Muchas veces el aspirante procede respecto a la verdad tan
ignorantemente como el hombre de esta historia...
No conocía la madera de
...sándalo, pero había escuchado mucho sobre sus excelencias. Nació así en
él un fuerte deseo por conocer esa clase de madera tan ponderada y
entonces decidió escribir a sus mejores amigos para pedirles un pedazo
de esa clase de madera.
De este modo, escribió numerosas cartas a sus amigos y en todas ellas
hacía la misma petición: «Por favor, enviadme madera de sándalo.»
Y un día, de repente, descubrió que el lápiz con el que llevaba meses
escribiendo aquellas cartas era precisamente de olorosa madera de
sándalo. El ser humano busca la felicidad fuera de él, cuando la
verdadera y estable felicidad se halla en su interior.
Piden lo que ya tienen, buscan lo que nunca han perdido...
viernes, 21 de mayo de 2010