Asechanzas que tiende el gran triple poder a la Sabiduría fiel

viernes, 27 de agosto de 2010

 




VIII 1. Y ocurrió, según disposición del primer orden, que el gran triple poder orgulloso, que es uno de los tres poderes, condujo a la Sabiduría a la decimotercera región de los eones.
2. Y era para que contemplase los lugares del infierno y viese en aquellos lugares su potencia de luz con rostro de león.
3. Y quería que fuese allí, para que le quitasen la luz que había en ella.
4. Y la Sabiduría miró desde arriba, y vio la fuerza de aquella luz en la región de los infiernos, y no supo que pertenecía al triple poder orgulloso.
5. Sino que pensó que provenía de la luz que ella había visto desde el principio en la región superior, y que venía de las alas del tesoro de la luz.
6. Y pensó dentro de sí: Iré a tomar la luz que los eones de la luz han creado para mí, a fin de que yo pueda llegar a la luz de las luces, que está en la altura de las alturas.
7. Y con estos pensamientos salió de su lugar hacia la trecena región de los eones, y subió hacia los doce eones.
8. Y los archones de los eones la vieron y se irritaron contra ella, porque quería elevarse a las regiones superiores.
9. Y al salir de las doce regiones de los eones, vino a los parajes del caos, y avanzó hacia la fuerza de la luz con cara de león para devorarla.
10. Y todos los defensores de la materia la rodearon. Y la gran fuerza de la luz con faz de león devoró la potencia de la luz en la Sabiduría y purgó su luz, que ella había devorado, y su materia.
11. Y la arrojaron en el caos, que es en su mitad de llamas y en su otra mitad de tinieblas.
12. Y había un archon con rostro de león, y era Ialdabañrt, de quien yo os he hablado muchas veces.
13. Y cuando todo esto sucedió, la Sabiduría se encontro en una extremada debilidad.
14. Y la fuerza de la luz con rostro de león comenzó a arrebatar todas las fuerzas de la luz en la Sabiduría, y todas las fuerzas de la materia del poder orgulloso rodearon a la vez a la Sabiduría y la atormentaron.
15. Y la Sabiduría fiel, lanzando grandes gritos, se dirigió a la luz de las luces que vio desde el principio, implorando su ayuda.
16. Y le suplicó, con estas palabras: Luz de las luces, a quien he implorado desde el comienzo, escucha ahora, ¡oh luz!, mis súplicas.
17. Protégeme, luz, porque malos pensamientos han entrado en mí.
18. Y he mirado, ¡oh luz!, las regiones del infierno, y he visto la luz en ese lugar, y he venido aquí pensando alcanzar esa luz.
19. Y he caído en las tinieblas que son el caos del infierno.
20. Y no he podido volver a mí lugar, porque he sido atormentada por todos mis enemigos, y la fuerza del rostro de león me ha arrebatado la luz que había en mí, y yo he implorado tu auxilio, y mi voz no se ha elevado en las tinieblas.
21. Y he mirado a lo alto, para que la luz en la que creo me asista.
22. Y cuando he mirado a lo alto, he visto todos los archones de una multitud de eones.
23. Y mirándome en este estado, se alegraban de mis gritos. Y yo no les he hecho ningún mal.
24. Mas me odian sin motivos. Y cuando los próbolos del triple poder han visto que los archones de los eones se regocijaban de mi mal, han comprendido que los archones de los eones no me prestarían su socorro.
25. Y los que me afligían injustamente han tenido confianza y me han arrebatado la luz que yo había recibido de ellos.
26. Mas tú, luz verdadera, sabes que yo he hecho esas cosas cándidamente, creyendo que la luz de faz de león era tuya.
27. Y el pecado que he cometido es patente ante ti.
28. No permitas, Señor, que yo permanezca más tiempo así. Porque yo he creído desde el principio en tu luz.
29. Señor, luz de las fuerzas, no me dejes más tiempo privada de tu luz, porque por ansia de tu luz he caído en la aflicción y la vergüenza me ha cubierto.
30. Y por ansia de tu luz he quedado extraña a mis hermanas invisibles, y a las emanaciones del gran Barbelón.
31. Y esto me ha ocurrido, ¡oh luz!, porque he deseado penetrar en tu círculo.
32. Y ha venido contra mí la cólera del orgulloso, aquel que no escuchó tu orden para que expandiese su luz.
33. Porque yo he estado en la región de los eones y no he practicado su misterio, y todos los guardianes de las puertas de las regiones de los eones me buscaban, y cuantos comprenden sus misterios me perseguían.
34. Mas yo he mirado hacia ti, luz, y he creído en ti.
35. No me dejes en la aflicción de la oscuridad del caos, mas líbrame de estas tinieblas.
36. Si tú quieres venir a salvarme, grande es tu misericordia; escúchame en la verdad, y sálvame.
37. Estas son las palabras que dijo la Sabiduría fiel, y el que tenga oídos para oír que oiga.