manera de expresarlo, de darle
nacimiento. Es un acto final del segundo chakra dar a luz, pasar por el
canal intrauterino y finalmente llegar a la luz. En el segundo chakra
están mezclados el deseo y el placer, el dolor y el esfuerzo, para
finalmente dar a luz tu creación. Cuando todos los demás chakras están
equilibrados en relación con el segundo, la sexualidad se vuelve
divertida, variada, expresiva, y raras veces tiene las connotaciones de
confusión, dificultad, dolor o perversión que parecen ir en aumento en
nuestra cultura.
La estimulación del segundo chakra es la
forma más común de estimulación en nuestra sociedad. Se dice que todo se
puede vender si le aumentas el sexo y por eso los comerciales presentan
cuerpos sensuales recargados en autos lujosos, unas piernas y pies
insinuantes que calzan cierta marca de zapatos, o una persona seductora
que prueba algún bocadillo... Esto no significa que todos los autos, los
zapatos o la comida te den buen sexo. Es que ver un objeto sexual te
causa estimulación, te recuerda tus pasiones, tus sensaciones y se
asocia con las pasiones más profundas de tu subconsciente.
El símbolo clásico del segundo chakra
tiene en su centro un animal que es un cocodrilo y una serpiente. Lo
llaman Makra. Representa un tipo de monstruo o serpiente que viaja en
las profundidades del océano, como los que trataban de evitar los
marineros para que sus barcos no encallaran. Nuestra mente viaja en una
pequeña barca sobre el océano inconsciente de nuestras sensaciones y
emociones. Puede encallar en cualquier momento por el poder de una ola
de emociones. Este símbolo nos advierte que, a pesar de todos nuestros
pensamientos racionales e intelectuales, o nuestros planes sistemáticos,
si no tenemos destreza y una buena relación con nuestras pasiones,
nuestro barco puede voltearse.
La investigación moderna ha descubierto
que el pensamiento y las emociones van juntas, que nuestros recuerdos se
almacenan en la mente tanto por la emoción que cargan, como por su
significado o por otra forma de contenido. No es verdad que pensar es
una función sin emoción. La división entre las emociones y pasiones
expresada a través del segundo chakra, y los pensamientos y la capacidad
de percibir que se reciben en el sexto chakra, están separadas. Se
estimulan unas a otras. Los pensamientos e imaginación sobre diferentes
cosas producen sensaciones y las sensaciones regulan el flujo,
intensidad y credibilidad de los pensamientos.
Si la marea sube, también sube el barco.
Si una persona eleva su estado de ánimo y su capacidad de sentir, todas
sus intenciones conscientes aumentan en claridad y contraste. Obtiene la
habilidad de comprometerse de todo corazón en una acción, hacia una
meta.
El sistema sensorial conectado con el
segundo chakra es el sabor. Sin pasión, la vida no tiene sabor. Y el
sabor se obtiene por las mezclas acuosas de químicos que percibimos a
través de nuestra lengua. Por ello es tan poderoso el arte de cocinar y
combinar adecuadamente los diferentes sabores -dulce, salado, agrio,
amargo, picante y astringente. Cada combinación de sabores puede
provocar diferentes cualidades en las sensaciones y emociones. Un sabor
te puede hacer sentir apasionado, otro anhelante, otro aletargado y
listo para dormir.
Cuando experimentas una gran pasión, los
sabores en tu boca también cambian. En el yoga se dice que cuando te
unes al infinito, tu cerebro produce amrit, un néctar dulce y el sabor
de tu boca cambia. Una vez alguien me preguntó "¿Qué tiene esto que ver
con los órganos sexuales, que se localizan más abajo en el cuerpo?" Para
los tántricos, que entendían el uso de las polaridades para estimular
la pasión, la lengua representa el órgano sexual masculino, y los labios
de la boca, la entrada de los órganos sexuales femeninos. La vibración
constante de esto al hablar es la producción de una semilla y esas
semillas son la creatividad del mundo. Tú puedes crear en un nivel
físico, directamente en el segundo chakra, con los órganos sexuales, o
puedes crear a través de la palabra y la vibración. En ambos casos
dominas el arte de mezclar las polaridades
Cuando el segundo chakra está débil, el
mundo parece plano. Hay poca pasión. Tú no tienes opiniones sobre las
situaciones y tu cuerpo no presenta los efectos de la motivación, de
amar los sentidos, del movimiento. Tu cuerpo tiende a estar constreñido,
sin espíritu, insípido. Cuando el segundo chakra está sobreactivado no
hay nada que no sea sexual. Todo se vuelve manía sexual. Las relaciones
serán para satisfacer tus pasiones, sin importar lo que digas, como te
justifiques, ni los sentimientos de la otra persona. A alguien con el
segundo chakra sobreactivado le será difícil mantener una relación de
negocios, constantemente cruzará los límites. No puede contenerse
porque, diga lo que diga la otra persona, lo interpretará como
estimulación sexual, como invitación a relacionarse de otra manera.
