El CaNtErO...

viernes, 21 de mayo de 2010

 




Había una vez un cantero que estaba insatisfecho consigo mismo y con su
posición en la vida. Un día pasó por la casa de un rico comerciante. A
través de la entrada abierta, vio muchas finas posesiones e importantes
... visitantes. "¡Cuán poderoso debe ser el comerciante!", pensó el
cortador de piedra. Se puso muy envidioso y deseó que pudiera ser como
el comerciante. Para su gran sorpresa, se convirtió repentinamente en
el comerciante, gozando de más lujos y poder de lo que siempre había
imaginado, pero envidiado y detestado por aquellos menos ricos que él.





Pronto un alto funcionario pasó cerca, llevado en una silla de manos,
acompañado por asistentes y escoltado por soldados batiendo gongos.
Todos, sin importar cuan rico, tenían que hacer una reverencia ante la
procesión. "¡Cuán poderoso es ese funcionario!", pensó. "¡Deseo que
pudiera ser un alto funcionario!".





Entonces se convirtió en el alto funcionario, llevado por todas partes
en su bordada silla de manos, temido y odiado por la gente de todo
alrededor. Era un día caluroso de verano, por eso el funcionario se
sentía muy incómodo en la pegajosa silla. Levantó la mirada al sol.
Brillaba orgulloso en el cielo, no afectado por su presencia. "¡Cuán
poderoso es el sol!" pensó. "¡Deseo que pudiera ser el sol!".





Entonces se convirtió en el sol, brillando ferozmente sobre todos,
abrasando los campos, maldecido por los granjeros y los trabajadores.
Pero una enorme nube negra se interpuso entre él y la tierra, de modo
que su luz no pudo brillar más sobre todo allá abajo. "¡Cuán poderosa es
esa nube de tormenta!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser una nube!".





Entonces se convirtió en la nube, inundando los campos y las aldeas,
increpado por todos. Pero pronto descubrió que estaba siendo empujado
lejos por cierta gran fuerza, y se dio cuenta de que era el viento.
"¡Cuán poderoso es!", pensó. "¡Deseo que pudiera ser el viento!".





Entonces se convirtió en el viento, llevándose tejas de los techos de
las casas, arrancando árboles, temido y odiado por todos debajo de él.
Pero después de un rato, se izó en contra de algo que no movería, no
importa cuan fuertemente soplara en contra de ella, una enorme y
altísima roca. "¡Cuán poderosa es esa roca!", pensó. "¡Deseo que
pudiera ser una roca!".





Entonces se convirtió en la roca, más poderosa que nada más en la
tierra. Pero mientras estaba parado allí, oyó el sonido de un martillo
golpeando un cincel en la dura superficie, y sintió que estaba siendo
cambiado. "¿Qué podría ser más poderoso que yo, la roca?", pensó. Bajó
la mirada y vio lejos debajo de él, la figura de un cantero...

No se reconoce ni lo que se Es....ni lo que se tiene....hasta que no se pierde...hay necesidad? de perder...para RE-CONOCER?