DiScIpLiNa MeNtAl...

domingo, 15 de agosto de 2010

 




A veces ser muy intelectual es una desventaja espiritual.
Si eres muy inteligente, tenderás a vivir en la mente. Es razonable y
agradable hacerlo. Es como si eres muy bueno corriendo, puede que te
pases seis horas al día en la pista, disfrutando de tus habilidades.

Ser
muy intelectual es un handicap pero no significa el fin de la búsqueda
espiritual. Si no eres muy brillante, tómate un momento para
arrodillarte y rezar y dar gracias a Dios. Es un gran regalo no ser
demasiado inteligente.

En el Tao, ellos reverencian las
desventajas. Hay un concepto extraño en esos escritos que dice que el
árbol más alto es el primero en ser cortado. El árbol torcido y feo no
le vale al carpintero, así que crece durante mil años. El tullido no
tiene que ir a la guerra. No hace falta que actúe. Así que el inválido
es reverenciado igual que el árbol retorcido. El Tao dice:

Para permanecer entero, tuércete! Para llegar a ser derecho, permítete doblarte,
Para poder llenarte, sé hueco…..

Por
supuesto, hueco significa libre de materia. Si no tienes mucho
intelecto, eres libre, porque el viaje del ego al espíritu es el viaje
del intelecto al sentimiento. En sentido general, los hombres se manejan
con mayor cantidad de intelecto y con menos sensibilidad. Así que su
viaje es el que va saliendo del intelecto y entrando en el sentimiento y
más allá, hacia una percepción metafísica y espiritual del mundo. Las
mujeres, en general, están más alineadas con sus sentimientos; su viaje
es realmente aquietar esos sentimientos e ir más allá de su inseguridad.

Es
interesante que se nos requiera ser seguros en una dimensión
intrínsecamente insegura. El viaje de la mujer es diferente al del
hombre. El viaje del hombre es salir, presionar, conquistar,
eyacular
hacia fuera, ganar, vender cosas. El viaje de la mujer es, hablando en
general, aquietarse y nutrir, eso es por lo que viven más tiempo. Puede
que incorporen algunos rasgos masculinos, pero a menudo, su prueba
espiritual es entrar en esta dimensión física en la que ella es con
frecuencia más pequeña y más débil que otros. Tiene que desarrollar una
seguridad metafísica, psicológica e intelectual dentro de una dimensión
en la que ella se siente intrínsecamente insegura. Por lo tanto, la
búsqueda espiritual de la mujer es procesar sus sentimientos,
especialmente los negativos, y convertirse en una luz radiante de
positividad.

La disciplina mental para alguien que es muy
intelectual es la idea de no convertir la tu mente en dios y hacerse
arrogante. Entonces has de evitar pensar demasiado de alguna manera. El
exceso de pensamientos es una enfermedad. Es lo que llamo "sobrepensar
en la vida". Cuando te haces demasiado mental, enredado en la actividad
intelectual, esto te aleja de saber quien eres realmente. Eres un
sentimiento. Cuando te vayas de este plano terrestre, te irás como
sentimiento. No te vas como 21 volúmenes de la Enciclopedia Británica.
El intelecto es útil porque puede hacerte ganar dinero y ayudarte a
estudiar; puede ayudarte a recordar cosas. Pero, al final, eres un ser
espiritual, y por tanto un sentimiento, no un concepto intelectual.

La disciplina mental se divide en diferentes apartados.

Lo
primero es que has de estar de acuerdo en sentirte seguro en una
dimensión intrínsecamente insegura. Lo segundo es que tienes que curarte
a ti mismo de la enfermedad de sobrepensar la vida. Así que cuando veas
que tu intelecto se vuelve tonto, para; empieza a alinear tu
pensamiento a las cosas. Eso no es nada más que visualizar las
circunstancias, por ejemplo en la oficina y te preguntas cómo se siente.
¿Cómo se siente el director de ventas? ¿Cómo se siente mi trabajo?

Dado
que la Fuerza de Dios permea todo, todo emite un sentimiento. Incluso
los objetos inanimados emiten un sentimiento. ¿Cómo se siente un avión?.
¿Crees que yo subo a un avión simplemente? En modo alguno. Yo miro a la
energía de todo antes de subir. No subo si no siento que todo esté
bien, incluso si eso significa que perderé mis citas.

Una vez,
hace años, no me sentí bien acerca de un vuelo que iba de Londres a
Génova. Subí de todos modos porque era joven e inseguro de mis
percepciones y porque me había comprometido a ir allí. Yendo sobre los
Alpes, uno de los motores explotó. No fue una situación de vida o
muerte, simplemente volvimos a Londres con un solo motor. Pero volamos
cerca de hora y media a la frontera suiza, y luego otra hora y media de
vuelta a Londres; luego esperamos dos horas mientras preparaban otro
avión y finalmente hicimos el viaje. Debí haber bajado de aquel avión;
lo sabía antes de subir.

Así que cuando las cosas no se sienten
bien, ten cuidado. Cuando no sabes qué hacer, no hagas nada. Recuerda
eso, y ponlo en tu nevera. Cuando no sabes, no vayas. Y recuerda
también, cuando dudes, no hagas nada. Si no sabes qué hacer, espera.
Acumula energía, limpia, organiza cosas, busca información, pero no
actúes hasta que sepas que tienes que actuar.