Varios ejercicios de Kundalini Yoga como
Ranas y Sat Kriya trabajan en el segundo chakra y en los tres chakras
inferiores para darles equilibrio y funcionamiento adecuado. No pienses
en los ejercicios como estimulantes para aumentar o reducir su función.
Los ejercicios de Kundalini Yoga son para despejar un chakra, para abrir
y equilibrar sus funciones y para interconectarlo con los demás
chakras.
La energía Kundalini
En el marco del hinduismo, la kundalinī
es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a
veces como un dragón), que duerme enroscada en el mūlādhāra —el primero
de los chakras (los siete círculos energéticos), ubicado en la zona del
perineo—.
Varias doctrinas utilizan este concepto
de la kundalinī: el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo y
el gnosticismo.
Representación simbólica
Respecto a la representación simbólica de
la kundalinī, anteriormente mencionada, cabría recordar que en muchas
culturas la serpiente ha sido venerada como un animal sagrado. Así pues
en la antigua civilización egipcia, la serpiente que los faraones
llevaban en sus coronas, representaba su divinidad y alta iniciación
(era símbolo de alta maestría). También en las culturas maya y azteca se
veneraba a la serpiente emplumada (símbolo de la ascensión de la
energía psíquica). En el Génesis de la Biblia la serpiente representa el
conocimiento (como opuesto al dios Yahveh). También en los mismos
mitos, está el ejemplo de la serpiente de los israelitas, que sanaba en
el desierto. La serpiente aparece también representada en el conocido
caduceo de Hermes, símbolo de la medicina.
Doctrina
La energía kundalinī subiría
verticalmente por medio del fluido espinal, a través de la columna
vertebral, atravesando todos los chakras y alimentaría el cerebro,
modulando su actividad. Sería una energía evolutiva, y según el grado de
activación en el individuo, condicionaría su estado de conciencia.
La serpiente tiene su base en el
mūlādhāra, enrollada tres veces y media alrededor de él, y allí se
encuentra, normalmente, dormida. De modo que, tras obtener la apertura
de los chakras, puede ser despertada con técnicas como el tantra y el
kundalinī yoga. La finalidad del kundalinī yoga es, por tanto, despertar
a la serpiente y desenroscarla, dirigiéndola hasta el Sahasrara (el
chakra superior) para unir cuerpo y espíritu, en un intento de integrar
los dos principios, habitualmente opuestos, de materialidad y
espiritualidad, fusionando sus energías dentro de un cuerpo humano
individual. En términos tántricos estos principios serían Shiva (el
principio masculino o conciencia) y Śakti (principio femenino o
energía).
Para llegar a este estado, la serpiente
kundalinī deberá atravesar 3 nudos principales:
El primero es el nudo de Brahman, en el
primer chakra. El segundo es el nudo de Vishnú, en el chakra del
corazón. El tercero es el nudo de Shiva en el entrecejo. En cada uno de
estos sitios, las tres corrientes de energía se juntan, se anudan y se
enredan en un reino.
En la medida en que la conciencia penetra
el primer nudo, se empiezan a soltar los apegos a todas las
sensaciones, los nombres y las formas de las cosas. Se establece una
nueva relación con los sentidos y las sensaciones que se perciben a
través de ellos. Antes de penetrar este nudo, cada sensación atrapa la
mente, la cautiva, la distrae y para el practicante es difícil meditar o
estar quieto. Todas las meditaciones que estimulan el punto del ombligo
preparan el fuego que hace arder esa barrera y permite despertar más
allá de su umbral.
