Tus viejos,desgastados...y Maravillosos zapatos...interdimensionales...

sábado, 24 de abril de 2010

 




El velo nuevamente se abre… el velo ínterdimensional nuevamente se
corre… para que estemos aquí.Ya lo
escucharon en esta maravillosa visualización: ésta es una Reunión de
Almas… en Familia.Aquí estamos todos…
y todos no son solamente ustedes: aquí estamos… TODOS. Aquellos que
ustedes no pueden ver y quizás puedan sentir, están aquí ahora con
nosotros.Es una gran reunión de
Familia, porque el ser humano y el ser ínterdimensional son UNO. No lo
olviden.Así es como el increíble y
maravilloso ser humano acude nuevamente al encuentro de si mismo…¿Qué ves en tus pies?Oh mi querido ser humano, voy a hablar contigo
ahora, voy a hablar directamente contigo. Me dirigiré ahora a ti… a ti,
que estás sentado en esa silla…Te voy
a pedir que por un momento mires tus pies. ¿Qué ves? No es nada
asombroso lo que verás en tus pies… Verás un calzado, unos zapatos…Observa con detenimiento tu calzado, más no lo
mires con tus ojos físicos. Procura mirarlo con tus ojos
ínterdimensionales. Si pudieras verlo con esos ojos y con esa mirada… Yo
te voy a explicar lo que estarías viendo…Estarías
viendo un calzado sucio, polvoriento, arañado, lleno de golpes… y
quizás te preguntes: “¿Por qué el calzado que yo estoy usando se ve tan
gastado? ¿Por qué ?”.¡Porque
has caminado mucho con esos zapatos! ¡Has derribado muchos obstáculos!
Algunas veces has tenido que derribar ciertos obstáculos a puntapiés.
Otras veces has caminado tanto, tanto, tanto… que tus suelas parecían
tener el grueso de un hilo… pero allí están.¿Por
qué crees que ha sido así, querido humano? Porque es necesario que
camines, camines y camines… persiguiendo tu propia verdad.Siguiendo a unos o
conduciendo a otros… a través del CaminoDurante ese largo recorrido, muy probablemente
ni siquiera recordabas por qué caminabas y hacia donde caminabas.
Pareciera que algo te puso en marcha, que algo te impulsó para que
recorrieras una determinada senda.Algunas
de esas veces te pusiste en marcha por tu espontánea voluntad… más en
otras oportunidades seguiste a otros, porque los viste caminar por una
senda y sentiste el deseo de seguir el mismo camino. No tiene mucha
importancia si seguiste a otros o si los condujiste… Lo importante no
era eso. Lo importante era “El Camino”.Así
es como tú, ser humano, empiezas a recordar que fue lo que activó en
ti la necesidad de emprender ese caminar… En busca del profeta de otros tiemposQuizás recuerdes que hace mucho tiempo, vivías
en una pequeña aldea, en una muy retirada y pequeña aldea de tu
provincia o región. Y un día alguien llegó de visita a tu aldea. Ese día
llegó un extranjero con una noticia, con una buena nueva…Ese extranjero te dijo – a ti y a los que
estaban reunidos contigo – que traía una gran noticia: “He escuchado
hablar acerca de un profeta” – dijo – “He escuchado hablar de alguien
que habla con la voz de Dios, ¡que dice estar ungido por Dios!”.Sus palabras sembraron la curiosidad y el
interés en ustedes, al punto que todos estaban deseando ir a escuchar
las palabras de ese hombre.Entonces,
tú – ser humano – te preguntaste: “¿Por qué no ir a escuchar en la boca
de ese profeta… la voz de Dios? ¡Yo necesito escuchar la voz de Dios!
¡Yo deseo que Dios hable directamente conmigo!”.Y así, ese humano que tú eras y sigues siendo…
se colocó en marcha, emprendió el camino… Y sin saberlo, te colocaste
el calzado ínterdimensional que toda la vida te ha pertenecido y te ha
acompañado. Ese calzado ínterdimensional le puso prisa a tus pies e hizo
que otros también sintieran el mismo llamado.En esa lejana época te pusiste en marcha
solamente con la fuerza de tus piernas… ¡nada más! ¡Ah…! Así ocurrió
Porque la voluntad que tú tenías de escuchar directamente la palabra de
Dios en tu corazón era tan grande… ¡que cualquier sacrificio hubiera
valido la pena!Es así como tú
llegaste adonde tenías que llegar: conduciendo a otros contigo, a otros
que tenían la misma curiosidad que tú tenías, la misma necesidad de
saber…Y así tu corazón se nutrió de
amor y conocimiento, de inspiración y esperanza para seguir recorriendo
ese camino que tantas veces has recorrido con la misma intención…De esa manera, ese increíble y maravilloso ser
humano que tú eres – después de haberse nutrido por la voz del Espíritu
– regresó nuevamente a su ciudad, a su poblado, a su hogar… y comenzó a
entusiasmar a otros, pues él sintió que tenía algo muy importante que
comunicar…Verificando
la exactitud de una “leyenda urbana”Y así es como el ciclo se va repitiendo… tal
como un día seguiste a unos… otro día condujiste a otros…Y como siempre ha ocurrido, así ocurre ahora…
pero con unas pequeñas diferencias.En
aquella época lejana tú escuchaste aquello que hoy se llama “una
leyenda urbana”: alguien hablaba de algo, pero había que ir para
sentirlo y atestiguarlo.Sin embargo,
ahora te hago una pregunta: ¿qué crees tú que hubiese pasado si ese
alguien que hubiera llegado a tu casa ese día, hubiese dicho: “¡He
escuchado que hay cinco profetas hablando todos con la voz de Dios!”.
