El primer ministro envía a Jesús para socorrer a la Sabiduría fiel

viernes, 27 de agosto de 2010

 




XVII 1. Y Jesús prosiguió hablando a sus discípulos.
2. Y dijo: Y ocurrió que cuando la fiel Sabiduría hubo elevado su novena plegaria, la fuerza que tenía rostro de león la atormentó con más fuerza.
3. Y le quería arrebatar su luz. Mas la Sabiduría fiel se dirigió, clamando, hacia la luz.
4. Y dijo: Luz en la que he creído desde el principio, y por la que he sufrido tantos dolores, ven y socórreme.
5. Y su ruego fue entonces atendido.
6. Porque el primer misterio lo oyó y me envió a mí para asistirla.
7. Y vine para ayudarla y la reconduje en el caos.
8. Porque había sufrido grandes penas y aflicciones a causa de su fe en la luz.
9. Y así, fui enviado por el primer misterio para socorrerla en todo.
10. Y aunque yo no había ido aún al mundo de los eones, sobrevine entre todos ellos.
11. Y ninguno de ellos lo supo, ni los que pertenecen a lo interior de lo interior, ni los que están en lo exterior de lo exterior.
12. Y todo lo sabía el primer misterio. Y cuando llegué al caso para ayudarla, ella me vio.
13. Porque yo resplandecía con una gran luz y me presentaba misericordioso.
14. Y no me presentaba altanero, como la fuerza con faz de león que arrebaté la fuerza y la luz a la Sabiduría, y que la atormentó para quitarle cuanta luz había en ella.
15. Y me vio brillando con una luz diez mil veces más poderosa que la de la fuerza con rostro de león.
16. Y comprendió que yo venía de las regiones superiores, en cuya luz ella había tenido fe desde el comienzo de las cosas.
17. Y la fiel Sabiduría tuvo entonces confianza y elevé su décima súplica.
18. Y dijo: Yo he clamado a ti, luz de las luces.
19. Y en mi aflicción me has oído; preserva ahora mi fuerza de los labios injustos y engañosos.
20. Porque estoy envuelta en las asechanzas y calumnias de los orgullosos y de los que no conocen la misericordia.
21. Malhaya yo, que tan lejos estoy de mi morada, y me veo forzada a habitar en el caos.
22. Porque mi fuerza no está en las regiones que me pertenecen.
23. Y he hablado con dulzura a mis enemigos, y cuando yo les hablaba con dulzura, ellos me han atacado sin motivo.

La fuerza satánica de rostro de león se encoleriza ante Jesucristo

XVIII 1. Y cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, dijo: Que se adelante aquel que se sienta infundido de inteligencia y que explique la décima impetración de la Sabiduría fiel.
2. Y Pedro contestó y dijo: Señor, tu fuerza de luz ha profetizado esto por boca de David.
3. Cuando dijo en el salmo ciento diecinueve: He clamado a ti, Señor, en mi aflicción.
4. Y tú me has oído, Señor, mas preserva mi alma de los labios injustos y de la lengua mentirosa.
5. Tal es, Señor, la explicación de la décima plegaria de la fiel Sabiduría, tal como ella la pronunció cuando se sentía atormentada por las emanaciones materiales del triple poder, y éstas y la fuerza de faz de león la hacían sufrir extremadamente.
6. Ydijo Jesús: Bien está, Pedro. Has hablado justamente.
7. Y continuó Jesús hablando a sus discípulos.
8. Y dijo: Cuando la fuerza que tenía cara de león se acercaba a mí, al ir hacia la fiel Sabiduría, me vio resplandecer con una luz inmensa.
9. Y se llenó de cólera y proyecté fuera de sí una muchedumbre de otras emanaciones enfurecidas.
10. Y entonces la Sabiduría fiel pronunció su undécima plegaria, y dijo:
11. ¿Por qué la fuerza (de faz de león) se apresta a hacer el mal?
12. Su propósito era herirme y robar la luz que había en mí.
13. Porque yo he preferido descender al caos que permanecer en la región del decimotercero eón, que es la región de la justicia.
14. Y han querido envolverme en sus astucias, para arrebatarme toda mi luz.
15. Mas la luz les quitará toda su luz y destruirá toda su materia.
16. Y les arrebatará toda su luz y no los dejará permanecer en el decimotercero eón, su morada.
17. Y no dejará sus nombres entre los nombres de los vivos.
18. Y las veinticuatro emanaciones verán lo que sucede a la fuerza con faz de león.
19. Para que tomen ejemplo, y teman, y no sean indóciles.
20. Y darán la pureza de su luz y te verán, para que te glorifiquen.
21. Y habrán de decir: he aquí el que no ha dado el brillo de su luz para salvarse.
22. Mas quiere ser glorificado en todo el esplandor de su luz, y él ha dicho: Yo arrebatará la luz de la Sabiduría infiel.
23. Y que aquel cuya fuerza sea exaltada se adelante y diga la explicación de la undécima plegaria de la Sabiduría fiel.