El Misterio de las Catedrales...

sábado, 10 de abril de 2010

 


¿Qué es la alquimia para el hombre, sino -verdaderamente, y nacidos de cierto estado de
alma derivado de ,a gracia real y eficaz- la busca y el despertar de la Vida secretamente
adormecida bajo la gruesa envoltura del ser y la ruda corteza de las cosas? En los dos planos
universales, donde se asientan juntos la materia y el espíritu, existe un progreso absoluto que
consiste en una purificación permanente, hasta la perfección última.
Con este fin, nada expresa mejor el modo de operar que el antiguo apotegma tan preciso
en su imperativa brevedad: Solve et coagula; disuelve y coagula. Es una técnica sencilla y
lineal que requiere sinceridad, resolución y paciencia, y que apela a esa imaginación, ¡ay!, casi
totalmente abolida, en nuestra época de saturación agresiva y esterilizadora, en la inmensa
mayoría de las gentes. Raros son los que se aplican a la idea viva, a 1a imagen fructífera, al
símbolo siempre inseparable de toda elaboración filosofal o de toda aventura poética, y que
se abre poco a poco, en lenta progresión a una mayor cantidad de luz y de conocimiento.
Muchos alquimistas, y la Turba* en parúcular, han dicho, por boca de Baleus, que «la
madre se apiada de su hijo mientras que éste es muy duro con ella». El drama familiar se
desarrolla, de manera positiva, en el seno del macrocosmos alquimicofísico, de suerte que
cabe esperar, para el mundo terrestre y su Humanidad, que la Naturaleza acabe perdonando
a los hombres y conformándose, de la mejor manera, con los tormentos que éstos le imponen
perpetuamente.
*Compilación de citas atribuidas a filósofos antiguos y a filósofos alquimistas propiamente
dichos. Escrita en latín, pero traducida del árabe, gozó de gran crédito entre los alquimistas de la
Edad Media. (N. del T)
Ved ahora lo más grave: mientras la francmasonería busca continuamente 1a palabra
perdida (verbum dimissum), la Iglesia universal (XaOoÁ¿Xi7 katholiké), que posee este Verbo,
está en camino de abandonarlo en el ecumenismo del diablo. Nada favorece tanto a esta falta
imperdonable como la temerosa obediencia del clero, tan a menudo ignorante, al falaz
impulso, que se dice progresivo, de fuerzas ocultas que sólo se proponen destruir la obra de
Pedro. El ritual mágico de la misa latina profundamente trastornado, ha perdido su valor y,
actualmente, marcha de acuerdo con el sombrero flexible y el traje de calle que adoptan los
clérigos, felices con el disfraz, en prometedora etapa hacia la abolición del celibato
filosófico...
A favor de esta política de constante abandono, instálase 1a herejía funesta, en la
razonadora vanidad y en el desprecio profundo de 1as leyes misteriosas. Entre éstas, la
necesidad ineluctable de la putrefacción fecunda de toda materia, sea cual fuere, a fin de que
prosiga en ella la vida bajo 1a engañosa apariencia de la nada y de la muerte. Ante 1a fase
transitoria, tenebrosa y secreta, que abre a la alquimia operante sus asombrosas
posibilidades, ¿no es terrible que la Iglesia consienta, para lo sucesivo, esta atroz cremación
que antaño prohibía absolutamente?
Inmenso es el horizonte que ahora os descubre 1a parábola del grano que cae al suelo,
relatada por san Juan :
«En verdad, en verdad os digo, que, si el grano de trígo que cae a tierra no muere,
permanece solo, pero, si muere, llevará mucho fruto.» (XII, 24.).Extracto del libro...(El Misterio de las Catedrales) Fulcanelli.