Finalmente, se llega a la tercera puerta,
en el sexto chakra. Este nudo está más allá de los cinco elementos
naturales. Es donde se entrelazan ida, pingala, shushumna y los demás
nadis (ríos). Cuando se abre, la respiración se equilibra temporalmente
en ambos orificios nasales y lleva más allá del sentido del tiempo y de
la identidad terrenal. Entonces se dice que el trikuti, los tres ríos,
te convierten en un tri kala jñā (el que conoce los tres tiempos [el
pasado, el presente y el futuro]). El yogui ya no actúa sólo para este
tiempo sino para todos los tiempos. Si el nudo sigue apretado, el
practicante puede obtener poderes sobrenaturales, pero estará apegado a
ellos.
Según algunas religiones orientales,
cuando un ser humano llegara al máximo desarrollo y activación de esta
energía, conseguiría la iluminación, estado evolutivo en que se
trascendería el ego y se desarrollaría la supraconciencia y el amor
universal.
El despertar de la kundalinī
El gran objetivo de las prácticas
yóguicas y tántricas es el desbloqueamiento de los nadis (‘ríos’) y el
despertar de la energía kundalinī.
No obstante, los instructores de yoga
advierten sobre el peligro que acarrea un despertar prematuro de la
serpiente. En este sentido, todos los grandes maestros espirituales,
advierten a este respecto, la necesidad de no forzar nunca en absoluto
esta energía.
Tanto el tantra como el kundalinī yoga,
son consideradas técnicas peligrosas. Por ejemplo, Swami Prabhavananda
advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de
los ejercicios de respiración del kundalinī yoga: «A menos que se hagan
correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las
personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión
adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico
conocidos pueden curar».
Muchos yoguis advierten que la práctica
del yoga puede poner en peligro la cordura de una persona. En algún
libro sobre yoga se cuenta el caso de un practicante occidental de fines
del siglo XX autodenominado Gopi Krishna que —sin guía— dijo haber
despertado su kundalinī haciendo meditación en su chakra de la corona.
Su vida después del despertar fue tan bendita por la dicha y la euforia
como atormentada por la incomodidad física y mental. Con el tiempo su
experiencia se estabilizó. Al describir el despertar de la kundalinī (el
poder de la serpiente enroscada), Gopi Krishna registra su propia
experiencia de la siguiente manera: «Fue variable durante muchos años,
dolorosa, obsesiva... He pasado por casi todas las etapas de ... tipos
de mente: mediúmnica, psicótica y otras; durante un tiempo estuve
alternando entre la cordura y la locura».
El flujo de la kundalinī
Ida nadi
El ida nadi es el lado izquierdo, el
canal de la luna. Según los hindúes, da el poder de las emociones en su
estado puro, proporcionando las cualidades de gozo profundo, amor puro,
compasión y habilidades artísticas. Este lado es el más femenino de
hombres y mujeres. Los problemas típicos del lado izquierdo son el apego
emocional, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa o
el letargo.
Pingala nadi
El pingala nadi es el lado derecho, el
canal del sol. Daría poder a la mente racional, que permite aprender y
obtener la fuerza necesaria para superar los problemas mediante el
esfuerzo. Es el lado más masculino de los hombres y mujeres. Los
problemas típicos del lado derecho son el comportamiento egoísta o
violento, la arrogancia y el orgullo.
Shushumna nadi
El shushumna nadi, el canal central; es
el equilibrio de los otros dos canales. De esta manera se obtiene un
enfriamiento del canal del Sol y un calentamiento del canal lunar,
consiguiendo así un estado de equilibrio en el que la atención deja de
pasar de un canal al otro, de la tristeza a la euforia, de la
hiperactividad al letargo, y permanece siempre en el centro.
Los chakras
Según el hinduismo, el cuerpo humano
tiene siete chakras principales, que se corresponderían con los plexos
nerviosos del sistema autónomo, y que darían cualidades como la
diplomacia, la compasión, la sabiduría y la creatividad. Inmediatamente
después de la «realización espiritual», los chakras se activan y
comienza el lento proceso de limpieza de toda la energía negativa
acumulada durante años de actividades autodestructivas (como la
drogadicción, el alcoholismo, la violencia, la ira o el fanatismo de
cualquier tipo). Los beneficios son casi inmediatos; las pequeñas
ansiedades se reducen y el gozo y la objetividad comienzan a
manifestarse.
En orden ascendente, los siete chakras
son los siguientes:
Chakra mūlādhāra (tierra)
El primer chakra está situado debajo del
hueso sacro, en el cual reside la kundalinī. Su aspecto principal es la
inocencia, que es la cualidad que permite experimentar el gozo puro, sin
las limitaciones de los prejuicios y los condicionamientos. La
inocencia da dignidad, equilibrio y un fuerte sentido de lo correcto;
una sabiduría intuitiva que está siempre presente en los niños, pero que
poco a poco se pierde, debido a las condiciones de la vida moderna.
