Andrés y María interpretan palabras de la Sabiduría fiel y de Jesús

viernes, 27 de agosto de 2010

 



XII 1. Y Jesús continuó hablando a sus discípulos.
2. Y les dijo: La fiel Sabiduría volvió a elevar clamores hacia la luz.
3. Y ésta le remitió el pecado que había cometido.
4. Y dejando su sitio, entró en las tinieblas.
5. Y la Sabiduría fiel elevó su sexta impetración de esta manera:
6. Yo te alabo, luz, en las tinieblas de los infiernos.
7. Escucha mi súplica y que tu luz atienda el clamor de mis plegarias.
8. Porque yo no iría ante ti, y tú me abandonarías, si tú no existieras, oh luz, mi liberadora, a causa de la luz de tu nombre.
9. Yo he creído en ti, luz, y tú eres mi fuerza.
10.. Y he sido fiel a tu misterio, y mi fuerza ha creído en la luz que está en lo alto, y ha creído en ella hasta cuando estaba sumida en el caos del infierno.
11. Y toda la fuerza que hay en mí ha creído en la luz, aun cuando estaba sumida en las tinieblas del infierno.
12. Y ellas ceerán también cuando lleguen a las regiones superiores, porque Él nos verá y nos rescatará. Y el misterio de su salvación es grande.
13. Y Él preservará todas las fuerzas contra el caos, en virtud de mi falta, cuando, dejando mi sitio, yo he venido al caos.
14. Y quien pueda entender que entienda.
15. Y cuando Jesús acabó estas palabras, dijo a sus discípulos: ¿Comprendéis lo que os he dicho?
16. Y Andrés se adelantó, diciendo: Señor, la fuerza de tu luz profetizó por boca de David, en su ciento veintinueve salmo, al decir: Y he clamado, Señor, desde el fondo del abismo... Escucha mi voz. Que Sirad ponga su confianza en el Señor.
17. Y dijo Jesús: Está bien, Andrés; bienaventurado seas. Que ésa es la explicación de la plegaria de la Sabiduría.
18. En verdad, en verdad, os digo, que yo os haré conocer todos los misterios de la luz.
19. Y toda gnosis, desde el interior de los interiores hasta el exterior de los exteriores.
20. Y desde el Inefable hasta las tinieblas de las tinieblas.
21. Y desde la luz de las luces. Y desde los dioses hasta los demonios.
22. Y desde todos los señores hasta todos los decanos. Y desde todas las revoluciones hasta todas las emanaciones.
23. Y desde la creación de los hombres hasta la de las bestias, y los animales, y los reptiles.
24. Y así se os llamará perfectos y completos en todas las cosas.
25. En verdad, en verdad, os digo: cuando yo sea en el reino de mi Padre, vosotros estaréis conmigo.
26. Y cuando el número del perfecto se cumpla, para que la mezcla sea destruida, yo ordenaré que os conduzca a todos los dioses que no han dado aún la fuerza de su luz.
27. Y ordenaré al fuego de la Sabiduría que respete a los perfectos y consuma a los tiranos hasta que hayan dado la última pureza de su luz.
28. Ycuando Jesús habló así, dijo a sus discípulos: ¿Comprendéis lo que os digo?
29. Y María dijo: He aquí, Señor, el sentido de las palabras que tú has dicho. Tú has dicho que en la destrucción de la nada tú estarás sentado sobre la fuerza de la luz.
30. Y que nosotros, tus discípulos, estaremos sentados a tu diestra.
31. Y que juzgaremos a los tiranos que no hayan dado aún la pureza de su luz.
32. Y del fuego que has dicho que debe consumirlos hasta que hayan dado la última luz que hay en ellos, tu fuerza de luz ha profetizado en el salmo veinticuatro, en que dice David:
33. Dios se sentará en la asamblea de los dioses para juzgar a los dioses.
34. Y Jesús dijo: Está bien, María.