¿Qué hubieses pensado tú en ese momento? Seguramente ya sabes lo que te
voy a decir…En esa época, hubieses
pensado: “¡No! ¡No puede ser! ¡No puede haber cinco personas hablando
al mismo tiempo con la voz de Dios! Uno de ellos debe ser el original y
los otros cuatros seguramente son falsos”.¿Por
qué crees que pensabas así, querido ser humano?Ni originales… ni falsos
profetasPorque era tu energía
del momento la que no te permitía pensar de manera diferente, porque
era tu sistema evolutivo el que no te permitía aceptar algo más…Muy probablemente te hubieses preocupado por
informarte acerca de saber quien era considerado “el original” y
quienes podían haber sido “los falsos profetas”… ¡Ah! Pero eso ocurrió
hace mucho tiempo… y tus zapatos ínterdimensionales – que están
gastados – lo atestiguan… y si están gastados, tú sabes cuanto camino
han recorrido…Y tú, humano, sabes –
por tu larga experiencia – de que ahora no ocurre lo mismo que ocurría
antes. Ahora las cosas son diferentes…Has
escuchado una leyenda urbana, la has visto publicada en Internet… De
hecho, cada milésima de segundo...
alguien publica una nueva leyenda urbana en Internet.Cinco humanos hablando con
una sola voz.Escuchaste que
vendrían 5 humanos a hablar en nombre del Espíritu, pero estamos
seguros de que nunca te cuestionaste… ¡si habría un original y cuatro
falsos! ¿Por qué crees que eso pasó, mi querido? ¡Es muy simple! Porque
tu nivel evolutivo – ése que ha ayudado a elevar el nivel evolutivo de
la toda humanidad – ha originado en tu corazón la comprensión de que
esto que está ocurriendo ahora es ínterdimensional. Por ello lo aceptas
y lo comprendes sin cuestionarlo.¿Qué
queremos decir con ínterdimensional? Es muy simple: varias personas
sentadas en una sola silla, hablando con una sola voz. ¿Humanos? Sí.
¿Expresándose con voz humana? Sí. Pero con un solo espíritu, un solo
propósito y una sola conexión.No
habías visto algo así antes, no tenías experiencia de ello y sin
embargo ¿por qué ahora lo aceptaste? Es muy simple, querido: ¡porque tú
has cambiado! Porque ese largo recorrido que ha gastado la suela de
tus zapatos ha logrado ese milagroso efecto.Y
así es como ese maravilloso e increíble ser humano mira a sus pies… ¿Y
qué es lo que ve? Ve un maravilloso par de sucios y maltratados
zapatos. “¡Oh, cuánto orgullo siento por ellos!” – dirías.¡No lustres mis zapatos,
por favor!Creo que te
sentirías mal si miraras hacia tus zapatos y los vieras relucir como
nuevos, como si nunca los hubieses utilizado, ¿verdad? Muy
probablemente ahora estés mirando de reojo – hacia la izquierda y la
derecha de tu realidad de vida – para ver en qué estado están los
zapatos de los demás. En realidad poca importa lo que veas, porque más
bien es muy probable que tú hayas ayudado mucho a que los zapatos de
otros también se hayan “ensuciado”…Te
voy a decir más… Quizás, si se te acercara una persona y te preguntara
si puede lustrarte los zapatos, le dirías “¡No! ¡No toques mis
zapatos! ¡Están muy bien así! Así los quiero”.Qué
extraño es este mundo espiritual, ¿verdad? Pero es así que nosotros
nos valemos de la cotidianidad junto a ustedes y también podemos
reírnos de ella junto a ustedes…Querido
humano, permíteme seguirte hablando acerca de los zapatos, pues creo
que a partir de hoy, cuando dirijas tu mirada hacia tu calzado, ya no
vas a sentir lo mismo que antes…Tal
como orgullosamente admiras y te sientes feliz por el estado en que se
encuentran tus zapatos, ¿no te parece extraño que alguna vez hayas
querido quitártelos definitivamente? Como se dice coloquialmente,
pudiste haber dicho: “Voy a colgar mis zapatos”, lo cual significa que
quisiste decir algo así como: “¡Renuncio!”.Ah,
probablemente esto haya ocurrido en alguna que otra época oscura de tu
proceso evolutivo atemporal o de tu vida actual, tiempo en el cual,
con sólo imaginarte que tendrías que ponerte esos zapatos y caminar con
ellos… sentiste un absoluto rechazo. Más sin embargo – aunque tú no