Esta cualidad existe en todas las personas, y sólo está esperando el
despertar de la kundalinī para manifestarse en toda su belleza y pureza.
Chakra swadisthan (agua)
El segundo chakra es el de la
creatividad, el conocimiento y la atención puras. Es el que conecta con
la fuente interna de inspiración y permite apreciar la belleza del
mundo. El conocimiento puro que este chakra nos otorga no es mental,
sino que es una percepción directa y absoluta de la realidad. En este
centro se encuentra la capacidad de concentración y de atención. En el
plano físico, cuida de la parte inferior del hígado, de los riñones y de
la parte baja del abdomen.
Chakra nabhi, o chakra manipura
(fuego)
El tercer chakra es el que da la cualidad
de la generosidad y el sentido completo de satisfacción y felicidad.
Cuando la kundalinī ilumina este chakra, proporciona rectitud y un
sentido interno de moralidad, dando el equilibrio en las diferentes
facetas de nuestra vida.
Rodeando al segundo y al tercer chakras,
se encuentra el Vacío, que establece el principio del maestro en
nosotros. En muchas tradiciones espirituales se le denomina el «océano
de la ilusión» (en la tradición india se llama Baba Sagara), que sólo se
puede cruzar con la ayuda de una guía espiritual. Cuando la kundalinī
despierta y pasa por el Vacío, el principio del maestro se establece en
el yogui, que se convierte en su propio gurú (maestro o guía
espiritual), con la capacidad de sentir sus problemas sutiles en la yema
de los dedos, y de solucionarlos usando su propia kundalinī.
Chakra anahata (aire)
El cuarto chakra, el círculo del corazón,
es el lugar donde reside el espíritu, el verdadero ser. Desde el
corazón se manifiestan el amor y la compasión, y este chakra nos
proporciona el sentido de la responsabilidad. En su parte central, a la
altura del esternón, se manifiesta como completa seguridad y confianza
en uno mismo. Todos nuestros miedos y temores se disipan cuando la
kundalinī atraviesa el chakra del corazón.
Chakra vishuddhi (éter)
El quinto chakra es el de la diplomacia.
Este chakra aporta la energía que se necesita para la comunicación con
los demás. Su buen estado repercute en que las relaciones sean correctas
y en que se puedan expresar las percepciones del corazón. Este chakra
se obstruye con los sentimientos de culpa y cuando se culpa a otros con
la propia arrogancia (es decir, cuando se falta a la dignidad propia o
ajena).
Chakra agnya (luz)
El sexto chakra se encarga del perdón y
la compasión, y permite trascender de la conciencia mental pensante a la
conciencia espiritual nirvichara (en sánscrito, ‘sin pensamiento’).
Cuando este chakra se abre, entendemos el verdadero significado del
perdón, al igual que nos hacemos conscientes del mal que nos hace el
odio y el rencor. Estos últimos son incompatibles con la paz y el amor a
los que un ser humano aspira desde el interior noble de su espíritu.
Chakra sahasrara
El séptimo centro integra los seis
anteriores con todas sus cualidades y aspectos. Representa el último
escalón en la evolución de la conciencia humana. Igual que el chakra
swadisthan, el chakra sahasrara da la percepción directa de la realidad,
conseguida mediante la realización, a través del despertar espontáneo
de la kundalinī.
Una vez atravesado el tercer nudo, por
fin, la serpiente se alza, se armonizan todos los chakras, y la luz del
conocimiento desciende para unirse a la serpiente que se eleva hacia el
sahasrara, hasta ser absorbida por él. En ese momento la conciencia
individual se une a la conciencia universal y penetra en un estado de
conocimiento, bienaventuranza y liberación final.
Sólo el verdadero iluminado es capaz de
despertarla cuando quiera y cuantas veces quiera. Y hay que decir que
muy pocos yoguis logran grandes resultados, aunque muchos pasan toda su
vida intentando conseguir al menos un instante de la kundalinī
despierta. El método concreto y explícito del despertar de kundalinī no
se enseña a cualquiera. Son prácticas que se transmiten a discípulos
aventajados, y sólo debe ejercitarse bajo la dirección de un maestro
experto, pues, así como la serpiente puede resultar enormemente
gratificante, también es un arma poderosa y peligrosa si no se utiliza
del modo adecuado. Despertar la kundalinī sin haber sanado los chakras
sería muy arriesgado.