Interpretación de Tomás

XIII 1. Y continuó hablando y dijo a sus discípulos: Y sucedió que cuando la fiel Sabiduría hubo dicho la sexta súplica de la remisión, se volvió a las regiones inferiores.
2. Para ver si sus pecados se le habían remitido, y para ver si iba a ser conducida al caos, ya que la orden del primer misterio para remitirle su pecado no se había dado aún para sacarla del caos.
3. Y se volvió a las regiones superiores, a fin de ver si su súplica se había entendido.
4. Y vio a los doce archones de los doce eones burlándose y regocijándose, porque no se la habia escuchado.
5. Y cuando vio cómo se burlaban, se afligió extremadamente y elevó su séptima súplica.
6. Luz, yo he elevado de nuevo mi fuerza hacia ti.
7. Y te suplico que no me dejes caer en la ignominia, ni que los doce archones de los eones que me odian se congratulen de mi desgracia.
8. Porque quienquiera que te sea fiel no será entregado a la ignominia.
9. Y los que me han quitado mi fuerza no seguirán siendo sus poseedores.
10. Mas les será arrebatada y ellos permanecerán en las tinieblas.
11. Luz, muéstrame tus caminos, y yo me salvaré siguiéndolos.
12. Y muéstrame aquellos sitios a que debo dirigirme para libertarme del caos.
13. Y muéstrame la senda en tu luz y haz que yo sepa, ¡oh luz!, que tú eres mi salvador.
14. Y lo creerá en ti en todo tiempo.
15. Vuelve a mí tu atención para salvarme, ¡oh luz!, porque tu misericordia se extiende hasta la eternidad.
16. No me imputes, ¡oh luz santa y recta!, el pecado que me ha hecho cometer mi ignorancia.
17. Sino sálvame por tu gran misterio y que mis pecados me sean remitidos por tu gran bondad.
18. Porque ella me devolverá a la senda, para que yo sea perdonada de mi falta.
19. Y quitará a mis enemigos mi fuerza, que ha sido rota por las emanaciones materiales del triple poder.
20. Porque todas las ciencias de la luz son para la salvación, y los misterios son para los que buscan las regiones de sus posesiones, en virtud del misterio de tu nombre, ¡oh luz!
21. Y mi falta es grande, mas perdónamela.
22. Y dará a cuantos creen en la luz el misterio que quiera.
23. Y su alma estará en las regiones de la luz y su fuerza será la adquisición del tesoro de la luz.
24. Porque la luz es quien da la fuerza a quienes le son fieles.
25. Y el nombre de su misterio está en quienes creen en Él.
26. Y Él les mostrará el lugar de las posesiones que están en el tesoro de la luz.
27. Y yo he sido siempre fiel a la luz que librará mis pies de las cadenas de las tinieblas.
28. Vuelve tu atención a nos, ¡oh luz!, y sálvame.
29. Porque mis enemigos han arrebatado mi nombre en el caos y me han causado grandes aflicciones.
30. Líbrame de estas tinieblas y pon tu mirada en el dolor de mis aflicciones.
31. Perdóname mis errores. Piensa en los doce archones que me acusan y están celosos de mí.
32. Vela sobre mi fuerza y protégeme y no me hagas quedar en estas tinieblas en que te he sido fiel.
33. Porque mis enemigos me han como privado de razón, viendo la fidelidad que tengo por ti.
34. Y ahora, ¡oh luz!, conserva mi fuerza en las penas que me afligen y protégeme contra mis enemigos.
35. Y habiendo así hablado Jesús a sus discípulos, Tomás se adelantó.
36. Y dijo: Señor, mi espíritu se anima y yo me regocijo grandemente, porque nos has revelado estas palabras.
37. Y yo no me he adelantado hasta ahora a mis hermanos para no incomodarlos.
38. Porque los veía reunidos para dar la explicación de los misterios de la Sabiduría fiel.
39. Y he aquí, Señor, que respecto a la séptima plegaria de la Sabiduría fiel, tu fuerza de luz ha profetizado, con la voz de David, en su salmo Veinticuatro.
40. Diciendo: Señor: yo he alzado mi voz hacia ti. Señor: yo tengo puesto mi corazón en ti.
41. Y cuando Jesús oyó las palabras de Tomás, le dijo: Bien has hablado, Tomás, y ésa es la explicación del séptimo himno de la fiel Sabiduría.
42. En verdad, en verdad, os digo que todas las criaturas os mirarán en la tierra como bienaventurados.
43. Porque os he revelado estas cosas y os he infundido mi soplo y os he dado la inteligencia espiritual de lo que os digo.
44. Y os he de llenar de toda luz y de toda la fuerza de mi soplo,
45. Para que comprendáis desde ahora todo lo que se os diga y todo cuanto veáis.
46. Esperad un poco, y os hablaré de lo concerniente a las regiones superiores desde el exterior hasta el interior, y desde el interior hasta el exterior.