quisieras ponerte esos zapatos - irremediablemente siempre
permanecieron delante de ti… al alcance de tu vista.Qué asustador es no querer hacer algo y sin
embargo, tener siempre – durante toda la vida – un permanente
recordatorio. “No quiero, pero allí está… pues siento esa presión”.Son tan viejos y se ven
tan gastados… ¡pero son tan cómodos!Seguramente
debes hacer percibido que estos peculiares zapatos ínterdimensionales
se sienten igual que un par de zapatos terrenales… ¿No te ha pasado –
querido humano – que cuando posees un par de zapatos que amas mucho, no
te importa que sean viejos y gastados? Te parecen tan cómodos… Al
mirarlos, te dices o decías: “Cuánto he caminado con ellos… Se ven tan
viejos y gastados… ¡pero no los voy a botar!”.Y
así es como tú, mi querido ser humano, te encuentras aquí hoy, en este
lugar, simplemente contemplando con gran orgullo tus zapatos, porque
sabes que una vez más ellos cumplieron su función, pues te trajeron
hasta aquí.Aquí ocurre lo que siempre
ocurre cuando el ser humano está feliz: el ser humano corre y baila de
alegría… pues muy contento viniste corriendo hacia este maravilloso
encuentro que teníamos reservado para ti el día de hoy y el día de
mañana ¿A cuántos arrastraste contigo?
Ya te oigo decir: “¡Pónganse sus zapatos! ¡Vamos nuevamente a
caminar!”. Y así es como tú, ser humano, ayudas a otros a caminar…
Antes de que tú le digas a otra persona adonde tiene que ir, procura
decirle que posee un par de zapatos especiales. Dile que mire sus
zapatos y que intente percibir la añoranza de esos tiempos en que los
usó muchísimo. Dile que el propósito no es marcar una dirección a
seguir. El propósito es… simplemente caminar.Todo
aquello que ustedes hacen en la vida es caminar, caminar y caminar…
Durante ese largo caminar siempre hay lugares donde detenerse y donde
conversar con otros… lugares donde se hace necesario realizar una
parada. Por lo tanto, mi querido humano, no importa que te detengas en
el camino alguna que otra vez. ¡Es bueno y necesario descansar!De vez en cuando, dale un respiro a tus
zapatos. Consérvalos con cariño y diles que cuando recuperes tu aliento o
tu fe, los calzarás de nuevo para continuar el viaje.Tu propia voz te recordó
despertar…Y así es como el
ser humano se puso en marcha nuevamente, buscándose a sí mismo,
necesitando oírse a sí mismo a través de otra voz. ¡Qué paradójico es
que tú, humano, hayas colocado el despertador para ser despertado más
adelante por tu misma voz! Y cuando tu propia voz te despierta, nunca
la reconoces… pues crees que alguien más programó esa llamada para ti.Sin embargo, estamos seguros de que tú estás
aquí ahora porque decidiste usar tus zapatos y marcaste la hora
correcta para llegar y despertarte aquí hoy… Estás ahora aquí oyéndonos,
más poco importa este diálogo, pues lo que interesa es que sientas el
llamado que hay para ti. Ese llamado es silencioso y solamente lo vas
escuchar tú… en tu corazón. Ese llamado pudiera ser un recordatorio o
un verdadero llamado a despertar para ponerte en marcha o simplemente
representaría el consuelo de saber que te encuentras recorriendo el
camino correcto, no el camino que otros esté siguiendo o marcando… sino
tu propio camino, el camino que tus zapatos saber recorrer.En vista de que tú, ser humano, escuchaste una
leyenda urbana y te pusiste en camino, estás aquí ahora esperando
sentir… o tal vez sintiéndolo todo. Queremos
que tú sepas, mi querido humano, que valoramos muchísimo tu esfuerzo y
tesón por haber acudido a escucharte a ti mismo. Agradecemos tu valor,
tu confianza y te aseguramos que siempre estamos contigo, que tú nunca
estás solo.Yo no puedo despedirme de
ustedes, porque en realidad no me voy a ninguna parte. Estaré aquí todo
este tiempo junto a ustedes…¿Sabes
algo, querido humano? Yo también tengo mis zapatos y hoy me puse los
mejores que tengo, especialmente para ti.Bendito
seas, ve en paz. Te bendecimos con mucho amor…Y así es...