Piensa en esto. Si
operas partiendo de tus sentimientos, nunca tendrás que tomar realmente
ninguna decisión. Tomar decisiones para la mayoría es un proceso
intelectual. Si algo se siente bien procedes, y si no se siente bien, no
procedes. O hay un sentimiento neutral y entonces no haces nada o te
mueves con cautela. Por lo tanto, si se siente bien casarse con Harry, y
dices: "Te amo Harry; sí, me casaré contigo el jueves". O dices: "No"
No existe el "quizás". Si no sabes, espera. Si se siente equivocado,
definitivamente espera.

Bajo esta disciplina, la toma de
decisiones cambia del caos mental de conjeturas y la agenda del ego a
"Eh ¿se siente esto bien?". Si se siente bien, procede, cuidadosamente y
despacio. Mantente haciéndote la pregunta mientras progresas y percibe y
evalúa los resultados de tus decisiones conforme se van manifestando,
¿Aún se sientes bien?.

Si eres una persona intelectual, tu
disciplina mental es preguntarte seis veces al día "¿Cómo se siente
esto?" ¿Cómo se siente este taxi? ¿Cómo se siente esta oficina? ¿Cómo se
siente este cine? Busca el sentimiento. Poco a poco puedes manejar tus
sentimientos sutiles para que te ayuden con su conocimiento y habilidad
de modo que el intelecto no domine tu vida.

El intelecto te
absorberá hacia tu energía fea, crítica personal y juicios; te hará un
insatisfecho. Tendrás un triunfo y cinco minutos después el intelecto
habrá convertido el triunfo en nada. Te
mostrará todas las cosas que
has dejado de ganar. Hiciste 20.000 dólares, pero podías haber hecho
24.000. Al intelecto le gusta quejarse y sentir compasión de sí mismo.
Si no lo controlas, te volverá loco.

El viaje del intelecto
al Yo Infinito conlleva llevar al intelecto a la quietud. Tu meditación,
disciplinas, tiempo de silencio e introspección son componentes
vitales. Si ellas, es muy duro aplacar el intelecto para permitirte
sentir tu espiritualidad. Esa espiritualidad es bella. Es enorme. Tiene
un vasto poder y energía, y vastas cantidades de información.

Conforme
buscas el sentimiento de las cosas, gradualmente serás capaz de
reemplazar al intelecto. Has de entender que, si sales del intelecto
siempre estarás suponiendo cosas. No importa si todos los gráficos y
mapas te dicen que se supone que sucederá eso y aquello. Hay montones de
gente ahí fuera que han perdido millones por culpa de algún garabato en
una página. La experiencia previa no describe necesariamente lo
siguiente que va a suceder. Pero los sentimientos lo saben.

Así
que, más que andar por la vida adivinando, que es lo que hace el
intelecto, vete con tus sentimientos. Si ya estás profundamente en tus
sentimientos, entonces purifícalos; hazlos más fuertes. Toma control de
tu vida y tus emociones serán sólidas. Permanece tranquilo en tus
sentimientos y esa será tu disciplina. No te preocupes de las cosas que
vendrán; tú no estarás en esa línea cuando se vean.

Mucha gente
está bien. Sus vidas son absolutamente brillantes, pero no pueden
admitirlo. Si ves sus vidas, probablemente encontrarás tres, cinco,
veinte, cincuenta cosas, que son absolutamente maravillosas. Tienes un
tejado sobre tu cabeza, algún dinero para gastar, una bella familia,
amigos agradables, algunos pasatiempos buenos, tu cuerpo marcha bastante
bien, tienes un coche para ir por ahí. ¿Qué más necesitas?. Lo que
necesitas es serenidad, no un ramillete de información mental sin
sentido que gime y te hace insatisfecho. Estás con una persona y te
preguntas constantemente si estarías mejor con otra, entonces vas a esa
persona y encuentras que es exactamente igual. Entonces vas a por la
siguiente. Te vuelves loco.

Pensar demasiado es una enfermedad
terrible. Trae síntomas crónicos como la seriedad. No me importa la
arrogancia y la auto indulgencia, porque soy arrogante y autoindulgente a
veces, y no me importa la estupidez, porque he hecho montones de cosas
estúpidas en esta vida, pero la seriedad me molesta. Huyo de la gente
seria tan rápido como me llevan mis piernas. Me revuelve las tripas.

Esta
vida no es seria. Es una comedia. Es un asombroso y bello viaje, pero
ciertamente no es serio. La seriedad es un concepto egóico; proviene de
varios factores. Uno es la inseguridad, otro la auto importancia, ya que
la gente insignificante usa la seriedad para parecer más de lo que son
realmente. A veces, la seriedad se usa como manipulación, o como modo de
imponerse sobre gente que uno considera inferior. Con la seriedad viene
un montón de juicios y una falta de luz y risa y Fuerza Divina.

A
veces, la seriedad refleja un temperamento que es menos que gracioso y
magnánimo con los demás. Puede ser un snobismo intelectual. Puedes decir
siempre que caminan de modo divertido. Sus nalgas están tensas como si
sostuvieran una zanahoria. Creo que se sienten elegidos de dios para
sostener esa zanahoria ahí hasta la muerte. Eso es por lo que siempre
ves zanahorias creciendo cerca de la tumba de la gente seria. Si eres
demasiado serio empieza a reír un montón; juega, pásalo bien con niños,
ponte ropa tonta, haz cosas divertidas y no juzgues severamente a los
demás ni a ti mismo... Hazte grande de sentimientos y la seriedad se
derretirá a la luz de la nueva bondad de tu corazón...

STUART WILDE...