Un dicho tántrico afirma: «Aquello que
crees que libera, esclaviza, y aquello que crees que esclaviza, libera».
Mantras del kundalinī yoga
* oñ namo guru dev namo
Traducción palabra por palabra: om el mantra espiritual, namah: ‘yo
reverencio’, gurudeva: ‘maestro espiritual divino’).
Traducción literal: ‘¡Om! Ofrezco reverencias al maestro espiritual
(como Dios), ofrezco reverencias’
Significado libre: ‘Yo saludo a la energía cósmica, al Creador y al
camino divino hacia la luz’.
* aad gurey namah, jagaad gurey
nameh, sat gure nameh, shri guru deve namah
Traducción palabra por palabra: aad es un bīja mantra (semilla de una
oración religiosa hindú), guru: ‘maestro espiritual’, yagad: ‘mundo’,
namah: ‘reverencio’, sat: ‘eterno’, śri: prefijo de respeto, como el
español «don»; gurudeva: ‘maestro espiritual - dios’).
Traducción literal: ‘al maestro le ofrezco reverencias, al maestro del
mundo le ofrezco reverencias, al maestro eterno le ofrezco reverencias,
al gran maestro [como] dios le ofrezco reverencias’.
Significado libre: mantra de percepción y unión con la Conciencia
Universal.
* sat nam
Traducción palabra por palabra: sat: ‘eterno’, nāma: nombre.
Traducción literal: ‘nombre [de Dios] eterno’.
Traducción libre: ‘la Verdad es mi identidad’.
Práctica: este mantra se pronuncia en todos los ejercicios
(mentalmente o en voz alta). Al inspirar: sat, al espirar: nam.
Shakti, la energía femenina.
En el marco del hinduismo,
el término sánscrito śakti designa a la energía o potencia activa de un
deva (dios masculino), personificada como su esposa.
En su origen toda divinidad femenina del
hinduismo ha sido llamada Devī y ha sido asociada con la fertilidad,
luego cada devī y su potencia se ha entendido como śakti. De este modo
cada śakti es entendida como un aspecto de la Gran Diosa (Durgā o Kali).
Se supone entonces que cada śakti en cuanto devi (diosa), es
complementaria a un deva (más aún, se supone que es la energía de cada
deva).
En el idioma sánscrito, śakti
(pronunciado shakti, o raramente shaktí) significa:
* energía
* fuerza
* potencia
* habilidad
* capacidad
* facultad
* eficacia (de un remedio)
* potencia o significación de una palabra (según la gramática Nyāya:
padasya padārthe sambandhah: ‘la relación entre una palabra y su
significado’)
* la potencia de un caso: la idea representada con un ejemplo
* la potencia o fuerza, o la palabra más efectiva de un texto
sagrado o de una fórmula mágica
* la potencia creativa o la imaginación de un poeta’
* Según el Rig Veda:
o ayuda, asistencia, dádiva, ofrenda
o lanza, pica, flecha, jabalina, aguijada, azagaya, alabarda, puya,
asta
El credo śakta
El credo śakta es uno de los grupos
religiosos del hinduismo. Se guía por los textos tántricos. Los śāktas
adoran a Śakti en alguna de sus múltiples formas, y también como una
vulva (tanto de manera simbólica como real).
En el śivaísmo
De acuerdo con el Vāyu Purāna (uno de los
seis Purānas que alaban a Śiva), la naturaleza femenina de Rudra de
dividió en dos mitades: una asita o blanca, de naturaleza dócil (como
Lakshmī, Sáraswatī, Gaurī, Umā) y otra sita o negra, de naturaleza
salvaje (Durgā, Kālī).
En el tantra
Según el tantra, el ātmā (el alma de cada
individuo) es coalescente con una śakti, y la liberación (mukti o
mokṣa) se produce mediante maithuna (coito) por el cual se re-une el
ātma-śakti con el Dios masculino (Śiva u otros).
En la psicología moderna
Aparte de las explicaciones religiosas
del hinduismo, el psicoanálisis freudiano-lacaniano y la psicología
profunda de Jung explican de distintas maneras la noción de la śakti. En
el yunguismo la śakti coincide en gran medida con la llamada Anima.
