Una mirada, dos seres, un Universo...

sábado, 19 de junio de 2010

 



Amores...

El amor-intuición ignora la lógica.
En latín intueri significa mirar. El alma percibe lo esencial más allá
de la perecedera envoltura. ¿Por qué Romeo tenía que seducir a Julieta
si era un amor imposible? La moral tradicional, la tradición familiar se
vieron trastornadas. María Kodama, a los 6 años de edad, se conmociona
al leer estos versos de Jorge Luis Borges: “Te ofrezco la amargura de un
hombre que ha mirado largamente la luna solitaria, te puedo dar mi
soledad, mi oscuridad, el hambre de mi corazón”. Se enamora de él tres
décadas después. Había 46 años de diferencia entre ellos, él era
totalmente ciego. Se casan pocos meses antes de que se muera el
escritor. ¿Por qué en un momento determinado se nos pone la piel de
gallina con tan solo mirar intensamente a una persona del sexo opuesto?
¿Será por un parecido que nos lleva a intuir la presencia del otro yo,
alguien tan igual a nosotros que nos da vértigo o más bien la
diferencia que nos complementa? Sabemos que puede brotar el amor entre
seres del mismo sexo, contrariando así la norma socialmente aceptada.
Vuelan en pedazos los antiguos esquemas: negros se casan con blancas o
viceversa. Según Platón, los humanos de antaño
poseían ambos sexos. Dios los dividió en mitades. Desde entonces vagan
por doquiera, buscan su complemento. En el mundo de los insectos, el
macho huele a la hembra a increíble distancia; sabemos que ciertos
perros abandonados a centenares de kilómetros reaparecen meses después,
enflaquecidos, enlodados, más dispuestos que nunca a amar a quienes los
han traicionado.Sin intuición o admiración el amor se vuelve
egoísmo compartido. Los soñadores se prenden de una estrella, de una
mirada, construyen un mundo hermético, pueden convertirse en herejes.
Los acribillan parejas que viven de pronto una vida entera sin conocerse,ni viven
jamás el amor intenso, compartiendo solo cosas materiales. Dos
seres pueden con una mirada, estallido de sobrevoltaje, vivir una
pasión eterna mientras otros buscan lo que jamás encontrarán. Un
príncipe medieval se enamoraba de una pastora de ovejas –ahora las
llaman plebeyas–;) en Roma, la plebe era lo que llamamos chusma, los
pelucones se autodenominaban patricios...Almas gemelas: parejas de
medio siglo que usan los mismos lentes, tienen los mismos achaques,
desgranan los mismos recuerdos, toman los mismos remedios, ignoran el
tiempo, abren la boca para decir la misma frase, mezclan en el más total
desorden intensas vivencias, se siguen adorando. Almas gemelas es
cuando decimos: “No sé dónde empiezo, dónde terminas”, cuando el corazón
se convierte en nido donde se ovillan sueños recién paridos. No existen
reglas sino convencionalismo social. Libertad compartida, jaula de
puerta abierta, el amor no está hecho solo de carne sino de
identificación espiritual, afectiva. El sexo es solo un medio de
demostrar unión de almas. Y los que se ofenden por tantos esquemas
desbaratados, amores insólitos, pueriles escándalos sociales, pues que miren hacia otro lugar...