Según la antropología estructuralista, el
concepto de la śakti como energía femenina que da vida a todo, es
expresión de una subestructura inconsciente que existe en todas las
culturas...
DISTINTAS
NOCIONES DEL TANTRA
Para el Tantra, la vida es un proceso
continuo en el espacio y el tiempo, sin hiatos entre todas las formas de
vida. El Universo en Conciencia y Energía asociadas. El Tantra
considera que cada célula es un ser viviente, consciente por sí mismo,
dotado de un psiquismo, de emociones, de memoria, es decir, de una
conciencia lúcida. Así, la conciencia es una propiedad de todo el
cuerpo, no sólo del cerebro, porque “todo lo que está aquí está en todas
partes “. La Conciencia es una dimensión del Universo.
Para el Tantra, el Universo es real y el
tántrico se integra en él para percibir su realidad profunda, ya sea
espiritualizando la sexualidad, concebida como pulsión creadora última,
ya sea por otras vías, como la contemplación de la Madre cósmica o del
mar de los orígenes. Con y en su cuerpo-universo el tántrico se unirá
concretamente a esos principios cósmicos para sentir la divinidad de la
carne consciente e inteligente.
El cuerpo es la piedra angular del
Tantra. El cuerpo real es un universo de una complejidad extraordinaria.
El cuerpo vívido es una simple imagen, un esqueleto, una construcción
mental, y es el único aspecto que el individuo conoce. El cuerpo es
producido y animado por una Inteligencia creadora, la misma que suscita y
preserva el Universo, desde la más ínfima partícula subatómica a las
galaxias. El cuerpo guarda potencialidades insospechadas, energías
extraordinarias que la práctica del Tantra despierta y desarrolla.
Uno de los objetivos del Tantra es poner
al yo empírico en contacto consciente y confiado con la Inteligencia
superior del cuerpo. Es una clave secreta del Hatha Yoga. Enriqueciendo
mi cuerpo vívido puedo acercarme más a la Sabiduría última del cuerpo
real. Detrás de una aparente inmutabilidad relativa, encierra un
proceso, un acontecimiento importante. Parte del cosmos en movimiento,
cambia a cada instante. Su esencia es un dinamismo inteligente vinculado
con el todo. El mundo de los objetos y de los seres no está hecho de
unidades aisladas, sino más bien de procesos dinámicos en perpetuo
cambio unitario.
En este contexto, el acto sexual tántrico
es vivido de manera muy diferente al ordinario, el profano. En el
Tantra, no es el hombre el que “hace el amor” con la mujer sino que dos
universos se unen. El hombre y la mujer están conectados entre sí, los
intercambios se hacen en todos los planos. En lugar de estar centrado en
su placer egoísta, cada uno se abre al universo corporal del otro como
al suyo propio. El orgasmo no se rechaza, pero no tiene importancia
real, ni para Shakti ni para Shiva. El coito tántrico, ritualizado,
sacralizado, crea así una relación diferente del contacto profano,
gracias a esta actitud contemplativa del otro y del acontecimiento que
constituye la unión.
El amor sexual se convierte en
revelación. Mucho antes de que se produzca el orgasmo masculino, ambos,
el hombre y la mujer, se funden verdaderamente uno dentro del otro. La
relación contemplativa inmóvil prolonga los intercambios casi
indefinidamente, frena el orgasmo masculino sin molestias ni obligar al
hombre a apartar forzadamente su atención del acto. Además, una vez
habituado a este enfoque, se podrá ser muy activo, durante mucho tiempo,
gratificando así a la mujer con un máximo de estimulación.
Durante ese contacto prolongado, la
relación sexual evoluciona en tres planos:
*
El mental empírico, que participa en el juego y experimenta placer.
*
El habitualmente inconsciente, de las profundidades del cuerpo, que
toda experiencia lograda marca con un sello indeleble.
*
El plano psíquico, donde la contemplación establece una fusión
íntima en las profundidades del inconsciente (Manomaya Kosha).
En el momento último de la experiencia,
el Tantra toma en sentido literal lo que sucede en el psiquismo, pues no
percibe ninguna frontera entre el psiquismo humano y el psiquismo
cósmico que engloba las estrellas. El ser no está limitado al presente:
se inserta en un proceso eterno.
La visión tántrica hace estallar las fronteras, las disuelve, pues
sólo existen en la mente...
viernes, 18 de junio de 2010